Más del 80% del arsenal mundial de cabezas nucleares (desplegadas y no desplegadas) pertenece a dos potencias: Estados Unidos y Rusia. Aunque el volumen de los arsenales ha disminuido considerablemente desde la Guerra Fría, el club nuclear sigue dominado por las dos grandes potencias del siglo XX.

  • Sin embargo, China está desarrollando sus capacidades nucleares y, según el Pentágono, podría tener un arsenal de 1.500 cabezas nucleares en 2035, aproximadamente un tercio de las reservas de Rusia.
  • Pakistán y la India también han ido ampliando sus arsenales desde que accedieron a las armas atómicas en la década de 1990, mientras que Francia, el Reino Unido e Israel han mantenido unas reservas relativamente estables desde principios de siglo.
  • Según el investigador estadounidense Philipp C. Bleek, desde 2007 Irán es el único Estado que intenta dotarse de una bomba atómica, ya que Siria abandonó esta ambición en 20071.

Pero este patrón podría cambiar. El influyente analista alemán Ulrich Speck cree que, si es reelegido en noviembre, es probable que Donald Trump llegue a retirar la protección nuclear estadounidense sobre Europa y Asia, dejando a Corea del Sur y Japón entre la espada y la pared2. Ante las amenazas de China y Corea del Norte, es probable que Tokio y Seúl traten de desarrollar un programa nuclear militar.

Según Speck, otras potencias podrían tratar de dotarse de una bomba atómica en respuesta al deterioro del entorno estratégico.

  • Ucrania podría considerar las armas nucleares como la única respuesta para disuadir a Rusia en el futuro.
  • Polonia, también amenazada por Moscú, podría ver la bomba atómica como el arma que le falta en su arsenal para disuadir cualquier posible ataque ruso.
  • Alemania buscaría en un primer momento la protección nuclear de otro aliado —probablemente Francia—, pero podría cambiar de opinión a medida que los obstáculos a la no proliferación vayan desapareciendo.
  • Arabia Saudí, por su parte, podría tratar de adquirir la bomba si Irán se convirtiera en una potencia nuclear de pleno derecho.
  • Por último, Turquía también se sentiría debilitada por la pérdida del paraguas nuclear estadounidense (a través del Artículo 5 de la OTAN) en la medida en que alteraría el equilibrio con Moscú3.

Speck esboza un mundo en el que el número de potencias nucleares podría casi duplicarse, de 9 a 17. Aunque de momento esto pueda parecer muy lejano, el expresidente Trump ha puesto en duda la garantía de seguridad estadounidense en varias ocasiones. En concreto, ha repetido que no ayudaría a un país de la OTAN si no dedicaba el 2% de su PIB a defensa: «Si no pagas, te quedas solo»4.

Notas al pie
  1. Philipp C. Bleek, When Did (and Didn’t) States Proliferate ? Chronicling the Spread of Nuclear Weapons, Belfer Center (Harvard), junio de 2017.
  2. Ulrich Speck, « How a new world order of nuclear-armed nations might develop », Neue Zürcher Zeitung, 28 de febrero de 2024.
  3. Tony Barber, « Nerve-testing times pose question of European nuclear deterrent », Financial Times, 13 de abril de 2024.
  4. « Read the Full Transcripts of Donald Trump’s Interviews With TIME », TIME, 30 de abril de 2024.