En el óblast de Donetsk, hacia Pokrovsk y Toretsk, ¿está cediendo el frente ucraniano?

Desde hace varias semanas, se ha intensificado la presión constante ejercida por las fuerzas rusas en el óblast de Donetsk. Siguiendo este método, Moscú consigue avanzar a un ritmo lento pero constante.

• Tras capturar en febrero la ciudad de Avdivka, a pocos kilómetros al norte de la capital de Donbass (a costa de varios miles de vidas), el ejército ruso ha seguido avanzando hacia el oeste y el noroeste.
• A finales de abril, Moscú capturó la aldea de Ocheretyne, 15 km al noroeste de Avdivka. A principios de junio, las fuerzas rusas entraron en el distrito del canal de la ciudad de Chassiv Yar, cuya posición elevada le confiere un lugar importante en la red defensiva ucraniana.
• El avance ruso continúa hoy en el óblast de Donetsk, en particular a lo largo de la carretera O0544, que conduce a la ciudad de Pokrovsk. El sábado 20 de julio, Rusia obligó a las tropas ucranianas a abandonar el pueblo de Prohres, situado a medio camino entre Avdivka y Pokrovsk¹.

Los mapas anteriores muestran la evolución de la línea del frente en la provincia de Donetsk durante el último mes. Las fuerzas rusas han avanzado en la mayoría de las direcciones al oeste y noroeste de la capital regional, y ahora amenazan Toretsk, 40 kilómetros al norte de Donetsk.

• El avance ruso hacia Toretsk supone un riesgo significativo para las localidades de Kostiantynivka y Chassiv Yar².
• Una de las razones por las que las fuerzas ucranianas han podido contener hasta ahora el avance ruso al este de Chassiv Yar es la incapacidad del ejército ruso para rodear la ciudad desde el norte o el sur.
• En marzo, el Institute for the Study of War estimó que era «poco probable» un cerco de Chassiv Yar en los próximos meses. Estamos en julio y este escenario parece cada vez más plausible.

A pesar de las grandes pérdidas rusas señaladas por el comandante en jefe de las fuerzas armadas ucranianas, Oleksandr Syrsky, Moscú conserva una ventaja numérica y material suficiente para mantener su avance, aunque muy costoso³.

Ante la aparente falta de una solución a corto plazo, las fuerzas ucranianas en el óblast de Donetsk parecen obligadas a mantener el frente hasta el próximo otoño, cuando el regreso de la lluvia y el barro limitarán los movimientos motorizados. Hasta entonces, el mando ucraniano puede enfrentarse a un difícil dilema: defender Pokrovsk o proteger Toretsk⁴.