El Congreso reafirma en California el apoyo bipartidista a Taiwán

La visita de la anterior Presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a Taiwán en agosto de 2022 había provocado la ira de Pekín. Las autoridades chinas respondieron a lo que consideraron una «afrenta» desplegando aviones de guerra y barcos para un ejercicio militar a gran escala que duró tres días¹.

La presidenta taiwanesa, Tsai Ing-Wen, se mostró prudente en su visita a Simi Valley (California), limitando las posibilidades de oposición china.

• A pesar de estas precauciones, Pekín siguió impugnando esta «violación del principio de una sola China», añadiendo que un acercamiento entre Taipei y Washington «sólo empujará a Taiwán a una ‘guerra militar'»².
• La Casa Blanca restó importancia a la reunión, y el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, reiteró que el «tránsito» no oficial «no debe ser utilizado por la República Popular China como pretexto para intensificar sus actividades agresivas en torno al estrecho de Taiwán»³.

Estos movimientos son esenciales para demostrar a China y al resto del mundo que Taiwán no está aislado y que sigue contando con apoyo, aunque a menudo informal. Desde que China y Honduras establecieran relaciones diplomáticas formales el 26 de marzo del año pasado, Taiwán ha roto lazos con la república centroamericana «para preservar la soberanía y la dignidad nacionales»⁴. En la actualidad, sólo 13 Estados mantienen relaciones diplomáticas formales con la República de China, la mayoría de los cuales son microestados o países insulares.

En la conferencia de prensa celebrada el miércoles 5 de abril por Kevin McCarthy y Tsai Ing-Wen, el presidente republicano de la Cámara de Representantes declaró su apoyo a «la venta continuada de armas a Taiwán» y pidió «una mayor cooperación económica, especialmente en los ámbitos del comercio y la tecnología»⁵.

• El 1 de marzo, la Agencia de Cooperación en Seguridad de Defensa notificó al Congreso que el Departamento de Estado había aprobado una posible venta de armas (principalmente misiles para los F-16) a Taiwán por 619 millones de dólares⁶.
• Taiwán es uno de los países participantes en el programa de Ventas Militares al Extranjero (FMS) que más se ha beneficiado de él. El año pasado, Estados Unidos vendió a la isla material militar por valor de más de 2.000 millones de dólares (principalmente piezas de repuesto y asistencia logística)⁷.
• Tanto sobre la venta de armas como sobre el mensaje a Taiwán, McCarthy -cuyo primer gran discurso sobre política exterior desde que es presidente de la Cámara– quiso demostrar a la presidenta taiwanesa el apoyo bipartidista a la defensa de la soberanía de la isla frente a China.

A pesar de la pérdida de figuras pro taiwanesas en las recientes elecciones de mitad de mandato -en particular el senador republicano Jim Inhofe y el representante republicano Steve Chabot-, el apoyo entre demócratas y republicanos sigue siendo fuerte en el Congreso estadounidense. Este apoyo también se encuentra entre la sociedad civil, más de la mitad de la cual cree que Estados Unidos debe adoptar una postura firme contra China para garantizar que no tome el control de Taiwán por la fuerza⁸. Durante la visita de Tsai Ing-Wen, los cargos electos de los dos principales partidos estadounidenses dejaron temporalmente de lado sus diferencias, y Nancy Pelosi incluso «elogió el liderazgo» de su sucesora, ofreciendo un raro momento de consenso en política exterior⁹.