Política

La nueva guerra del Báltico: cómo la Rusia de Putin prepara su próximo escenario de operaciones

Asia Septentrional

El informe Karaganov: Putin y la nueva doctrina del «hombre ruso» (traducción completa comentada)

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Tras el verano de la «humillación», la presidenta de la Comisión Europea se enfrenta a una desconfianza sin precedentes, revelada ayer por nuestra encuesta exclusiva.

En un discurso sobre el estado de la Unión muy esperado, ha tratado de proponer un nuevo dispositivo.

¿Será suficiente para responder a los europeos? 

Publicamos su discurso en versión íntegra y lo comentamos línea por línea.

«Definir nuestro horizonte biónico: el umbral de fusión entre naturaleza y cultura a partir del cual una población se vuelve indistinguible de su tecnología».

Para Nick Land, el aceleracionismo no solo debe permitir destruir la democracia, sino que debe permitir un secesionismo biónico.

Ir más allá de lo humano para que una pequeña élite superior pueda reinar sobre todos los seres vivos.

Traducimos y comentamos línea por línea el texto clave de uno de los autores más influyentes y oscuros de la galaxia neorreaccionaria.

En Francia, la lucha contra la desinformación cuesta entre 20 y 25 millones de euros. Para alimentar su maquinaria de propaganda internacional, Rusia gasta el equivalente a más de 2.000 millones de dólares al año.

La información es una guerra, pero combatir las pasiones con estadísticas nos asegura perderla. Para llevar a cabo la contraofensiva, la verificación de datos es tan necesaria como ineficaz.

Salir de la negación implica pasar a la ofensiva.

A su regreso de China, donde bromeó con Xi Jinping sobre la posibilidad de convertirse en inmortal, Vladimir Putin pronunció un largo discurso en Vladivostok.

Su anuncio: convertir el Lejano Oriente ruso —un territorio de 7 millones de kilómetros cuadrados con un PIB equivalente al de Bretaña— en un nuevo espacio de prosperidad económica.

En un país minado por la inflación, se dirigía sobre todo a los oligarcas.

Tienen un programa radical, grandes ideas de filosofía política y trajes oscuros.

En Washington, los hombres que se reunieron esta semana en la NatCon no tienen nada que ver con las multitudes que invadieron el Capitolio hace tres años.

Quieren una revolución mucho más profunda.

Para el Grand Continent, la investigadora Marlène Laruelle, especialista del iliberalismo, fue acreditada para sumergirse durante tres días en el corazón del laboratorio de la nueva élite trumpista.

Mientras ayer se inauguraba la NatCon en Washington, una pregunta acecha a la izquierda estadounidense: ¿en qué terreno es aún posible derrotar a Trump?

Pero para Cole Stangler, que ha estudiado la radicalización de los nacionalistas estadounidenses, la hegemonía trumpista puede ser derrocada.

AOC, Newsom, Mamdani: está surgiendo una nueva generación de líderes demócratas —pero aún está buscando su estructura—.