¿Cómo sería un segundo mandato de Donald Trump?

Todos los sondeos son unánimes: a pesar de la remontada de Nikki Haley en los early states¹, se espera ampliamente que Donald Trump gane la nominación del Partido Republicano para las elecciones presidenciales de noviembre de 2024. De cara a un enfrentamiento con Joe Biden, Trump está actualmente por delante en las encuestas (aunque todavía es pronto en la campaña).

Desde 2022, el propio Trump y varios de sus asesores han ido insinuando poco a poco cómo podría ser un segundo mandato del expresidente:

• Servicio Público. Trump planea reintroducir el «Schedule F«, una clasificación que crea una nueva categoría de empleos de servicio público para los funcionarios federales basada en el modelo de su orden ejecutiva del 21 de octubre de 2020². Al clasificar a los funcionarios como cargos políticos, permitiría despedir a 50.000 empleados públicos, según su creador, James Sherk³.
• Lealtad inquebrantable. Para reemplazar a algunos de estos funcionarios, la administración Trump tendrá a su disposición una base de datos de 20.000 potenciales reclutas elegidos en función de su afinidad ideológica con la agenda de Donald Trump. Para ser «considerados para puestos» en la futura administración, se invita a los candidatos a responder a un cuestionario destinado a evaluar su lealtad al programa America First.
• Venganza. Donald Trump se considera un mártir, perseguido por la administración demócrata por su valentía política. Si es elegido, ha dicho que quiere utilizar el Departamento de Justicia y ciertas agencias federales, como el FBI, para perseguir a sus oponentes políticos⁴.
• Inmigración. Trump también ha declarado su intención de «llevar a cabo la mayor operación de deportación a escala nacional de la historia de Estados Unidos», simplificando los procedimientos existentes y construyendo campos para detener a los inmigrantes que hayan entrado ilegalmente en el país mientras se tramitan sus casos⁵.

• Ucrania. Donald Trump ha afirmado en repetidas ocasiones que puede poner fin a la guerra desencadenada por la invasión rusa de Ucrania «en 24 horas»⁶. Desde entonces, Volodímir Zelenski ha invitado al expresidente a compartir los detalles de su propuesta, algo que Trump aún no ha hecho. Aunque ha afirmado que «llegaría a un acuerdo justo para todos», su reticencia a proporcionar ayuda militar a Ucrania y sus declaraciones sobre la inevitabilidad de que Rusia tome el control de todo el territorio ucraniano sugieren que este «plan para Ucrania» beneficiaría principalmente a Moscú⁷.
• Guerra comercial. Una victoria de Donald Trump conduciría sin duda a un aumento de las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos, lo que iría en gran medida en contra de la política de la administración Biden hacia Pekín. Al imponer aranceles de «alrededor del 10%» a la mayoría de los productos extranjeros y tratar de promulgar una legislación comercial recíproca, Trump espera restablecer la balanza comercial estadounidense y poner fin a la «explotación» de la apertura de Estados Unidos por parte de otras economías, principalmente China⁸.

Algunas de estas ideas están contenidas en el «Proyecto 2025», un manual desarrollado por la Heritage Foundation (un think-tank conservador) en coordinación con otros organismos para proporcionar al próximo presidente republicano -de hecho, principalmente a Trump- las herramientas para implementar su agenda política desde el día de su toma de posesión⁹.