Hoy, jueves 17 de octubre, los Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión se reúnen en Bruselas para celebrar un Consejo Europeo en el que las cuestiones migratorias ocuparán un lugar central. La posición de algunos gobiernos, entre ellos los de los Países Bajos, Polonia y Alemania, se ha endurecido en las últimas semanas, ya que la cuestión migratoria encabeza la lista de preocupaciones de los europeos en los sondeos de opinión.

  • El lunes 14 de octubre, la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, compartió con los líderes de los 27 Estados miembros de la Unión algunas medidas destinadas a «hacer frente a los retos de la migración». Pidió a los dirigentes que aceleren la aplicación del pacto sobre migración y asilo adoptado en 2023 y que refuercen la cooperación con los países terceros y de tránsito.
  • Von der Leyen también prometió, por primera vez, estudiar el desarrollo y funcionamiento del acuerdo bilateral entre Italia y Albania, cuyo objetivo es tramitar las solicitudes de asilo fuera de Italia.
  • La externalización de fronteras es un tema controvertido y, al margen de su legalidad, las organizaciones de derechos humanos afirman que esta práctica viola principios fundamentales.

En las últimas semanas, las políticas migratorias de los Estados miembros se han endurecido aún más.

  • Alemania, con el canciller del SPD, Olaf Scholz, ha introducido controles fronterizos durante 6 meses; Suecia ha aumentado a 30.000 euros las ayudas a los migrantes que regresan a su país; Dinamarca ha incrementado los controles en sus fronteras con Suecia y Alemania; el 12 de octubre, el primer ministro polaco, Donald Tusk, anunció la suspensión temporal del asilo en Polonia.
  • Holanda y Austria, donde la extrema derecha se impuso en las últimas elecciones, difundieron la semana pasada un documento oficioso con 15 Estados en el que piden «retornos más efectivos». Los firmantes consideran que la directiva que define las condiciones de retorno de los inmigrantes ilegales es demasiado restrictiva.
  • Consultado por el Grand Continent, un diplomático europeo declaró que, aunque el Consejo no adopte conclusiones, éste será «el tema central de los debates. El tono y la intensidad, que están cambiando claramente, serán decisivos».

En este contexto, España es uno de los países que mantiene un tono positivo sobre la inmigración, defendiendo sus beneficios.

  • El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pronunció el pasado miércoles 9 de octubre un contundente discurso en el que afirmó: «Los españoles somos hijos de la inmigración. Y no seremos los padres de la xenofobia».
  • Un diplomático español declaró al Grand Continent que la creación de «centros de retorno en terceros países no son ni la panacea ni una solución mágica al problema de la inmigración ilegal». Sin embargo, los países que están a favor, como Italia, afirman que pueden tener un efecto disuasorio.
  • A pesar de la retórica positiva del Presidente español, una encuesta publicada en septiembre muestra que la inmigración es la principal preocupación a nivel nacional. Según Frontex, a finales de agosto el número total de llegadas a las Islas Canarias había ascendido a 25.500, lo que supone un aumento del 123% respecto al mismo periodo del año anterior.

También se espera al Presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en Bruselas, donde tiene previsto presentar su plan de victoria esta misma mañana. En su carta de invitación, el Presidente del Consejo, Charles Michel, hizo hincapié en la situación del país a medida que se acerca el invierno y Rusia sigue traspasando las líneas de defensa ucranianas: «Con más de la mitad de la infraestructura energética de Ucrania destruida, hay que prestar atención urgente a los esfuerzos para prepararse para el invierno».

También se espera que los Jefes de Estado y de Gobierno hablen del informe Draghi y la competitividad de la economía europea. Se espera que en la reunión del Consejo del 8 de noviembre en Budapest se adopte una declaración conjunta sobre la aplicación de las recomendaciones del informe.