Reducir las disparidades y desigualdades entre las regiones es una de las principales ambiciones de la integración europea. Se supone que debe producir convergencia y crecimiento; los esfuerzos en favor de la cohesión se realizan en el tiempo largo, que se ha visto truncado por los bruscos sobresaltos de la pandemia y la guerra en Ucrania. En 10 puntos y 26 gráficos y mapas, hacemos balance del estado de la política de cohesión y de su futuro en un momento en que los Estados miembros se preparan para una ampliación que podría dar un vuelco a las coordenadas.