• En resumen. Tras la votación del domingo en España, no hay mayoría parlamentaria para el bloque de derechas, mientras que podría surgir una mayoría de izquierdas gracias a los acuerdos con los partidos independentistas. Sánchez celebró un resultado fruto de una estrategia disputada pero ganadora: «tenemos más escaños que hace cuatro años». Feijoo (PP), líder del mayor partido de España pero ya enfrentado a turbulencias internas, reivindica su derecho a formar gobierno: «No quiero que nadie tenga la tentación de hacer ingobernable España».
  • Una sorpresa relativa. Si leyeron los análisis electorales que publicamos en colaboración con Cluster17 (aquí y aquí) sólo estarán sorprendidos a medias: preveíamos que el voto útil se habría impuesto (y de hecho hubo una fuerte reducción de Vox, que perdió 19 escaños respecto a las elecciones anteriores) y que la movilización electoral habría permitido a la izquierda mantenerse, o incluso seguir siendo la primera fuerza en el Parlamento.
  • ¿Cuáles son los escenarios? Dado que el panorama político español está dividido, y que los dos bloques no tienen mayoría, habrá que seguir de cerca la estrategia de los independentistas, que ya han expresado su deseo de renegociar su apoyo a Sánchez. Sin embargo, parece imposible que participen en un gobierno con Vox, y muy poco probable que le presten apoyo externo. Si una gran coalición con los liderazgos actuales parece difícil de imaginar, de momento parece probable una repetición de las elecciones para resolver el impasse institucional, con una dinámica menos favorable para la derecha, previsiblemente vencedora e incapaz de expresar su hegemonía. Sin embargo, no se puede descartar la posibilidad de que Sánchez suceda a Sánchez en un interregno que podría prolongarse.