Dada la magnitud y la urgencia de la cuestión del cambio climático -cuyos efectos se dejan sentir a escala mundial-, el sistema financiero internacional, tal y como funciona actualmente (basado en particular en la deuda, la hegemonía del dólar y la dependencia de los combustibles fósiles), constituye un «obstáculo fundamental para la acción por el clima».

Hoy y mañana se reúnen en París 40 Jefes de Estado y de Gobierno y decenas de ministros que representan en total a casi un centenar de países, a iniciativa de Emmanuel Macron, para relanzar el diálogo y restablecer la confianza en la alianza Norte-Sur, según el Elíseo.

  • En la ceremonia de apertura de la Cumbre, el Presidente francés anunció que el objetivo fijado en la COP de Copenhague en 2009 de movilizar 100.000 millones de dólares para financiar la lucha contra el cambio climático en los países en desarrollo tenía «muchas posibilidades de alcanzarse este año»1.
  • Aunque este objetivo -que inicialmente debía alcanzarse en 2020- era ambicioso cuando se fijó, París quiere ahora ir más allá de los meros compromisos financieros y transformar el sistema internacional para que se adapte al cambio climático, y no al revés.
  • Para lograrlo, hoy y mañana se debatirán en París dos vías principales: cómo garantizar que los bancos multilaterales dispongan de los instrumentos para asignar el capital allí donde sea más útil en la lucha contra el cambio climático (sin abandonar la lucha contra la pobreza y los objetivos de desarrollo), y cómo aumentar y movilizar más recursos para financiar esta lucha, en particular a través del sector privado.
  • Aunque la inversión mundial en energía limpia y transición ecológica ha aumentado un 60 % desde 2015, sigue estando muy concentrada en determinados países: principalmente los Estados miembros de la Unión Europea, China, Estados Unidos y Japón.

La Cumbre da así continuidad a la Agenda de Bridgetown, impulsada por iniciativa de la Primera Ministra de Barbados, Amor Mottley, y a la petición de reforma de las principales instituciones financieras internacionales – el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional – para dotarlas de la capacidad de proporcionar a los países en desarrollo financiación para luchar contra el cambio climático sin dejar de invertir en su propio crecimiento y desarrollo. En la declaración conjunta que clausurará la cumbre, los países participantes se comprometerán a trabajar por estas reformas.

Aunque se abandonará el arriesgado ejercicio de redactar una declaración conjunta negociada palabra por palabra, en favor de una «hoja de ruta» más amplia, se mantendrán conversaciones técnicas antes de las próximas grandes reuniones multilaterales (G20, COP 28, reuniones anuales del FMI y el Banco Mundial, etc.).

  • En particular, París pretende conseguir un mayor apoyo para el plan de las Islas Marshall y las Islas Salomón, que ya lleva diez años, de introducir un impuesto sobre el transporte marítimo.
  • En su informe anual sobre el transporte marítimo publicado el pasado mes de noviembre, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) señalaba que «las emisiones de gases de efecto invernadero de la flota marítima mundial van en la dirección equivocada», con un aumento del 4,7% entre 2020 y 20212.
  • En la primera mesa redonda de la conferencia, el Presidente del Banco Mundial, Ajay Banga, dio a conocer una nueva serie de medidas para ayudar a los países afectados por catástrofes naturales, en particular permitiéndoles suspender temporalmente los reembolsos de la deuda y reorientar los fondos hacia medidas de emergencia3.
  • Los debates concretos también se centrarán en los resultados y las perspectivas de la reasignación de los Derechos Especiales de Giro (DEG). Creados en 1969 por el FMI originalmente para complementar las reservas de divisas de los miembros de la institución, el equivalente a 100.000 millones de dólares de estos derechos ha sido reasignado de los países ricos a los países en desarrollo desde 2021.
  • Según el último informe del Banco Mundial, los elevados tipos de interés en los países en desarrollo «no sólo frenan el crecimiento de las economías emergentes, sino que también frenan la inversión y aumentan el riesgo de crisis financieras»4.

Con la organización en París de un acto al que asisten principalmente Jefes de Estado y de Gobierno de países del Sur (África, Asia, Sudamérica), Emmanuel Macron pretende impulsar un replanteamiento de las relaciones entre los países del Norte y del Sur, y también entre los países del Sur. El Presidente francés quiere inyectar un «shock de inversión» en los países en desarrollo. En un informe encargado por el Reino Unido y Egipto para la COP 27, se cifró en 1 billón de dólares anuales de aquí a 2030 el importe de la financiación exterior necesaria para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, reforzar la resiliencia de los países en desarrollo, compensar las pérdidas y daños causados por los efectos del cambio climático y restaurar la naturaleza y el territorio5.

Notas al pie
  1. Tuit de Emmanuel Macron, 22 de junio de 2023.
  2. Review of Maritime Transport 2022, UNCTAD, noviembre de 2022.
  3. Leigh Thomas, John Irish y Elizabeth Pineau, « At Paris summit, World Bank unveils debt payment pause for disaster-hit countries », Reuters, 22 de junio de 2023.
  4. Global Economic Prospects, Banco Mundial, junio de 2023.
  5. « Finance for climate action. Scaling up investment for climate and development », Report of the Independent High-Level Expert Group on Climate Finance, noviembre de 2022.