Lo que hay que destacar del discurso de Olaf Scholz en Praga

• El Canciller Olaf Scholz pronunció ayer por la mañana un discurso sobre política general europea en la Universidad Carolina de Praga. Se trata de su discurso más importante sobre Europa. Tras publicar una tribuna en el Frankfurter Allgemeine Zeitung, cuya traducción en español comentada línea por línea pueden encontrar aquí, el jefe del gobierno alemán abre con este discurso de unos 50 minutos una vuelta al trabajo de alto riesgo para Alemania y Europa ¹.

• Mientras continúa la guerra en Ucrania, el gobierno alemán se enfrenta al riesgo de una grave escasez de energía. El objetivo principal del discurso: responder a las críticas que acusan a Alemania de ir sólo por su cuenta con demasiada frecuencia.

Una Europa geopolítica como respuesta al cambio de época

• Olaf Scholz aclara lo que quiere decir con su eslogan de «Zeitenwende«: este «cambio de época», que invoca aquí cuatro veces, se ha convertido en el leitmotiv de los discursos del Canciller. Aunque es bastante vago a veces, el discurso propone, discute y afirma, y mientras que su discurso de febrero de 2022 fue sobre todo una respuesta a la emergencia, la guerra en Ucrania es aquí sobre todo el telón de fondo de un programa de reformas europeas.

• Este discurso, pronunciado en una prestigiosa universidad para el inicio del curso académico, recuerda al que pronunció el nuevo presidente Emmanuel Macron en septiembre de 2017 en la Sorbona -ampliado en la entrevista de fondo que nos concedió-.

• Olaf Scholz multiplica sus propuestas, esforzándose por hacer de Alemania una fuerza de iniciativa: «pienso», «propongo», «me imagino». El discurso también abunda en referencias a la prestigiosa historia europea de la capital checa, desde Carlos IV hasta Kundera.

Avanzar en la ampliación, abordar las reformas institucionales

• El discurso propone reformas concretas en cuatro líneas principales. El primero es preparar a la Unión para la ampliación mediante una reforma institucional (votación por mayoría cualificada, reorganización del equilibrio en el Parlamento y la Comisión).

• Scholz también apoya la iniciativa de Emmanuel Macron de crear una Comunidad Política Europea que incluya a los Estados vecinos que se incorporen a la Unión, una idea propuesta originalmente por Enrico Letta en nuestras columnas.

• Esta comunidad adoptaría la forma de «un intercambio regular a nivel político»: «un foro para debatir cuestiones clave que afectan a todo el continente, como la seguridad, la energía, el clima y la conectividad».

Reforzar la soberanía europea

• Reforzar la soberanía europea es el segundo gran ámbito en el que Alemania quiere hacer propuestas, ya para poner fin a su excesiva dependencia de Rusia para sus importaciones energéticas.

• El Canciller se refiere, sin nombrarlo, a los esfuerzos de su ministro Robert Habeck, como el desarrollo de infraestructuras para el gas natural licuado. Para un brillante análisis del contexto, hay que leer esta pieza de doctrina de Helen Thompson.

• La soberanía que promueve Olaf Scholz es también industrial y técnica. Insiste especialmente en el control de las líneas de producción de semiconductores. El pasado mes de junio, en nuestras columnas, Franco Bassanini trataba de comprender las razones de este fenómeno, factores cíclicos pero también estructurales, y la importancia de controlarlos para garantizar la autonomía estratégica europea.

• Las propuestas sobre energía (mercado interior hidroeléctrico, eólico y solar, red europea de hidrógeno, puntos de recarga, desarrollo de combustibles neutros para la aviación) están relacionadas con el objetivo de la neutralidad del carbono en 2050 -estamos más bien en el largo plazo-.

¿Y el futuro de la energía nuclear alemana?

• No se ha aclarado el futuro de la planta nuclear alemana, que ha recibido un aplazo por el estallido de la guerra en Ucrania. Olaf Scholz también menciona una necesaria racionalización del rearme europeo, para facilitar la interoperabilidad. En particular, nombra el desarrollo de un moderno sistema de defensa antiaérea, radares y drones de reconocimiento, en el que podrían participar varios países -entre los que no se nombra a Francia, los grandes proyectos franco-alemanes no se mencionan.

Superar viejos conflictos, buscar nuevas soluciones

• El tercer plan de acción tiene por objeto superar las divisiones en dos ámbitos muy controvertidos en Europa durante los últimos diez años: las políticas migratorias y las políticas presupuestaria y financiera.

• El gobierno alemán dice estar abierto a un cambio de los tratados: pero, en línea con la presión de la ministra liberal de finanzas Lindner, el nuevo acuerdo debe permitir la inversión pública y al mismo tiempo ser políticamente vinculante para los miembros de la zona.

• En cuanto a las migraciones, el método es similar ya que se trata de reforzar tanto los controles fronterizos como de cubrir las necesidades de mano de obra cualificada de las empresas europeas, multiplicando las asociaciones con los países de origen y de tránsito.

Defender los valores de Europa, respetar el Estado de Derecho

• Por último, la cuarta parte del programa alemán está dedicada a los valores y al respeto del Estado de Derecho en los Estados miembros. Según Olaf Scholz, es la comunidad de valores la que da consistencia a la Unión Europea y justifica su lucha contra Rusia.

• Es entonces importante respetar estos valores en el seno de la UE para evitar el desarrollo de «democracias antiliberales»: utilización del artículo 7 del Tratado y condicionamiento del pago de determinados fondos al respeto de los principios de independencia judicial.

• Pero Olaf Scholz se cuida de no adoptar un tono demasiado combativo. No nombra a ninguno de los países infractores y se muestra personalmente partidario de un acuerdo político sobre las infracciones de los miembros que acompañe o sustituya a los procedimientos judiciales.

• Este discurso es a la vez un ejercicio de método y un intento de introspección moral: Olaf Scholz parece estar convencido de que Europa sólo se construye en respuesta a sucesivas crisis, por lo que retoma la fórmula de la declaración Schuman de la «solidaridad de hecho».

• Así, parece convencido de que el sentido de la construcción europea ha cambiado: si al principio estaba destinada a garantizar la paz y la prosperidad, luego la justicia y la libertad, ahora la Unión debe también defenderse frente a las amenazas exteriores.