Mientras que la mayoría de los gobiernos europeos adoptaron una posición firme de apoyo a Israel en las horas posteriores al ataque –puedes encontrar nuestro mapa exclusivo de las reacciones internacionales al ataque de Hamás aquí-, numerosas manifestaciones de apoyo a Palestina tuvieron lugar en Europa en la primera semana de la guerra de Sucot, movilizando a varias decenas de miles de personas en más de una docena de países.

  • Esta semana, el 17 de octubre, la explosión en el hospital Al-Ahli Arabi de Gaza, cuya causa y secuencia exactas aún no se han establecido -y cuya autoría se atribuyen Israel y la organización palestina Yihad Islámica- provocó, sin embargo, un giro en las reacciones de dirigentes y opiniones en los países de la región, donde la noche de la explosión tuvieron lugar varias manifestaciones de apoyo a Palestina.
  • También en Europa, la explosión en el hospital Al-Ahli Arabi coincidió con una nueva oleada de convocatorias de manifestaciones. En Italia están previstas varias manifestaciones en los próximos días. En París, una manifestación reunió a varios miles de personas el jueves 19 de octubre.

El contexto de seguridad interior y las reacciones de los gobiernos europeos

Las reacciones de los gobiernos al ataque de Hamás contra Israel, además de su visible dimensión exterior en declaraciones y actividad diplomática, tuvieron también una dimensión interior, a partir del 7 de octubre.

  • La anticipación -seguida rápidamente por la constatación- del aumento del número de actos antisemitas constituyó una importante cuestión de seguridad interior para los gobiernos europeos a partir del 7 de octubre. Francia reforzó la seguridad en torno a los lugares de culto y las escuelas judías el 7 de octubre. En Alemania, el canciller Olaf Scholz reafirmó una política de «tolerancia cero» hacia el antisemitismo en su discurso ante el Bundestag el 12 de octubre. El 13 de octubre, el primer ministro británico, Rishi Sunak, denunció un «repugnante aumento» del número de actos antisemitas registrados en el Reino Unido1. La policía metropolitana de Londres declaró haber registrado 105 denuncias de incidentes antisemitas y 75 delitos antisemitas entre el 29 de septiembre y el 12 de octubre, frente a 14 incidentes y 12 delitos en el mismo periodo del año pasado. En Francia, el Ministerio del Interior también facilitó datos sobre el aumento del número de actos antisemitas registrados desde el 7 de octubre: diez días después del ataque, 102 personas habían sido detenidas por actos antisemitas o de apología del terrorismo, según el Ministerio.
  • Las reacciones de seguridad interior de varios gobiernos europeos se reflejaron también en su gestión de las manifestaciones de apoyo a Palestina. El 12 de octubre, en un telegrama enviado a los prefectos, el ministro francés del Interior pidió que se prohibieran las «manifestaciones propalestinas», justificando su petición por el riesgo de alteración del orden público. Sin embargo, el Consejo de Estado señaló que la decisión correspondía a los prefectos y no podía ser impuesta sistemáticamente por el Ministerio del Interior. Las autoridades de Viena también prohibieron una manifestación propalestina el 11 de octubre. En Alemania también se prohibieron varias manifestaciones, por ejemplo por la policía de Berlín el 15 de octubre. El gobierno húngaro prohibió todas las concentraciones de apoyo a Palestina.
  • El ministro de Asuntos Exteriores italiano, Antonio Tajani, matizó las posturas adoptadas por sus vecinos europeos, declarando en una entrevista el 15 de octubre que «prohibir manifestaciones no violentas», si no había indicios de que pudieran degenerar, no era, en su opinión, algo justo.
  • También hay que seguir de cerca la evolución de las políticas de prohibición y su justificación por parte de los gobiernos. Por ejemplo, la manifestación del jueves 19 de octubre en París, inicialmente suspendida por la prefectura, fue finalmente autorizada por decisión del Tribunal Administrativo de París, que dictaminó que la prohibición constituía «una violación grave y manifiestamente ilegal de la libertad de manifestación». Según Deutsche Welle, un tribunal regional de Colonia anuló una prohibición similar de manifestaciones.
  • El tema de la cobertura mediática de estas concentraciones resultó especialmente delicado en los países occidentales en los primeros días posteriores al ataque del 7 de octubre, y centró la atención en el Reino Unido en particular. La BBC fue duramente criticada por describir las concentraciones como manifestaciones «en apoyo de Hamás». Finalmente, la BBC se retractó y corrigió su cobertura de los hechos, en palabras de su presentadora Maryam Moshiri: «Reconocemos que estos comentarios estaban mal redactados y eran una descripción engañosa de la manifestación propalestina». Cabe señalar que la BBC también ha sido criticada por no utilizar el término «terrorista»2 para describir a la organización Hamás, en particular por el Partido Conservador, incluido el actual Secretario de Estado de Defensa, Grant Shapps.

Por último, en este contexto, el ataque con cuchillo que provocó la muerte de un profesor en Arras el viernes 13 de octubre en Francia y el atentado que causó la muerte de dos suecos en Bruselas el 16 de octubre, reivindicado el martes 17 de octubre por la organización Estado Islámico, marcan también el regreso de los atentados islamistas en suelo europeo. Se trata de un punto de inflexión en cuanto a las políticas de seguridad interior adoptadas por los gobiernos, pero también en cuanto a su politización -en Francia, por ejemplo, en el contexto del debate parlamentario sobre la propuesta de ley de inmigración del gobierno-.