Esta visita del presidente bielorruso está marcada por una intensa actividad diplomática de ambos actores. El 16 de febrero, Lukashenko había invitado a Joe Biden a visitar Bielorrusia para participar en un «diálogo trilateral» sobre Ucrania junto a Volodymyr Zelensky y Vladimir Putin. La semana pasada, China publicó un «documento conceptual sobre la Iniciativa de Seguridad Global«, antes de detallar su postura sobre una «solución política de la crisis ucraniana».

Aunque los funcionarios chinos han descrito la visita como «una oportunidad para promover el desarrollo de la cooperación entre los dos países», la guerra en Ucrania ocupará un lugar destacado en las conversaciones.

  • Antes de la visita, el presidente bielorruso calificó el documento chino de «paso adelante con importantes consecuencias»1.
  • Zelensky no respondió públicamente a la invitación de Lukashenko, sino que se limitó a calificar de «gran error» la posibilidad de que Bielorrusia se uniera a Rusia en la guerra, después de que ésta sugiriera que se sumaría al conflicto «si Bielorrusia fuera atacada»2.
  • Tras afirmar que «quiere creer que China no entregará armas a Rusia» –siguiendo la información revelada por Spiegel-, el presidente ucraniano dijo estar «abierto a examinar ciertos aspectos del «documento de posición» chino»3.

Aunque la sombra de la guerra planeará sobre la reunión, el propósito declarado de la visita es económico y comercial. En particular, Bielorrusia se ha asociado con China en el proyecto de las Nuevas Rutas de la Seda a través del «Gran Parque Industrial de Piedra China-Bielorrusia», un proyecto de zona económica especial lanzado en 2012 que ofrece ventajas fiscales a las empresas chinas.

La visita tiene como objetivo profundizar en las relaciones económicas mediante la firma de «documentos de cooperación en numerosos ámbitos como la política, la economía, el comercio, las finanzas, la industria, la agricultura, la ciencia y la tecnología, el deporte, el turismo, la sanidad y los medios de comunicación», según el embajador chino en Minsk4.

  • El presidente bielorruso también insinuó que le gustaría profundizar en la cooperación industrial entre Bielorrusia y China mediante la firma de un acuerdo similar al suscrito con Moscú el 15 de febrero5.
  • En una entrevista antes de partir hacia Pekín, Lukashenko declaró: «¿Por qué no firmar un acuerdo de este tipo con China? Empecemos por Bielorrusia, y luego nos uniremos los tres: Rusia, Bielorrusia y China»6.
  • Minsk también quiere acercarse a Pekín ingresando en la Organización de Cooperación de Shanghai, de la que Bielorrusia es miembro observador desde 2010. En la cumbre de Samarcanda del pasado septiembre, los miembros de la OCS adoptaron la decisión de iniciar el procedimiento de adhesión de Bielorrusia7.