China tiene un plan
Tras un año de distante neutralidad, el Ministerio de Asuntos Exteriores chino ha publicado por primera vez un documento en el que detalla la posición de Pekín sobre la guerra en Ucrania -el mismo día en que Spiegel reveló que China y Rusia podrían estar negociando el envío de drones-.
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- El Grand Continent •
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El 24 de febrero, aniversario de la invasión de Ucrania, el Ministerio de Asuntos Exteriores chino publicó la «posición de China sobre el arreglo político de la crisis ucraniana». Este documento esboza un plan más amplio que había sido detallado el 21 de febrero en la Iniciativa de Seguridad Global y esbozado el 18 de febrero en un discurso del director de la Oficina Central de Asuntos Exteriores de China en la Conferencia de Seguridad de Múnich. Wang Yi afirmó que «aunque China no está directamente implicada en el conflicto, no se queda de brazos cruzados». En esa ocasión, también anunció que Pekín publicaría un documento que reflejaría la posición china sobre la guerra. Este es el documento que traducimos.
El mismo día, el semanario Der Spiegel informaba de que «China estaría negociando con Rusia el suministro de drones kamikazes». Este artículo formaba parte de una secuencia que comenzó el domingo 19 de febrero cuando, tras una reunión con Wang Yi al margen de la Conferencia de Munich, Antony Blinken afirmó que Washington tenía información de que Pekín estaba considerando suministrar armas letales a Moscú.
Unos días más tarde, el 23 de febrero, funcionarios estadounidenses afirmaron que la administración Biden estaba «considerando hacer pública» esta información. Mientras que el Ministerio de Asuntos Exteriores chino negó la información, acusando a Estados Unidos de «desviar la responsabilidad y difundir información errónea», la información de Spiegel va en la dirección de los temores de Blinken, e «incluso más allá».
En cualquier caso, este documento chino, que pretende proponer una mediación basada en el principio de «soberanía de todos los países», ha sido acogido con cautela por la OTAN, cuyo Secretario General, Jens Stoltenberg, declaró que «China no tiene mucha credibilidad porque no ha sido capaz de condenar la invasión ilegal de Ucrania», y por la Unión Europea -Josep Borrell consideró que no se trataba de un plan de paz-. El 24 de febrero, en rueda de prensa, el Presidente ucraniano Volodymyr Zelensky –que ya detalló sus condiciones para la paz– consideró «necesario» el paso dado por Pekín, y dijo estar abierto a una discusión con China, abriendo una nueva etapa: «Tengo la intención de reunirme con Xi Jinping».
1. Respetar la soberanía de todos los países. Debe observarse estrictamente el derecho internacional universalmente reconocido, incluidos los propósitos y principios de la Carta de la ONU. La soberanía, la independencia y la integridad territorial de todos los países deben defenderse eficazmente. Todos los países, grandes o pequeños, fuertes o débiles, ricos o pobres, son miembros iguales de la comunidad internacional. Todas las partes deben respetar conjuntamente las normas fundamentales que rigen las relaciones internacionales y defender la equidad y la justicia internacionales. Debe fomentarse la aplicación igualitaria y uniforme del derecho internacional, mientras que debe rechazarse el doble rasero.
Cabe señalar aquí que la soberanía se refiere a «países» -no a pueblos-. Esta línea permite a Pekín defender un «principio de soberanía» que no contradice su política de «una sola China» respecto a Taiwán. En la Conferencia de Múnich de la semana pasada, el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, tuvo ocasión de reiterarlo en respuesta a una pregunta de Wolfgang Ischinger en la que le pedía que tranquilizara a la comunidad internacional ante la posibilidad de una escalada militar en la región: «Les aseguro que Taiwán es parte de China».
2. Abandonar la mentalidad de la Guerra Fría. La seguridad de un país no debe buscarse a expensas de otros. La seguridad de una región no debe lograrse mediante el fortalecimiento o la expansión de bloques militares. Los legítimos intereses y preocupaciones de seguridad de todos los países deben tomarse en serio y abordarse adecuadamente. No existe una solución sencilla para una cuestión compleja. Todas las partes deben, siguiendo la visión de una seguridad común, global, cooperativa y sostenible y teniendo en cuenta la paz y la estabilidad del mundo a largo plazo, contribuir a forjar una arquitectura de seguridad europea equilibrada, eficaz y sostenible. Todas las partes deberían oponerse a la búsqueda de su propia seguridad a expensas de los demás, evitar la confrontación entre bloques y trabajar juntas por la paz y la estabilidad en el continente euroasiático.
3. Cesar las hostilidades. El conflicto y la guerra no benefician a nadie. Todas las partes deben mantener la racionalidad y ejercer la moderación, evitar avivar el fuego y escalar las tensiones, y evitar que la crisis se deteriore aún más o incluso que esté fuera de control. Todas las partes deben ayudar a Rusia y Ucrania a trabajar en la misma dirección y reanudar el diálogo directo lo antes posible, con el fin de desactivar gradualmente la situación y lograr un alto el fuego total.
4. Reanudar las conversaciones de paz. El diálogo y la negociación son la única solución viable a la crisis ucraniana. Deben fomentarse y apoyarse todos los esfuerzos encaminados a una solución pacífica de la crisis. La comunidad internacional debe seguir promoviendo las conversaciones de paz, ayudar a las partes en conflicto a avanzar hacia un acuerdo político lo antes posible y crear las condiciones y plataformas para la reanudación de las negociaciones. China seguirá desempeñando un papel constructivo a este respecto.
Tras una fase inicial de discreción durante los primeros meses del conflicto, Pekín busca ahora posicionarse cada vez más como potencia mediadora. La publicación de este documento, que llega durante la gira internacional de Wang Yi de los últimos días, forma parte de esta puesta en escena diplomática.
5. Resolver la crisis humanitaria. Deben fomentarse y apoyarse todas las medidas encaminadas a paliar la crisis humanitaria. Las operaciones humanitarias deben respetar los principios de neutralidad e imparcialidad, y las cuestiones humanitarias no deben politizarse. Debe protegerse eficazmente la seguridad de los civiles y deben establecerse corredores humanitarios para la evacuación de los civiles de las zonas de conflicto. Son necesarios esfuerzos para aumentar la ayuda humanitaria en las zonas afectadas, mejorar las condiciones humanitarias y garantizar un acceso humanitario rápido, seguro y sin trabas, con el fin de evitar una crisis humanitaria a mayor escala. Debe apoyarse a la ONU para que desempeñe un papel de coordinación en el suministro de ayuda humanitaria a las zonas de conflicto.
6. Proteger a los civiles y a los prisioneros de guerra. Las partes en conflicto deben adherirse estrictamente al derecho internacional humanitario, evitar atacar a civiles o instalaciones civiles, proteger a mujeres, niños y otras víctimas del conflicto, y respetar los derechos humanos de los prisioneros de guerra. China apoya el intercambio de prisioneros de guerra entre Rusia y Ucrania y pide a todas las partes que creen condiciones más favorables para ello.
7. Garantizar la seguridad de las centrales nucleares. China se opone a los ataques armados contra centrales nucleares u otras instalaciones nucleares pacíficas, y pide a todas las partes que respeten el derecho internacional, incluida la Convención sobre Seguridad Nuclear, y eviten resueltamente los accidentes nucleares provocados por el hombre. China apoya al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que desempeña un papel constructivo en la promoción de la seguridad y la protección de las instalaciones nucleares pacíficas.
8. Reducir los riesgos estratégicos. Las armas nucleares no deben utilizarse y no deben librarse guerras nucleares. Debe contrarrestarse la amenaza o el uso de armas nucleares. Hay que prevenir la proliferación nuclear y evitar las crisis nucleares. China se opone a la investigación, desarrollo y uso de armas químicas y biológicas por parte de cualquier país y bajo cualquier circunstancia.
9. Facilitar las exportaciones de grano. Todas las partes deben aplicar la Iniciativa de Cereales del Mar Negro, firmada por Rusia, Turquía, Ucrania y la ONU, de forma global y eficaz y equilibrada, y apoyar a la ONU para que desempeñe un papel importante en este asunto. La iniciativa cooperativa sobre seguridad alimentaria mundial propuesta por China ofrece una solución factible a la crisis alimentaria mundial.
10. Detener las sanciones unilaterales. Las sanciones y presiones unilaterales no pueden resolver la cuestión; sólo crean nuevos problemas. China se opone a las sanciones unilaterales no autorizadas por el Consejo de Seguridad de la ONU. Los países afectados deben dejar de abusar de las sanciones unilaterales y de la «jurisdicción de brazo largo» contra otros países, para poner de su parte en la desescalada de la crisis ucraniana y crear las condiciones para que los países en desarrollo desarrollen sus economías y mejoren la vida de sus pueblos.
11. Mantener la estabilidad de las cadenas industriales y de suministro. Todas las partes deben tomarse en serio el mantenimiento del actual sistema económico mundial y oponerse al uso de la economía mundial como herramienta o arma con fines políticos. Se necesitan esfuerzos conjuntos para mitigar las consecuencias de la crisis y evitar que socave la recuperación económica mundial y perturbe la cooperación internacional en materia de energía, finanzas, comercio de alimentos y transporte.
12. Promover la reconstrucción de la posguerra. La comunidad internacional debe tomar medidas para apoyar la reconstrucción posguerra en las zonas de conflicto. China está dispuesta a proporcionar ayuda y a desempeñar un papel constructivo en este empeño.