El precursor de la crisis energética de 20221 fue el apartheid de vacunas de 2020-20212. Esta escasez no era, en absoluto, natural, sino que reflejaba jerarquías financieras y geopolíticas: los que tenían más poder y recursos subían los precios y los países en desarrollo salían perdiendo en el proceso. En el caso de las vacunas, se perdieron millones de vidas3. La crisis energética también es una cuestión de vida o muerte. Los caros aires acondicionados de gas subvencionados en Europa4 con casi un billón de euros de financiamiento del déficit significaron, de verdad, el apagón de luces para millones de pakistaníes y bangladeshíes5.

En ambos casos, se les recordó a los países en desarrollo que el orden mundial existente está amañado en su contra. La desigualdad global aumentó considerablemente6. Su escasez de dinero (sobre todo, del dinero adecuado) y su incapacidad para obtener préstamos baratos los colocaron al final de la fila7. El sombrío hecho de que Occidente no sólo les negara a países pobres la propiedad intelectual de tecnología para fabricar sus propias vacunas de ARNm en plena angustia, sino que acaparara vacunas caducadas reveló la bancarrota del sistema8. Ajay Banga, el nuevo jefe del Banco Mundial, describió la creciente desconfianza «separando el Norte y el Sur globales en un momento en el que necesitamos unirnos».

Los BRICS

El 24 de agosto, más de sesenta líderes de los mayores países en desarrollo se reunieron en la Cumbre de los BRICS, en Johannesburgo, dirigida por el presidente sudafricano Ramaphosa. El multilateralismo, las reformas y el desarrollo sostenible ocuparon un lugar destacado en la agenda de la reunión. El presidente de Brasil, Lula Inácio da Silva, que fundó el grupo de los BRICS en 2009, lo resumió sin rodeos: «No podemos aceptar un neocolonialismo verde que imponga barreras comerciales y políticas proteccionistas con el pretexto de proteger el medio ambiente». Al término de la cumbre, el grupo anunció seis nuevos miembros: Etiopía, Egipto, Argentina, Irán y Arabia Saudita.

Para los países en desarrollo la crisis energética también es una cuestión de vida o muerte.

TIM SAHAY, KATE MACKENZIE

El papel de China como rival de Estados Unidos en materia de seguridad –y el de Rusia como Estado paria– dominó la cobertura de la cumbre, pero los esfuerzos por describir estos dos Estados de los BRICS como orquestadores del resto del mundo en desarrollo detrás de una agenda antiamericana y anti-G7 no resultan convincentes. Por un lado, no toman en cuenta el «lado de la demanda» de esa ecuación: ¿por qué hay tantos países dispuestos a unirse a los BRICS?

Los países en desarrollo no son víctimas pasivas de la policrisis, sino que intentan, activamente, tomar el control de sus destinos y de la dirección del orden mundial. Los BRICS conforman un ámbito en el que estos países pueden actuar. La ONU, donde muchos de esos mismos países se abstuvieron en la votación sobre las sanciones para Rusia por invadir Ucrania, es otro. En su discurso de esta cumbre, Lula afirmó que la agenda de los BRICS para reformar el orden económico mundial continuará en el G20 (que fue liderado por Indonesia, el año pasado, y por la India, este año, y que será liderado por Brasil, en 2024)9. Cuando los países consideran que no pueden lograr una reforma significativa, amenazan con abandonar las organizaciones multilaterales dominantes en favor de organizaciones dominadas por China, como la Organización de Cooperación de Shangai, o a los BRICS y recurren a acuerdos bilaterales que garanticen el acceso a la inversión, préstamos en condiciones favorables y materias primas10.

Las amenazas de salida, como sabe cualquier negociador, confieren poder. Un año después de nuestro ensayo inaugural sobre el nuevo no alineamiento, los países siguen aprovechando los vínculos con Occidente o con el nuevo bloque China-Rusia como moneda de cambio para lograr sus intereses y objetivos. Entre ellos, vemos lo siguiente:

  • Tecnologías básicas para impulsar el crecimiento futuro.
  • Equipos militares avanzados para mejorar la seguridad.
  • La ventaja en negociaciones comerciales con Europa, Estados Unidos y el nuevo bloque Rusia-China.
  • Productos esenciales como alimentos, energía, metales y fertilizantes del nuevo bloque.
  • Mejores condiciones para reestructurar su deuda con acreedores occidentales y chinos en medio de una punzante crisis mundial de deuda en dólares que amenaza su soberanía.

Los grandes países en desarrollo, como India, han demostrado que se guían únicamente por sus propios intereses11. Desde la invasión de Ucrania, el gobierno del BJP ha estado comprando petróleo ruso con descuento12. En mayo, el primer ministro Narendra Modi estuvo en Hiroshima y consolidó una coalición informal con Estados Unidos, Australia y Japón contra China. En junio, fue a Washington y consiguió transferencias de tecnología de todo tipo, desde motores de jet hasta chips; en julio, estuvo en Francia y cerró acuerdos de reactores nucleares y de defensa con el presidente Emmanuel Macron13.

Los grandes países en desarrollo, como India, han demostrado que se guían únicamente por sus propios intereses.

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A pesar de las claras tensiones entre los miembros de los BRICS y sobre lo que quieren de la propia organización, bastantes elementos de la agenda contaron con apoyo común: la potenciación de África, los acuerdos en moneda local y la reforma de las instituciones de Bretton Woods y de la OMC basada en el G20.

Diferentes estrategias

Los medios de comunicación occidentales se habían mostrado desdeñosos con los BRICS antes de su reunión de agosto14. Pocos de los comentaristas del G7 esperaban que los BRICS confirmaran nuevos miembros15. Los comentarios han caracterizado a los BRICS como una organización que no ha logrado nada en años, que está económicamente estancada y que tiene poca unidad de propósito, excepto por ser, performativamente, antiamericana16

Sin embargo, un gran abismo separa a los comentaristas occidentales de los responsables políticos occidentales. El asesor de seguridad nacional de Biden, Jake Sullivan, ha presionado al Congreso para obtener más dinero para ampliar el Banco Mundial y el FMI en calidad de núcleos «estratégicamente necesarios». Su calendario diplomático –con visitas a la India, a China, a Arabia Saudita, a los EAU y a Egipto en los últimos meses– ilustra el frenesí de negociación competitiva con las potencias no alineadas. Estos tres últimos países, junto con Irán, Argentina y Etiopía, acaban de ser anunciados como nuevos miembros de los BRICS.

Existen diferencias estratégicas entre los Estados miembros de los BRICS sobre la finalidad de la organización. China quiere crear alianzas para suplantar al poder occidental y cuenta con cierto apoyo de Brasil en este frente. Mientras tanto, la India prefiere reformar las estructuras existentes17 –como ilustró el discurso de Modi sobre los BRICS, con su énfasis en cambios concretos de gobernanza en el FMI, el Banco Mundial, la OMC y el Consejo de Seguridad de la ONU– y quiere persuadir a otras naciones del Sur global para que se resistan a la agenda geopolítica de China.

Pocos de los comentaristas del G7 esperaban que los BRICS confirmaran nuevos miembros.

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Estas diferencias garantizan que los BRICS seguirán siendo, principalmente, un foro de coordinación, no un bloque de seguridad. La India y China tampoco son los únicos miembros de los BRICS que mantienen disputas militares y territoriales. Egipto y Etiopía luchan por la Gran Presa en la cabecera del Nilo18. Irán y Arabia Saudita acaban de alcanzar una tregua tras 44 años de guerra fría19. Egipto, los EAU y Arabia Saudita son estrechos socios de seguridad de Estados Unidos; éstos albergan bases militares americanas y bombardean Yemen sin piedad, con la potencia de fuego de la ayuda militar europea y americana20.

Al no estar expuesto a la agresión territorial china, el Brasil de Lula está dando pasos mucho más firmes hacia Pekín. Mientras que la India ha bloqueado la instalación de BYD, el principal productor de vehículos eléctricos de China (y el mayor del mundo)21, Lula fue a Pekín y convenció a la empresa para que invirtiera en una planta en Bahia22. Será su primer centro de producción de vehículos eléctricos fuera de Asia y se prevé que produzca 150000 vehículos al año. La nueva planta de BYD sustituirá las instalaciones de General Motors.

El objetivo de Lula es la transición hacia una industrialización ecológica y la agricultura de valor añadido tras décadas de exportación de productos primarios como soya, mineral de hierro y petróleo23. Ha conseguido transferencias tecnológicas de China para proyectos de energía eólica marina y de hidrógeno verde y ha convertido a Brasil en el primer país en desarrollo en atraer inversiones extranjeras en energías renovables, con 115000 millones de dólares en proyectos24. La deforestación del Amazonas se ha reducido ya un 34 % desde que Lula asumió la presidencia este año.

África

El sistema liderado por Occidente ofrece diversos recursos económicos, tecnológicos y militares para los Estados en desarrollo, pero tiene el inconveniente de llegar con retrasos y con muchas condiciones25. Las élites desarrollistas de países que no pertenecen al G7 consideran más atractivos los sistemas que ofrecen recursos rápidamente y con pocas condiciones26.

Los préstamos chinos al continente africano se dispararon en la década del 2010 con los préstamos para infraestructuras de la Franja y la Ruta, que complementaron los préstamos del Banco Mundial para proyectos de salud y educación. Ahora, los países africanos se apoyan en los BRICS. Con la entrada de Egipto y de Etiopía la semana pasada, tres de los once miembros de los BRICS son africanos27.

Y están cumpliendo. Etiopía logró suspender durante un año el pago de su deuda a China en el marco común del G20. Modi también está presionando para que la Unión Africana se convierta en miembro de pleno derecho cuando el G20 se reúna en Delhi la próxima semana.

Tomemos la cuestión de la transición energética de Sudáfrica. A finales del 2021, se anunció, con gran fervor, el primer «JET-P» o Just Energy Transition Program («Programa de Transición Energética Justa»). En lo que podría haber sido la demostración más clara del financiamiento de la transición energética del Norte al Sur, los países más ricos prometieron apoyar directamente a Sudáfrica para que cambiara su sistema energético, que hacía un uso intensivo del carbón, por energías renovables28. Se prometieron 8500 millones de dólares en préstamos, pero todo el acuerdo está empantanado en política nacional: la presión sobre la empresa estatal Eskom ha llegado a un punto de ruptura29.

El objetivo de Lula es la transición hacia una industrialización ecológica y la agricultura de valor añadido tras décadas de exportación de productos primarios como soya, mineral de hierro y petróleo.

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China no puede llegar y arreglar este desastre, pero, con los ciudadanos que sufren apagones a diario, la demanda de energía solar fotovoltaica fabricada en China se ha disparado y cuadruplicado en los tejados de Sudáfrica en, apenas, un año. Durante la visita de Estado de Xi, el presidente Ramaphosa anunció una «mayor» inversión china en energía solar y una «mayor» generación y transmisión de electricidad. Los proteccionistas del país insisten en la fabricación; hasta hace poco, el gobierno prohibía la importación de paneles solares fabricados en China. La industria local teme que las empresas chinas reciban contratos para una costosa modernización de la red30.

El financiamiento para el desarrollo es vital para muchos países africanos endeudados. Tras casi dos años de revisiones, de informes de grupos de expertos y de presiones, Estados Unidos apoya, por fin, los cambios necesarios para que el Banco Mundial pueda conceder más préstamos. También, propuso aumentar sus propias contribuciones en 3300 millones de dólares, lo que, según sus cálculos, permitirá conceder unos 50000 millones de dólares en nuevos préstamos o un total de 200000 millones si los aliados de EEUU aportan una parte proporcional31. No obstante, la petición de financiamiento suplementaria de Biden se encuentra bloqueada en el Congreso de Estados Unidos, que es donde se tiene la sartén por el mango y donde la visión de suma cero de los republicanos decide el destino tanto de Ucrania como del mundo en desarrollo.

Lo que cuenta como prioridad política para la administración de Biden es un crudo recordatorio de las disparidades en el orden mundial. Australia y Canadá ya se han beneficiado de miles de millones en inversiones mineras, cortesía de la Ley de Producción de Defensa americana32. La RDC y Zambia, por su parte, tienen un vago Memorando de Entendimiento con EEUU sobre minerales de transición. También, las zanahorias de la UE, los fondos Global Gateway, se ven frenados por un proceso fragmentado33. Mientras tanto, a los países africanos, se les impondrán costos a medida que las sanciones del Mecanismo de Ajuste de Fronteras del Carbono de la UE contra las importaciones de productos industriales pesados vayan entrando en vigor, gradualmente, a lo largo de la próxima década.

Un bloque financiero

Los BRICS no se toman en serio la sustitución de estructuras multilaterales como el FMI o el Banco Mundial, como demuestra la menor escala de sus propias instalaciones. El banco de los BRICS, el Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), ha prestado 33000 millones de dólares en ocho años de funcionamiento, una fracción de los 78000 millones de dólares del Banco Mundial sólo en 2022, por no hablar de una suma exigua al lado del casi medio billón de dólares que China ha prestado a través de sus propios bancos de política.

Los BRICS no se toman en serio la sustitución de estructuras multilaterales como el FMI o el Banco Mundial, como demuestra la menor escala de sus propias instalaciones.

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Los BRICS también tienen su propio mecanismo de sustitución, al estilo del FMI, para reunir sus reservas y proporcionar liquidez de emergencia –el Acuerdo de Reservas Contingentes (ARC)– para países con problemas de endeudamiento. No están exentos de las tensiones de cuotas que hacen que la gobernanza del FMI y del Banco Mundial sea tan desagradable para los países en desarrollo. China, el mayor contribuyente del ARC, posee casi el 40 % de los votos del mecanismo. «Desde afuera, puede parecer fácil, o más fácil, cuando sólo hay cinco países alrededor de la mesa, pero no fue así, en absoluto», declaró Paulo Nogueira Batista Jr. sobre la creación del NBD y del ARC34.

La arquitectura financiera mundial es una de las principales fuentes de insatisfacción de los países en desarrollo35. Entre otras cosas, crea una dura barrera para la acción climática36. El papel preponderante del dólar en las transacciones transfronterizas hace que la política monetaria aplicada en Estados Unidos afecte a todo el planeta, en especial, a quienes piden préstamos en dólares. En el comunicado de la cumbre, no se mencionó una nueva divisa de los BRICS porque la idea no es viable, como tampoco lo es la idea de que el renminbi chino vaya a suplantar al dólar mientras China siga comprometida con los controles de capital. El verdadero objetivo monetario es realizar más comercio e inversiones en monedas locales, facilitadas por sus bancos centrales, y, posiblemente, trasladar las reservas a otras divisas37.

Competencia productiva

Los BRICS pueden considerarse parte de una agenda para reformar un orden multilateral injusto que ha superado, por mucho, su fecha de caducidad. «Las actuales estructuras de gobernanza mundial reflejan el mundo de ayer», declaró el Secretario General de la ONU, Antonio Gutteres, en la cumbre de los BRICS. Añadió que las instituciones «deben reformarse para reflejar las realidades económicas y de poder de hoy».

No hay camino hacia la paz, la prosperidad o la estabilidad planetaria que no pase por China. Martin Wolf argumentó, recientemente, que estamos en una «competencia sistémica»38. Los países quieren, racionalmente, protegerse contra una mayor ruptura sistémica en las relaciones entre Occidente y China. Recientes visitas de ministros del gabinete de Estados Unidos –el Secretario de Estado Anthony Blinken, la Secretaria del Tesoro Janet Yellen, la Secretaria de Comercio Gina Raimondo– le han asegurado a Pekín que desvincular sus economías entrelazadas sería «desastroso» para ambos (Yellen señaló que ni siquiera era posible).

Es probable que el mayor impacto de los BRICS no consista en crear nuevas y llamativas instituciones ni en aumentar el número de miembros, sino, más bien, si lo logra, en incitar una cooperación más significativa por parte de los países más ricos.

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Sin embargo, las relaciones podrían empeorar si se mantiene el embargo americano de chips y si se anuncian nuevas prohibiciones de inversión este mes. Esta cumbre de los BRICS coincidió con un histórico acuerdo trilateral entre Estados Unidos, Corea del Sur y Japón, que refuerza la alianza militar para contener la creciente amenaza china. La construcción de nuevas bases americanas en Filipinas y Papúa Nueva Guinea refuerza la opinión de Pekín de que Estados Unidos planea cercarla e impedir su crecimiento futuro.

Es probable que el mayor impacto de los BRICS no consista en crear nuevas y llamativas instituciones ni en aumentar el número de miembros, sino, más bien, si lo logra, en incitar una cooperación más significativa por parte de los países más ricos. Lo que no está tan claro es su capacidad para reforzar la cooperación Sur-Sur más allá de los acuerdos programados para coincidir con los resultados de las cumbres. Países como la India, Brasil y Sudáfrica deben tomar la iniciativa en la reducción de las emisiones de carbono, para lo que tendrán que encontrar sus propias razones de interés –crecimiento industrial ecológico, reducción de su factura de importación de energía, riesgos de seguridad/suministro y vulnerabilidad ecológica– del mismo modo en el que lo ha hecho China39.

Notas al pie
  1. Bajaj SS, Maki L, Stanford FC. Vaccine apartheid : global cooperation and equity. Lancet. 2022 Apr 16;399(10334):1452-1453.
  2. Guan, Y., Yan, J., Shan, Y. et al. Burden of the global energy price crisis on households. Nat Energy8, 304–316 (2023).
  3. Ledford H. COVID vaccine hoarding might have cost more than a million lives. Nature. 2022 Nov 2.
  4. Jeff D. Colgan, Alexander S. Gard-Murray, and Miriam Hinthorn, Letting Europe’s Energy Crisis Go to Waste : The Ukraine War’s Massive Fossil Fuel Costs Fail to Accelerate Renewables, Climate Solutions Lab, agosto de 2023.
  5. Tim Sahay, Kate Mackenzie, « Debt and Power in Pakistan », The Polycrisis, 23 de febrero de 2023
  6. Larry Elliott, « Top economists call for action on runaway global inequality », The Guardian, 17 de julio de 2023.
  7. Tim Sahay, Kate Mackenzie, « The Gigantic Austerity Drive Underway », The Polycrisis, 20 de abril de 2023
  8. Kohler J, Wong A, Tailor L. Improving Access to COVID-19 Vaccines : An Analysis of TRIPS Waiver Discourse among WTO Members, Civil Society Organizations, and Pharmaceutical Industry Stakeholders. Health Hum Rights. 2022 Dec;24(2):159-175.
  9. Peter S. Goodman, « How Geopolitics Is Complicating the Move to Clean Energy », The New York Times, 18 de agosto de 2023
  10. Jared Cohen, « The rise of geopolitical swing states », Goldman Sachs, 15 de mayo de 2023
  11. Patrick Porter, « Why Russia is still in business », The Critic, mayo de 2023.
  12. Syed Fazl-e-Haider, « India Losing Its Steep Discount on Russian Crude Oil », Eurasia Daily Monitor, Volume : 20 Issue : 132
  13. Kate Mackenzie, Tim Sahay, « Washington-Paris-London Calling », The Polycrisis, 20 de julio de 2023
  14. Hugo Dixon, « The BRICS are better off disbanding than expanding », Reuters, 31 de julio de 2023.
  15. Steven Erlanger, David Pierson, Lynsey Chutel, « Iran, Saudi Arabia and Egypt Invited to Join Emerging Nations Group », New York Times, 24 de agosto de 2023.
  16. Lord Jim O’Neill, « Does an expanded BRICS mean anything ? », Chatham House, 27 de agosto de 2023
  17. Hung Tran, « China and India are at odds over BRICS expansion », New Atlanticist, 8 de agosto de 2023.
  18. Peter Fabricius, « GERD is a fait accompli, so it’s time to get real », Institute for Security Studies, 28 de abril de 2023
  19. Isaac Chotiner, « What the Saudi-Iran Deal Means to the Middle East », The New Yorker, 14 de marzo de 2023.
  20. « Made in Europe, bombed in Yemen : How the ICC could tackle the responsibility of arms exporters and government officials », ECCHR Report, febrero de 2020.
  21. Ayush Singh, « Centre declines $1 billion proposal put forth by BYD Motors and Megha Engineering to EVs in India », Business Outreach, 22 de julio de 2023.
  22. Leonardo Lara, « BYD Picks Brazil for Its First Electric-Vehicle Hub Outside Asia », Bloomberg, 4 de julio de 2023.
  23. Kate Mackenzie, Tim Sahay, « Domestic Politics & Planetary Change », The Polycrisis, 3 de noviembre de 2022.
  24. Catherine Osborn, « Brazil Courts China to Boost Tech Ties », Foreign Policy, 21 de abril de 2023.
  25. Barbara Moens, Stuart Lau, « West plays a tired, old tune on matching China’s Belt and Road », Politico, 15 de noviembre de 2022
  26. Tim Sahay, Lee Harris, « Don’t Say “Scramble for Africa” », The Polycrisis, 26 de enero de 2023.
  27. Eric Olander, Cobus van Staden, « Africa’s prominent role in the new “BRICS” », The China in Africa Podcast, 25 de agosto de 2023.
  28. Bruce Baigrie, « Eskom, Unbundling, and Decarbonization », Phenomenal World, 14 de febrero de 2023
  29. Adam Tooze, « From Feast To Famine : Apartheid’s Power Bonanza And The Genesis Of South Africa’s Electricity Crisis. », Carbon Notes, 4.
  30. Peter Fabricius, « Chinese President Xi Jinping makes rare trip abroad to touch many bases in South Africa », Daily Maverick, 21 de agosto de 2023.
  31. « The BRICS bloc is riven with tensions », The Economist, 17 de agosto de 2023.
  32. Kate Mackenzie, Tim Sahay, « Friends With (Metal) Benefits », The Polycrisis, 1 de junio de 2023.
  33. Alberto Rizzi, Arturo Varvelli, « Opening the Global Gateway : Why the EU should invest more in the southern neighbourhood », ECFR, 14 de marzo de 2023.
  34. « Evaluating the BRICS Financing Mechanisms : Q&A with Paulo Nogueira Batista Jr », BU Global Development Policy Center, 26 de octubre de 2021.
  35. Mona Ali, « Reforming the IMF », Phenomenal World, 13 de mayo de 2023.
  36. Kate Mackenzie, « Uneven Channels », Phenomenal World, 30 de octubre de 2021.
  37. Hung Tran, « Understanding the growing use of local currencies in cross-border payments », Atlantic Coucil, 25 de agosto de 2023.
  38. Martin Wolf, « The West Must Recognise its Hypocrisy », Financial Times, 11 de julio de 2023.
  39. Jianquiang Liu, « Analysis : Nine key moments that changed China’s mind about climate change », CarbonBrief, 25 de octubre de 2021.