Trump ha aplicado un tercio de las medidas del Proyecto 2025, y en algunos casos ha ido más allá de las recomendaciones de la Heritage Foundation

Durante la campaña presidencial, Donald Trump se distanció en varias ocasiones del Proyecto 2025, un documento programático cuya elaboración fue dirigida por la Heritage Foundation en colaboración con varias docenas de organizaciones conservadoras y, en algunos casos, extremistas.

Por temor a perder el apoyo de los votantes más moderados, la campaña del republicano parecía incluso haberse alegrado de la salida del director de la agenda de Heritage, Paul Dans, en julio de 2024.

• Unos días después, su equipo publicó un comunicado que decía: «Los artículos sobre la desaparición del Proyecto 2025 serían especialmente bienvenidos y deberían servir de advertencia a cualquier persona o grupo que intente distorsionar su influencia sobre el presidente Trump y su campaña: no terminará bien para ustedes». ¹
• Trump, sin embargo, siguió haciendo campaña con autores y colaboradores del Proyecto 2025, como la exsecretaria adjunta del Tesoro para Asuntos Públicos, Monica Crowley. Esta última contribuyó a la elaboración del documento a través del Nixon Seminar, un grupo de reflexión copresidido por Mike Pompeo y Robert C. O’Brien.
• Crowley, al igual que varios autores y colaboradores del Proyecto 2025, en particular el director de la Oficina de Gestión y Presupuesto, Russell Vought, fue contratada para trabajar en la segunda administración de Trump.
• En la Casa Blanca y al frente de agencias y departamentos federales, estos altos funcionarios supervisarán la implementación del documento.

Según el rastreador de medidas alimentado y actualizado por la periodista independiente Adrienne Cobb, Donald Trump ya implementó 81 de las 293 medidas del Proyecto 2025 identificadas por Cobb, es decir, el 34 %. La administración republicana ha atacado en particular a la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), ha tomado numerosas medidas en el Departamento de Estado, en el Departamento de Justicia, ha realizado importantes recortes de personal federal destituyendo a funcionarios y suspendiendo temporalmente las contrataciones, así como en el seno de la Casa Blanca.

Si bien Trump respetó y aplicó el «espíritu» del Proyecto 2025, también fue más allá del documento en algunos ámbitos.

• La retirada del Acuerdo de París sobre el clima, el fin de las iniciativas DEI en el gobierno federal, la exclusión de los atletas transgénero de los equipos deportivos femeninos, la obligación de las agencias y departamentos federales de utilizar el sexo biológico de las personas en sus documentos o la aplicación de una «política de máxima presión» contra Irán son todas medidas recomendadas por Heritage.
• Sin embargo, en lugar de ofrecer una compensación a los empleados de la CIA a cambio de su renuncia, Trump ha extendido esta oferta a toda la administración federal. Del mismo modo, el presidente ha intentado desmantelar USAID en su totalidad, cuando el Proyecto 2025 recomendaba «realinear la ayuda exterior de Estados Unidos con los intereses nacionales estadounidenses y los principios de buena gobernanza».
• Conscientes del papel que desempeña la Agencia en la estrategia de poder blando estadounidense, especialmente frente a China y las Nuevas Rutas de la Seda, los autores de este capítulo consideraban que, una vez reformada, USAID desempeñaría un papel central en la lucha contra la «estrategia de dominación mundial del comunismo chino». ²

Sin embargo, al poner a prueba los límites de su poder ejecutivo, Trump provocó una de las mayores impugnaciones judiciales de la historia de Estados Unidos: según la organización Just Security, se han presentado 74 demandas contra la administración republicana, y al menos 22 estados han intentado bloquear el decreto de Trump para poner fin al derecho de nacionalidad por nacimiento en Estados Unidos.