Frente a los ataques de los Hutíes en el Mar Rojo, por donde pasa el 12% del comercio marítimo internacional, la operación «Prosperity Guardian», lanzada el 18 de diciembre bajo la égida de Estados Unidos y su Fuerza Combinada 153, ha recibido el apoyo -aunque variado- de varios países europeos.

  • El Ministerio de Defensa griego ha anunciado el envío de una fragata al Mar Rojo como parte de la operación.
  • El Reino Unido también ha anunciado la participación de un destructor, el HMS Diamond, en la operación dirigida por Estados Unidos.
  • Italia ha anunciado el envío de una fragata al Mar Rojo en el marco de una operación en curso1.
  • Francia, que figuraba entre los participantes el 18 de diciembre, confirmó al día siguiente del anuncio que apoyaba la operación, pero que sus medios permanecerían «bajo mando nacional»2 frente a la Fuerza Operativa Combinada 153 dirigida por Estados Unidos, garantizando su «libertad de acción».

Entre los países europeos, la reacción más notable fue la de España. El gobierno español, que inicialmente figuraba como participante en la coalición, expresó sus reservas sobre su participación en la operación.

  • Tras los anuncios del Secretario de Defensa estadounidense, la portavoz del gobierno declaró inicialmente que España sólo participaría en una operación como parte de una misión dirigida por la OTAN o la Unión Europea.
  • Aunque la Unión había accedido a ampliar las prerrogativas de la operación Atalanta3 -que en la actualidad está compuesta únicamente por un buque español y liderada por España- para permitirle operar en el Mar Rojo como parte de Prosperity Guardian, España señaló finalmente su negativa a vincular la operación a la liderada por Estados Unidos4.
  • No obstante, el Gobierno español se declaró partidario de establecer una misión «nueva y específica» de la Unión Europea para garantizar la libre circulación de la navegación en el Mar Rojo, sin anunciar su participación en esta posible operación.
  • Pedro Sánchez y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, conversaron el 22 de diciembre para hablar, entre otras cosas, de la seguridad en el Mar Rojo, según la Casa Blanca5.
  • En una entrevista, la vicepresidenta del Gobierno y líder del partido Sumar, Yolanda Díaz, criticó la «hipocresía» de Estados Unidos, comparando su rapidez a la hora de «defender intereses comerciales» con su falta de eficacia cuando se trata de la situación humanitaria en la Franja de Gaza6.

El armador Maersk anunció el 24 de diciembre que se preparaba para reanudar sus actividades en el Mar Rojo7 tras la puesta en marcha de la operación Prosperity Guardian, pero que seguía dispuesto a reorientar sus buques si se deterioraba la situación de seguridad.

Ayer, martes 26 de diciembre, las fuerzas hutíes de Yemen reivindicaron un nuevo ataque contra un buque comercial en el Mar Rojo. El buró político hutíe también había anunciado el 19 de diciembre que sus ataques continuarían «mientras no cesen los crímenes de genocidio perpetrados en Gaza»8.