El presupuesto de la Unión Europea se fija cada 7 años mediante el Marco Financiero Plurianual (MFP). Este, dividido en presupuestos anuales, permite en general a la Unión hacer frente a sus gastos. Sin embargo, debido a las múltiples crisis que se han producido desde la adopción en diciembre de 2020 del MFP para el periodo 2021-2027, el nivel actual de gasto europeo no permitirá a la Unión financiar sus políticas hasta esa fecha.

  • El presupuesto europeo para el periodo 2021-2027 asciende a 107.300 millones de euros, a los que hay que añadir los 750.000 millones del plan de recuperación de la UE post-Covid Next Generation.
  • El pasado mes de noviembre, el Parlamento Europeo aprobó el presupuesto para 2023 con unos compromisos de 186.600 millones de euros, lo que supone un aumento del 1,1% respecto al presupuesto de 2022.

Debido a los gastos relacionados con la pandemia del Covid-19, la inflación, el aumento del coste de los préstamos en el marco del plan de recuperación tras el Covid, la ayuda prestada a Ucrania y la acogida de refugiados ucranianos… la Comisión considera que es necesario revisar el presupuesto europeo para que la Unión pueda hacer frente a las múltiples crisis que se han producido en los últimos tres años.

El martes 20 de junio, Ursula von der Leyen propuso aumentar este presupuesto de 2024 a 2027 en tres ámbitos específicos: 

  • Ayuda a Ucrania. La Comisión quiere crear una reserva financiera de 50.000 millones de euros en forma de préstamos y subvenciones. Esto debería permitir al Estado ucraniano seguir ejerciendo sus funciones soberanas, pero también servirá para iniciar cuanto antes la reconstrucción del país (cuyo coste estima el Banco Mundial en más de 400.000 millones de euros)1. En total, el importe anual propuesto por la Comisión será inferior a los 18.000 millones de euros prometidos para 2023. 
  • Migración. Para proporcionar a los Estados miembros un apoyo financiero que les permita hacer frente a la «magnitud del reto migratorio», el Presidente de la Comisión ha propuesto una dotación adicional de 15.000 millones de euros. También se utilizará para aumentar la cooperación con los países de la vecindad europea y prestar asistencia a los refugiados sirios en Siria, Líbano, Jordania y Turquía2.
  • Competitividad. Para seguir invirtiendo masivamente en la resiliencia y la transición ecológica de la Unión, la Comisión solicita a los Estados miembros una dotación adicional de 10 000 millones de euros, que se utilizarán para financiar el desarrollo y la fabricación de tecnologías estratégicas en los ámbitos de la deep tech, la cleantech y la biotech.

Este último conjunto de propuestas (agrupadas bajo las siglas «STEP», Strategic Technologies for Europe Platform) se presenta como precursor del fondo soberano europeo destinado a apoyar la aparición de una política industrial ecológica europea, mencionado por primera vez por Ursula von der Leyen en su discurso sobre el Estado de la Unión de septiembre3. Liberando otros 10.000 millones de euros además de los fondos ya existentes, la Comisión aspira a lograr 160.000 millones de inversión en los próximos años.

  • Aunque es muy probable que los Estados miembros lleguen a un acuerdo sobre la ayuda a Ucrania, no está claro cómo conseguirá la Comisión convencer a las capitales para que aumenten sus contribuciones al presupuesto.