Entre 1980 y 2024, la participación de la Unión Europea en el PIB mundial (en paridad de poder adquisitivo) se redujo casi a la mitad, pasando del 27,7% al 14,4%. El Fondo Monetario Internacional prevé que siga disminuyendo hasta alcanzar el 13,4% en 2029. Al mismo tiempo, se espera que el porcentaje de China siga creciendo y alcance el 19,6% del PIB mundial a finales de la década.

Los factores que explican este «declive europeo» son bien conocidos y, en algunos casos, se han vuelto estructurales en las últimas décadas.

  • En su informe publicado en septiembre de 2024, el expresidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, hizo una clara observación: « La brecha entre la Unión y Estados Unidos en cuanto al nivel del PIB a precios de 2015 se ha ido ampliando gradualmente, pasando de algo más del 15% en 2002 al 30% en 2023, mientras que en paridad de poder adquisitivo, la brecha es del 12% […] El principal motor de estas evoluciones divergentes es la productividad».
  • Unos meses antes, en abril de 2024, la publicación del informe de Enrico Letta destacaba el peso del mejor crecimiento demográfico estadounidense desde los años setenta, así como la soberanía energética de Estados Unidos —que se traduce en exportaciones netas de hidrocarburos— en la brecha que no deja de aumentar entre las dos economías.

Más allá de estas tendencias globales, los equilibrios también están cambiando dentro de la propia Unión. Cuando se compara el crecimiento del PIB per cápita en paridad de poder adquisitivo (en dólares internacionales corrientes) de los Estados miembros con el crecimiento mundial en las últimas tres décadas, surgen varias tendencias clave:

  • Mientras que el PIB per cápita en Italia era 3,5 veces el PIB per cápita mundial en 1990, es decir, alrededor de 19.000 dólares, esta proporción se ha reducido considerablemente desde entonces y, en 2023, un italiano producía aproximadamente sólo 2,5 veces más riqueza que el promedio mundial.
  • Si bien el PIB per cápita de Italia sigue siendo muy superior a la media mundial, es el Estado miembro de la Unión cuyo crecimiento ha sido más bajo en comparación con la media mundial en los últimos treinta años.
  • Grecia (-23,5%), Suecia (-19,7%), Francia (-18,7%) y Finlandia (-17,1%) son los otros miembros de la Unión cuyo crecimiento se ha desacelerado más en comparación con el resto del mundo desde finales del siglo XX.
  • Por el contrario, Irlanda (+121,6%), Rumanía (+111,4%) y Polonia (+83,6 %) destacan por el formidable crecimiento de su PIB per cápita.
  • Así, Rumanía y Polonia, donde la riqueza producida por persona se situaba en la media mundial en 1990, registraron un crecimiento de su PIB per cápita de más del 600% durante este periodo.
  • El Fondo Monetario Internacional estima, además, que el PIB per cápita de Polonia (en paridad de poder adquisitivo) superará al de Japón en 2026.

El caso del estancamiento de Italia se debe principalmente a la crisis demográfica a la que se enfrenta el país, que debería ser cada vez más pronunciada en las próximas décadas. A diferencia de Francia y el Reino Unido, Italia ya ha alcanzado su pico de población (en 2014), y el país dedica ahora cinco veces más a pagar las pensiones que a la educación de los jóvenes 1.

Notas al pie
  1. « Why Italy, like Europe, is crying out for big reform », The Economist, 8 de diciembre de 2022.