En la guerra de desgaste que libran los ejércitos ruso y ucraniano, las victorias no se miden tanto por los kilómetros de terreno ganados como por el coste económico y material infligido al enemigo (piezas de artillería destruidas, misiles interceptados, refinerías dañadas, etc.).
Esto explica por qué, desde finales de 2022 y la liberación de Jersón el 11 de noviembre, el control del territorio ucraniano ha permanecido prácticamente inalterado.
- A pesar de la lentitud, los rusos siguen avanzando y llevan varias semanas cosechando éxitos tácticos localizados.
- El martes 2 de abril, el ministro de Defensa Serguéi Shoigú declaró que las fuerzas rusas habían conquistado 403 km² de territorio desde el comienzo de 2024.
- Aunque el Institute for the Study of War cree que esta cifra está sobreestimada, un hecho está claro: el avance ruso ha anulado lo que Ucrania consiguió durante su contraofensiva lanzada en junio de 20231.
En cinco meses de contraofensiva el año pasado, el ejército ucraniano había logrado reconquistar unos 400 km² de su territorio. Frenado en última instancia por la densidad de la red defensiva rusa y por una desventaja material, el esfuerzo ofensivo ucraniano resultó muy costoso en recursos, con resultados insuficientes.
- Aunque la complejidad y la multitud de factores en juego en el frente no pueden reflejarse plenamente mediante la comparación, una cosa parece clara: sin un aumento masivo del apoyo militar a Ucrania, Rusia mantendrá su ventaja y seguirá avanzando, al menos a corto y medio plazo.
- Según varios oficiales ucranianos de alto rango, la situación en Ucrania es tal que existe un «gran riesgo» de que Rusia pueda abrir una brecha en la línea del frente «allí donde decida concentrar su ofensiva»2.
- Esta brecha bien podría abrirse en Chassiv Yar, a unos diez kilómetros de Bajmut, donde prosiguen los combates. En dirección a Lyman, más al norte, el ejército ruso parece haber intensificado sus asaltos mecanizados en las últimas semanas.
La subestimación de las capacidades y reservas rusas —en particular de misiles— sugiere también que la estrategia de defensa y desgaste de Kiev no le permitirá recuperar su ventaja sin una «recapitalización» industrial y financiera masiva3. A finales de marzo, el presidente ucraniano mencionó la posibilidad de «reducir la línea del frente» para ahorrar municiones4. Esto significaría un mayor riesgo de crímenes de guerra en los territorios ocupados, y de que los niños ucranianos fueran secuestrados y enviados a Rusia…
Notas al pie
- Riley Bailey, Karolina Hird, Christina Harward, Nicole Wolkov y George Barros, Russian Offensive Campaign Assessment, April 2, 2024, Institute for the Study of War.
- Jamie Dettmer, « Ukraine is at great risk of its front lines collapsing », Politico, 3 de abril de 2024.
- Franz-Stefan Gady y Michael Kofman, Making Attrition Work : A Viable Theory of Victory for Ukraine, International Institute for Strategic Studies (IISS), 9 de febrero de 2024.
- David Ignatius, « Zelensky : ‘We are trying to find some way not to retreat’ », The Washington Post, 29 de marzo de 2024.