Archivos y discursos


En 1578, en plena agitación militar, el ejército polaco-lituano lanzó una fulgurante contraofensiva contra los moscovitas, invirtiendo los sustanciales avances logrados el año anterior. Este giro de los acontecimientos brindó a Andrei Kurbski la oportunidad perfecta para responder incisivamente a la última misiva de Iván el Terrible. Con una humildad hábilmente calculada, Kurbski proclama su deseo de evitar cualquier disputa con el gran príncipe, dejando el juicio final a la divina providencia.

En 1577, animado por el éxito militar de su nueva campaña en Livonia, Iván el Terrible retoma la pluma tras trece años de silencio. En esta segunda carta, el primer zar emite una acusación y una justificación: poniéndose en el papel de víctima, afirma que la incesante oposición habría forjado su severidad y fortalecido su determinación —y que, como prueba, Dios está de su parte—.

Este verano, Rusia no retransmite los Juegos Olímpicos de París 2024, y los 15 atletas rusos en París juegan sin pancartas ni himnos.
Pero en junio, la ciudad de Kazán acogió los Juegos de los BRICS, una de las alternativas para conseguir que el deporte ruso exista fuera de los marcos internacionales de los que habría sido «cancelado» tras el escándalo de dopaje y la invasión de Ucrania. En la fábrica rusa del deporte «del futuro», traducimos un texto clave de uno de los pensadores de este modelo, al servicio del proyecto político de Putin.

En la última parte de su primera carta, Iván el Terrible sigue debatiéndose entre sus dos hipóstasis: el soberano invencible y el buen cristiano. Después de haber fulminado en las secciones anteriores, el zar está desesperado por limpiar su nombre y devaluar todas las hazañas de Kurbski con las armas. Defiende con ardor su autoridad legítima, justificando los castigos infligidos como necesarios para mantener el orden y la justicia. Sin cesar de citar las Escrituras, invoca la justicia divina, convencido de que sus actos serán santificados por Dios.

Iván el Terrible continúa su ofensiva contra el príncipe Kurbski. La segunda parte de la carta nos sumerge en la atormentada vida del zar, revelando las conspiraciones, traiciones y luchas de poder que marcaron su reinado. Iván lamenta los sufrimientos padecidos desde su infancia, los ataques de enemigos extranjeros y las maquinaciones de los boyardos que usurparon el poder. A través de este relato, Iván justifica sus acciones para defender y consolidar su autoridad, mostrándose implacable contra sus enemigos.

En julio de 1564, enfurecido, Iván el Terrible envió una larga carta de respuesta a Andrei Kurbski. Este texto, que se ha convertido en un clásico, revela crudamente la lógica despiadada del déspota. Llena de maldiciones, analogías bíblicas y florituras lingüísticas, la carta tiene un único propósito: justificar el derecho absoluto a gobernar sin trabas. La publicaremos en tres partes.

Segundo episodio de nuestra serie de verano «Doctrina del primer zar: cartas encontradas de Iván el Terrible».

Para el primer ministro húngaro, el mundo se encuentra en un punto de ruptura provocado por la decadencia y la descristianización de Occidente. Para sortear con habilidad esta fase de declive, Orbán aboga por reconocer el nuevo dominio de China y estrechar los lazos europeos con Putin. En la visión spengleriana de la historia expuesta en su discurso del 27 de julio en la Universidad de Verano de Bálványos, Europa debe vincular su futuro geopolítico a la victoria de Trump.

En mayo de 1564, en plena guerra de Livonia, llega a Moscú un mensajero. A pesar de las atroces torturas, muere sin revelar ningún secreto. Su misión estaba cumplida: entregar la primera carta del príncipe Andrei Kurbski a Iván el Terrible. Así comienza una correspondencia que durará quince años. En estos intercambios apasionados y feroces, chocan dos visiones del mundo, dos paradigmas políticos y poéticos, que sientan las bases escritas de la samoderzhaviye —la autocracia rusa—.

Primer episodio de nuestra serie de verano «Doctrina del primer zar: cartas encontradas de Iván el Terrible».

1 hora. 32 minutos. 20 segundos.
Se trata del discurso más largo jamás pronunciado por el hombre más conocido por sus tuits que por sus oraciones. En Milwaukee, pocos días después del intento de asesinato contra él y antes de la retirada de Biden, Trump no sólo detalló su programa. También se puso «al estilo Trump» en exceso —hasta convencer a algunos demócratas de que la campaña aún se podía ganar—.
Lo traducimos íntegramente y lo comentamos.

Una semana después del intento de asesinato contra Donald Trump, en una carta publicada en las redes sociales, Joe Biden ha anunciado que se retiraba de la carrera presidencial estadounidense. Traducimos la carta y arrojado algunas luces sobre las consecuencias que esta decisión —inédita por su temporalidad— podría tener en una campaña ya de por sí fuera de lo común.