Las tropas tomaron posesión del cuartel general del distrito militar de Rostov del Don, ciudad que constituye el principal centro logístico del ejército ruso para coordinar la guerra en Ucrania.

  • El jefe de Wagner, Yevgeny Prigozhin, pidió reunirse en Rostov del Don con Serguéi Shoigú (ministro de Defensa ruso) y Valeri Guerásimov (el oficial de mayor rango del ejército ruso), dos oficiales cuya destitución ha pedido Prigozhin en los últimos meses, debido a su desastrosa gestión de las fuerzas rusas en el frente. 
  • En un comunicado publicado el sábado, el Ministerio de Defensa británico afirmó que las fuerzas de Wagner estaban maniobrando en torno a Vorónezh, 500 kilómetros al norte de Rostov del Don, «casi con toda seguridad con el objetivo de llegar a Moscú».
  • «Como las evidencias de los enfrentamientos entre Wagner y las fuerzas de seguridad rusas son muy limitadas, es probable que algunas de ellas hayan permanecido pasivas, consintiendo a Wagner», dice el comunicado; «en las próximas horas, la lealtad de las fuerzas de seguridad rusas, y en particular de la Guardia Nacional rusa, será decisiva para el desarrollo de la crisis.»

Aunque hay muchas posibilidades de que Moscú recupere el control de la situación, el Kremlin tendrá que convencer a las autoridades locales y a los militares de que su lealtad es más rentable que una deserción a Wagner, lo que debilitaría el discurso de un Estado central con el poder consolidado. 

A pesar de que Wagner prestó apoyo a las fuerzas rusas durante el conflicto, la milicia se ha quejado en numerosas ocasiones de la escasa coordinación y el inadecuado apoyo logístico del ejército ruso. 

  • Desde hace varios meses, el jefe de la milicia de Wagner ha hecho público que considera que sus unidades están siendo desatendidas en favor del ejército regular, sobre todo en lo que respecta al suministro de municiones y al apoyo logístico. Yevgeny Prigozhin también había pedido la introducción de la ley marcial en Rusia, que consideraba necesaria para ganar el conflicto. 
  • El viernes 5 de mayo, Yevgeny Prigozhin amenazó a Moscú con retirar a sus combatientes de Bajmut antes del 10 de mayo debido a la falta de municiones que estaba llevando a sus tropas a morir «de forma absurda».
  • También habían aumentado las tensiones entre Wagner y el Ministerio de Defensa ruso desde que éste exigió el sábado 10 de junio que las unidades de voluntarios de la milicia firmaran un contrato oficial con el ejército ruso antes del 1 de julio, integrándolas en la estructura de mando y reduciendo su autonomía. 

Por parte del Kremlin, el presidente ruso, Vladimir Putin, declaró el sábado que quienes «organizaron y prepararon un motín militar, quienes se alzaron en armas contra sus camaradas, han traicionado a Rusia y responderán por ello»; Yevgeny Prigozhin acaba de ser declarado proscrito.

  • En una declaración en la televisión pública rusa, el Ministerio de Defensa pidió a los miembros de Wagner que abandonaran la milicia, prometiendo garantizar la seguridad de los desertores.