Según el sociólogo y politólogo ruso Grigory Yudin, los rusos que ocupan puestos importantes en la vida política y económica del país consideran cada vez más la posibilidad de una derrota militar rusa en Ucrania1.

  • Aunque las encuestas del Levada Center indican que la población rusa en su conjunto sigue apoyando (72% en marzo de 2023) la invasión de Ucrania, algunas figuras destacadas están expresando públicamente sus dudas sobre una victoria militar de Rusia.
  • Desde hace varios meses, el líder del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, critica públicamente al Kremlin y al Estado Mayor ruso y advierte de que las fuerzas rusas podrían ser derrotadas en Bajmut si no reciben más proyectiles y munición.
  • El lunes 8 de mayo, el oligarca y magnate inmobiliario ruso Andrey Kovalev destacó en su canal de Telegram los consecutivos fracasos rusos en Ucrania y la discrepancia entre la situación sobre el terreno y la forma en que se informa de los hechos en Rusia2.

En Moscú, las autoridades -conscientes del papel crucial que desempeña la narrativa- están facilitando a los medios de comunicación progubernamentales el lenguaje que deben utilizar en función del resultado de la contraofensiva ucraniana que se espera lanzar en las próximas semanas. Según el medio de comunicación independiente Meduza, el Kremlin está preparando a los periodistas rusos «para que no resten importancia a las expectativas sobre la contraofensiva respaldada por la OTAN» y eviten mencionar el dinero destinado a reconstruir las infraestructuras destruidas en la parte ocupada de Ucrania3.

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Aunque es poco probable a corto y medio plazo que el ejército ruso sea completamente derrotado y empujado más allá de las fronteras de Ucrania -incluida Crimea-, es importante no obstante anticipar cómo podría ser una derrota rusa.

  • En la lógica del régimen de Putin, así como para muchos rusos entrevistados por Yudin, es inconcebible reconocer una derrota militar porque «si Rusia no toma Kiev, ellos [la OTAN] tomarán Moscú de todos modos».
  • En su discurso del martes 9 de mayo con motivo de la conmemoración de la victoria de 1945, Vladimir Putin acusó a las «élites globalistas occidentales» de querer «completar la desintegración y la aniquilación de nuestro país».
  • Teniendo en cuenta que Rusia ha perdido económica y diplomáticamente al lanzar su invasión en febrero de 2022 -y que hasta ahora no ha logrado vencer militarmente-, una «derrota» rusa tendría que implicar una derrota del propio Putin. El 17 de marzo, la Corte Penal Internacional abrió la puerta a ello en forma de una orden de detención internacional contra el presidente ruso por deportación y traslado ilegal de población4.