La agenda política de la reunión se dividirá en tres partes: a) una dimensión global b) una dimensión bilateral centrada en el eje euro-chino c) y, por último, una dimensión centrada en las crisis geopolíticas en curso en Ucrania y Oriente Próximo.

  • La guerra en Ucrania estará en el centro de las discusiones. Según fuentes cercanas, la Presidencia francesa «no es ingenua» y no cree que consiga obtener un cambio real de la posición china sobre la guerra en Ucrania, mientras Pekín mantiene una relación cada vez más estrecha con el Kremlin: Putin realizará dentro de 10 días (15-16 de mayo) su primera visita a Pekín desde su reelección.
  • El objetivo sigue siendo demostrar que Francia y Europa no son un apéndice de Estados Unidos y que a China le interesa reconocer la existencia de un bloque con autonomía estratégica, teniendo en cuenta el análisis europeo del conflicto de Ucrania. El objetivo estratégico es que China «trate a Europa como un socio y no como un cliente».
  • Frenar las exportaciones chinas de bienes civiles y militares de doble uso a Rusia es uno de los campos de batalla diplomáticos de Occidente frente a Pekín. El Secretario de Estado estadounidense, que visitó China el 24 de abril, ya ha amenazado a Pekín con sanciones en este sentido. Según Washington, el 90% de los componentes microelectrónicos importados por Rusia en 2023 procedían de China, y el 70% de las máquinas herramienta.

El conflicto israelí-palestino también estará en la agenda, mientras China intenta establecerse como actor en las negociaciones. Diplomáticos chinos declararon la semana pasada que habían recibido en Pekín a representantes de Al Fatah y Hamás para «mantener un diálogo profundo y franco sobre la promoción de la reconciliación interna palestina».

  • Se dice que se está redactando una declaración conjunta, cuyo punto de fricción es la condena del 7 de octubre por parte de China, algo a lo que hasta ahora siempre se ha negado. Más allá del aspecto simbólico, esta declaración conjunta enviaría un mensaje a Irán, que cuenta con China en el equilibrio de Oriente Próximo.

La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, que acompañó al presidente francés en su último viaje a China en abril de 2023, se encuentra hoy en París. El Elíseo tiene así la ocasión de subrayar que su posición es europea y que la defensa comercial de la Unión y el level playing field  son cuestiones compartidas.

  • Olaf Scholz, que estuvo en Pekín hace tres semanas (y que se negó a llevar al presidente francés en su viaje) se reunió discretamente con Emmanuel Macron en París el jueves. El Canciller no estará presente ya que no deseaba cancelar su visita prevista a los países bálticos.

Mañana, el Presidente francés recibirá al Presidente chino en los Pirineos, en la región del paso del Tourmalet, un eco de la visita del Presidente francés a Cantón en 2023. El encuentro se enmarca asimismo en las celebraciones de los 60 años de relaciones diplomáticas franco-chinas. Según varias fuentes cercanas, el menú de la reunión incluirá jamón y coñac.

  • En respuesta a la investigación de la Comisión sobre las subvenciones a los coches eléctricos, anunciada en octubre de 2023, China ha abierto una investigación antidumping sobre los aguardientes europeos.