Kursk: Putin recurre al FSB para hacer frente a la incursión ucraniana, que ya abarca 650 km² de territorio ruso

La incursión ucraniana en el óblast de Kursk, que comenzó hacia las 8 de la mañana del 6 de agosto de 2024, dura desde hace cinco días.

Aunque no es la primera vez que las fuerzas ucranianas llevan a cabo incursiones militares en Rusia, la incursión en Kursk no tiene precedentes en cuanto a su duración, escala y, sobre todo, su reivindicación estratégica.

De hecho, es la primera vez que las autoridades políticas ucranianas reivindican una incursión en territorio ruso.

En su declaración diaria de anoche, Zelenski reconoció por primera vez que las fuerzas ucranianas estaban llevando a cabo «acciones encaminadas a extender la guerra al territorio del agresor»¹.

Según el Institute for the studies of War, el frente sigue expandiéndose, aunque a un ritmo más lento.

• «Las imágenes geolocalizadas y los informes rusos del 10 de agosto indican que las fuerzas ucranianas mantienen en gran medida sus posiciones previamente comunicadas en el óblast de Kursk y han avanzado ligeramente más allá de sus posiciones previamente confirmadas».
• La incursión abarcaría una zona de hasta 650 kilómetros cuadrados. Se cree que las fuerzas ucranianas controlan Sudzha, una localidad del óblast de Kursk situada a unos diez kilómetros de la frontera, donde se encuentra uno de los últimos puntos de tránsito del gas ruso hacia Europa.
• Varias decenas de soldados rusos fueron hechos prisioneros, mientras que decenas de miles de civiles fueron evacuados. El Presidente ruso ha declarado que los habitantes de la región de Kursk que se hayan visto obligados a abandonar sus hogares por el avance de las fuerzas armadas ucranianas recibirán 10.000 rublos (unos 105 euros)².

Por el momento, la reacción de Rusia sigue siendo limitada. Putin ha decidido declarar una operación antiterrorista en territorio ruso, en lugar del estado de guerra o la ley marcial.

• El objetivo del Kremlin parece ser minimizar la escala de la incursión ucraniana y evitar cualquier pánico o reacción interna. Por primera vez desde el asunto Prigozhin, Lukashenko habló del riesgo de caída de Rusia, declarando: «Si Rusia cae, todos le seguiremos».
• Al mismo tiempo, esta elección revela la reticencia del Kremlin a emprender una acción más sostenida, movilizando más ampliamente a la población. Aunque el apoyo a la «operación militar especial» sigue siendo alto, «el Kremlin sabe que el conflicto no es una cuestión popular».
• Por último, esta elección implica dar una nueva centralidad al Servicio Federal de Seguridad (FSB), castigando a Valery Gerasimov, Jefe del Estado Mayor del Ejército ruso y Viceministro de Defensa. Una fuente cercana al Kremlin declaró a Bloomberg que el general Gerasimov había «ignorado las advertencias de los servicios de inteligencia de que las fuerzas armadas ucranianas se estaban reuniendo cerca de la frontera de la provincia de Kursk»³. Aunque es poco probable que sea destituido a corto plazo, Putin está mostrando su impaciencia por su gestión de la guerra.

El jefe del Servicio Federal de Seguridad (FSB) y presidente del Comité Nacional Antiterrorista, Alexander Bortnikov, ha tomado las riendas de la operación antiterrorista.

• Alexander Bortnikov nació en Perm en 1951. General del ejército y director del FSB desde mayo de 2008, es una figura clave en el sistema de Putin.
• Bajo sanciones de la Unión Europea desde 2014 por su papel en la anexión de Crimea y del Tesoro estadounidense desde 2021 por su implicación en el intento de envenenamiento de Alexei Navalny, Bortnikov ha desempeñado un papel clave en las crisis que han amenazado la estabilidad interna de Rusia, empezando por el caso Prigozhin. En particular, garantizó su seguridad durante las negociaciones que pusieron fin a la rebelión de Wagner el 24 de junio de 2023.
• Putin elogió públicamente al FSB por garantizar la seguridad y la soberanía de Rusia justo después de su reelección en marzo de 2024.

Alexander Bortnikov anunció operaciones antiterroristas en las provincias de Belgorod, Briansk y Kursk en respuesta a «unidades de sabotaje y reconocimiento» que llevaban a cabo «actos terroristas» en Rusia y a «unidades de las fuerzas armadas ucranianas» que llevaban a cabo un «ataque terrorista» en el óblast de Kursk.

• Según el ISW, «el Ministerio de Defensa ruso parece estar confiando en una combinación de reclutas que ya operan en el óblast de Kursk, elementos del Grupo de Fuerzas del Norte y elementos redesplegados desde zonas del frente de menor prioridad en Ucrania para defenderse de la operación ucraniana en el óblast de Kursk⁴, lo que corre el riesgo de exacerbar la desorganización de la respuesta elegida por Rusia».

Varios observadores creen que la complejidad de la operación antiterrorista dirigida por el FSB bajo la dirección de Bortnikov podría socavar la eficacia de la respuesta de Moscú.