El 15 de noviembre, el Tribunal Constitucional Federal dictaminó que la utilización por el Gobierno de Scholz de una dotación presupuestaria de 60.000 millones de euros era inconstitucional.

  • El Tribunal declaró inconstitucional la reasignación de 60.000 millones de euros prestados y no utilizados durante la pandemia a un Fondo para la Transformación y el Clima, incluido en una Ley de Finanzas rectificativa para 2021.
  • En opinión de los jueces, este gasto viola el principio del «freno al endeudamiento», una norma presupuestaria incluida en la Constitución alemana que impone límites al déficit estructural y al endeudamiento del Gobierno federal, salvo en caso de emergencia o crisis.
  • Esta norma había sido suspendida durante la pandemia; el Gobierno de Scholz también había obtenido su suspensión para la financiación de la ayuda a Ucrania por valor de 100.000 millones de euros, a partir de 2022. Sin embargo, a juicio del Tribunal, los gastos ecológicos e industriales previstos por el Gobierno no se inscriben en este marco de excepcionalidad y urgencia, por lo que son contrarios a la Constitución.

Las consecuencias de la sentencia son directas para el Gobierno Scholz y para el futuro de la coalición.

  • Como resume la institución: «la sentencia del Tribunal significa que el volumen del Fondo para el Clima y la Transformación se ha reducido en 60.000 millones de euros. En la medida en que el Estado ha contraído obligaciones que ya no puede cumplir como consecuencia de esta reducción, el legislador debe compensarlas por otros medios»1.
  • Además de esta decisión, todo el plan presupuestario del Gobierno podría ser cuestionado porque su déficit total también contravendría el techo impuesto por la Constitución, según un experto escuchado en una audiencia de la Comisión de Finanzas del Bundestag.
  • Alemania tiene 29 fondos extrapresupuestarios por valor de unos 870.000 millones de euros, incluido un fondo de 100.000 millones de euros para gastos militares que cumple la Constitución.
  • Además del presupuesto federal, que prevé un déficit de 16.600 millones de euros, existen déficits en estos «fondos especiales». Además del Fondo de Transformación y Clima (que prevé un déficit de 29.000 millones de euros), se prevé un déficit total de 22.500 millones de euros en otros fondos, como el Fondo de Estabilización Económica y el fondo «Aufbauhilfe 2021», según el Bundesbank.

El martes, el Gobierno de Scholz anunció la congelación de casi todos sus compromisos de gasto.

  • Esto incluye un fondo de 200.000 millones de euros para apoyar a las empresas.
  • Este revés presupuestario, que pone en entredicho las inversiones de apoyo a la economía, se produce además en un contexto de fuerte desaceleración económica: el FMI prevé un crecimiento del -0,5% en 2023 y del 0,9% en 2024.
  • Mientras algunos miembros de la coalición piden la suspensión o la revisión del principio del «freno presupuestario» -el ministro de Economía y Clima, Robert Habeck, en particular, ha señalado su carácter «inflexible» y advertido de las consecuencias económicas negativas que podría acarrear la decisión del Tribunal-, el ministro federal de Finanzas, Christian Lindner, y su partido, el FDP, se han opuesto hasta ahora.

La decisión trastorna los planes del Gobierno Scholz en un momento en que la Comisión Europea acaba de decidir prorrogar seis meses la flexibilización de las normas europeas sobre ayudas estatales, autorizando a los Estados miembros a mantener su apoyo a las empresas.

  • A petición de los Estados miembros, en particular Alemania y Francia, la Comisión anunció el 20 de noviembre que prorrogaría hasta el 30 de junio de 2024 su autorización para conceder ayudas a las empresas afectadas por la subida de los precios de la energía. Alemania fue uno de los primeros países en beneficiarse de esta flexibilización, concediendo 356.000 millones de euros en ayudas a las empresas en 2022, es decir, el 55% del total de las ayudas a escala europea.

En segundo plano, esta decisión coincide con el tenso debate sobre la reforma de las normas presupuestarias europeas, cuya suspensión temporal finalizará el 1 de enero de 2024.

  • El Gobierno alemán, que ha adoptado una posición de defensa de normas estrictas a escala europea2, se encuentra así en dificultades con una norma presupuestaria nacional sobre una cuestión clave en la reforma del Pacto de Estabilidad y Crecimiento: el espacio presupuestario que queda para la inversión pública en sectores considerados estratégicos y prioritarios, en particular la transición ecológica.
  • Una de las dificultades de la reforma en debate reside en su intento de conciliar múltiples objetivos: simplificar las normas al tiempo que se adaptan mejor a la situación específica de los Estados miembros y son compatibles con los objetivos a largo plazo de la Unión en materia de inversiones climáticas. A ello se añade la dificultad política de conciliar las concepciones presupuestarias, a veces muy diferentes, de los Estados miembros.

La otra línea de debate, disociada de la discusión sobre las normas presupuestarias, es la cuestión del futuro del presupuesto de la Unión y el aumento de su capacidad de endeudamiento: «Aunque pueda parecer juicioso separar las negociaciones en segmentos más digeribles, la realidad es que las nuevas normas presupuestarias, el futuro tamaño del presupuesto de la Unión, sus recursos, su composición y la capacidad de endeudamiento a largo plazo de la Unión están inextricablemente ligados», recordaba Shahin Vallée.

Notas al pie
  1. Bundesverfassungsgericht, « Press release : Second Supplementary Budget Act 2021 is void », 15 de noviembre de 2023.
  2. Federal Ministry of Finance, « Op-ed by German Finance Minister Christian Lindner and other European finance ministers on the reform of Europe’s fiscal rules », 15 de junio de 2023.