André Ventura, el líder de Chega, está a punto de lograr su apuesta. Su objetivo es romper el bipartidismo erigiéndose en tercera fuerza imprescindible –la primera vez que esto ocurre en Portugal desde mediados de los años ochenta–.
Limpar Portugal, «limpiar Portugal» –es decir, de sus élites presentadas en interminables discursos y tuits como corruptas e incompetentes: éste era el lema de la campaña de Chega para las elecciones legislativas anticipadas del 10 de marzo. Señalando por su nombre al Primer Ministro dimisionario António Costa y a los dirigentes socialistas, devaluando y desacreditando a los adversarios políticos, jugando a fondo la carta de la corrupción generalizada y banalizando el discurso del miedo y del odio, aprovechando la normalización en curso desde hace muchos meses, y tocando la partitura antisistema, teñida de nostalgia por los trenes que llegan puntuales, de «Make Portugal great again«, con algo parecido, de Salazar a Salvini, pasando por Trump, Orbán y Bolsonaro.
El análisis de los discursos y mensajes de André Ventura revela una serie de constantes y un uso estratégico de las redes sociales y del poder de los algoritmos. El telón de fondo es el uso de esos «procedimientos esenciales a la soberanía arbitraria» analizados en 1975 por Michel Foucault en un intento de comprender la racionalidad del «poder grotesco»1.
Seducir a los jóvenes con un ejército de trolls para descalificar cualquier voz crítica, montar un espectáculo gracias al rigor de los algoritmos: es a través del prisma de esta «extrema derecha 2.0» descrita por Steven Forti en las páginas de la revista que debe leerse la siguiente antología sintética2.
La religión del Benfica: del presentador al político
Para comprender el ascenso de André Ventura hay que partir de un momento clave.
En 2014, este joven doctor de la Universidad de Lisboa fue contratado por CMTV, una de las cinco principales cadenas de Portugal. Este canal generalista privado, centrado en informativos 24 horas y programas de entrevistas, está gestionado por Medialivre, propietario de Correio da Manhã, el periódico más leído del país.
Como jurista mediático, se convirtió rápidamente en un fijo de los programas deportivos de la cadena, gracias a su presencia carismática, sus posturas claras («El Benfica no es el equipo B de Argentina»; «Nunca me pondré una camiseta del Oporto»), sus frecuentes enfrentamientos («Puedes llamar payaso a tu tía») y un refinado estilo de vestir en el que las camisas abiertas en verano dejan paso a los trajes a medida en invierno.
Fue a través del uso de una referencia deportiva particularmente poderosa en Portugal como André Ventura se convirtió en una personalidad mediática imprescindible. Con cerca de 14 millones de seguidores en todo el mundo y más de 250.000 socios, el Benfica es el club con más seguidores del país y el club europeo con mayor número de seguidores en su propio país, lo que lo convierte en el mayor club deportivo de Portugal en número de socios y el segundo del mundo. Es una religión en Portugal, explotada por todas las estrategias de comunicación –¿hace falta recordar que al famoso Eusébio, el jugador más famoso de la historia del Benfica, Salazar le impidió marcharse a jugar a la Juventus, contribuyendo al rumor de que era seguidor del Benfica?–.
El inicio de su carrera política está, por tanto, inextricablemente ligado a su carrera en el mundo del fútbol. En 2016, consideró brevemente presentarse a la presidencia del Benfica, pero acabó apoyando la reelección de Luís Filipe Vieira. Tras su fallida candidatura a la alcaldía de Loures, a las afueras de Lisboa, con el partido de centroderecha PSD, se lanzó a la polémica contra Ricardo Quaresma, brillante lateral portugués apodado «O Cigano» por sus orígenes gitanos: «El populismo racista de André Ventura sólo sirve para enfrentar a los hombres en nombre de una ambición de poder», declaró el jugador gitano en las redes sociales. «La historia ya ha demostrado que éste es un camino de perdición para la humanidad». La respuesta de André Ventura: «En lugar de atacarme, Quaresma haría mejor en concienciar a la comunidad gitana de la necesidad de respetar las mismas reglas que los demás ciudadanos».
Hoy, en un momento en el que algunos seguidores del club intentan distanciarse de las ideas defendidas por el candidato, varios aficionados dicen lo mismo: «He votado a Chega porque André Ventura es del Benfica.»
«Salvar Portugal»: encarnar al pueblo
André Ventura se considera el hombre providencial, el único que puede «salvar Portugal» del caos político, como anunció la noche de su elección como diputado:
«Hoy es el inicio de un proyecto político nacional que no está pensado para repartir prebendas, alimentar egos o emplear parientes. ¡Se trata de salvar Portugal! Gracias, portugueses!» (Twitter/X, 7 de octubre de 2019).
Es la voz del pueblo:
«Han pasado demasiados años sin que los portugueses tuvieran voz dentro. Ahora, los que nos observan saben que hay alguien plantando cara al Partido Socialista y plantando cara al Gobierno. Saben que pueden contar con nosotros para esta tarea, lo quiera o no el PS, lo quiera o no el PSD, lo quiera o no cualquier otro partido. Dependemos de una única entidad: el pueblo portugués. Y estamos muy orgullosos de ello» (debate en la Asamblea de la República, sesión plenaria, 6 de julio de 2022).
Él encarna la «verdad tan clara como el agua en Portugal»:
«Los portugueses saben que tenemos razón, los portugueses saben que sólo hay un partido capaz de decir la verdad indiscutible, ineludible, clara como el agua en Portugal.» (Asamblea de la República, sesión plenaria del 14 de septiembre de 2022).
Es, por tanto, el hombre providencial, íntegro y sin miedo:
«Nunca tendré miedo, porque estoy plenamente seguro de la misión que se me ha confiado para salvar Portugal. Y el día que tenga miedo, me iré y dejaré mi puesto a otro«. (Twitter/X, 13 de enero de 2022).
Limpar Portugal: Mr. Clean
Sobre la fuerza de esta retórica antisistema que opone dos grupos antagónicos y homogéneos, «ellos y nosotros», el «pueblo puro» frente a las «élites corruptas», André Ventura se presenta como honesto y virtuoso: «Mientras sea presidente de Chega, el partido siempre estará en contra de la dependencia de las subvenciones, en contra de los privilegios de unas minorías y a favor de una justicia implacable para los delincuentes. ¡Creo que es el único camino posible!» (Twitter/X, 20 de marzo de 2021).
La corrupción y el robo orquestados por las élites son denunciados incansablemente: «Todos podemos hacer cálculos –y para los que no lo sepan, reparto la calculadora– para darnos cuenta de que hay 20.000 millones de euros aquí y allá y el “paquete” del Gobierno son 4.000 millones. ¿Saben cómo llamamos a eso? Robar. Eso es lo que está pasando en Portugal. Robo, ¡eso es todo lo que tenemos!» (Asamblea de la República, Comisión Permanente, 7 de septiembre de 2022).
Así pues, hay que «limpiar Portugal» (Limpar Portugal) –lema programático de la campaña legislativa de marzo de 2024– librándolo de sus «élites corruptas». Y con el objetivo, subrayado a principios de febrero por Ventura al presentar el programa con su primer capítulo dedicado a la corrupción, de «devolver el prestigio a las instituciones y la dignidad a la autoridad del Estado a través de las fuerzas de seguridad y las fuerzas armadas.»
Amplificar el miedo: xenofobia y racismo contra gitanos y extranjeros
Desde sus innumerables ataques a las minorías romaníes: «Les reto a que me muestren lo contrario: denme el ejemplo de un solo distrito, repito un distrito, donde no haya problemas con la comunidad gitana» (sesión plenaria, Asamblea de la República, 8 de junio de 2020) y sus insultos contra la ex diputada Joacine Katar Moreira, originaria de Guinea-Bissau –»Joacine debería ser devuelta a su país de origen» afirmó en febrero de 2020–, André Ventura ha multiplicado sus exabruptos sobre el conflicto de civilización que amenaza al «portugués de bien»:
«Hay dos visiones de Portugal y de Europa. Una, la del Gobierno, expresada por la ministra Ana Catalina Mendes, dice: ‘Venid de todos modos. Somos muy solidarios. No nos importan los nuestros, sino ustedes. No nos importan los portugueses, nos importan todos los demás’. Hay otra visión, incluso un poco más profunda, de Livre, el PCP y el Bloque de Izquierda que dice: ‘Venid de todas formas y, seáis legales o ilegales, os daremos un nombre bonito: apátridas, refugiados, solicitantes de asilo, lo que queráis. Venid como sea’. Sólo hay unos pocos a los que nunca se da prioridad en el discurso del gobierno: ¡los portugueses que han trabajado toda su vida, que pagan impuestos y que mantienen este país! (…) Les diré por qué, y deberían aprender de nuestros emigrantes, porque van a trabajar. No son como los ‘otros’ que vienen aquí a vivir de nuestras prestaciones y salarios. (…) Así que hay un mundo de diferencia entre nosotros. Los que se llaman globalistas quieren que todo el mundo sea igual y que todos seamos iguales. Para nosotros, Portugal y los portugueses serán siempre lo primero, porque son ellos los que nos han permitido estar hoy aquí. Si esta Asamblea de la República existe, es porque pagan impuestos, porque nos apoyan y porque nos permiten estar aquí«. (Sesión plenaria en la Asamblea de la República, 21 de julio de 2022).
Subyace la exacerbación de miedos ancestrales y sentimientos de inseguridad, la mayoría de las veces estableciendo un vínculo con minorías extranjeras:
«El país experimenta una brutal sensación de inseguridad, no sólo por el aumento de la violencia y la delincuencia organizada, sino también por la proliferación de bandas juveniles en los distintos distritos del país. (…) Entre enero y mayo de este año, el número de asesinatos e intentos de asesinato se triplicó en comparación con el mismo periodo del año anterior. Sólo el año pasado fueron detenidos 832 delincuentes juveniles«. (Asamblea de la República, sesión plenaria 14 de septiembre de 2022)
«Dios, patria, familia y trabajo»: un parecido familiar salazarista
Mientras la defensa de los valores tradicionales, del «Dios, patria, familia y trabajo» prestado del salazarismo, está en el centro del discurso de André Ventura –»¡en eso cree este partido!», recordó en la clausura del IV Congreso de Chega en 2021–, se dirige a «los que saben lo que es realmente el país», al «Portugal más profundo»:
«Me dirijo al mundo rural, a los agricultores, a los que saben lo que es realmente este país y que ven con sus propios ojos los impuestos que no paran de subir, los precios de los alimentos que no paran de subir, la incapacidad de tener el mínimo de producción que está en manos de una Unión Europea cada vez más salvaje en la agricultura, en la producción y en el mar. Hablo al mundo rural, a los pescadores, a los agricultores, al sector taurino, a todos los que hacen el Portugal que conocemos. Hablo a los que hacen el Portugal que conocemos y que el Partido Socialista quiere destruir: tened esperanza, aún estamos aquí para defender ese Portugal arraigado que no se encuentra en las élites de media Lisboa y que realmente quiere ser representado.» (Asamblea de la República, sesión plenaria, 8 de abril de 2022)
Jugando con las analogías –de «Un líder, un país, un destino. Una fuerza, una esperanza, una fe» (cuenta de Twitter de Chega) el 10 de enero de 2021 en plena campaña presidencial, hasta la idea de una «marcha sobre Lisboa» planteada en un mitin en Setúbal en agosto de 2020, pasando por los saludos «a la romana» aquí y allá–, los guiños a los años 30 y al campo magnético del fascismo son numerosos.
Pero sin cruzar la línea amarilla, tanto por prudencia –la Constitución de 1976 prohíbe cualquier referencia explícita al fascismo para un partido político– como por cálculo –para distinguirse mejor en la cuestión de la modernidad que le niega al salazarismo–. Ventura sabe que los partidarios de Chega son los que más creen que «Portugal estaba mejor antes de 1974», como ha demostrado un estudio reciente3. No hay nostalgia de Salazar, aunque la encuesta subraye la idea ampliamente compartida por los votantes de Chega de que Salazar «es uno de los mejores de la historia de Portugal», pero sí un aire de saudade sobre «los buenos tiempos de Salazar». En el fondo, encontramos un revisionismo que también se encuentra en el lado español con Vox –un nuevo PREC en pocas palabras, para «Proceso Revisionista en Marcha», y ya no «revolucionario» como en 1975–.
Clamor de protestar sobre el 25 de abril: fracturar la unidad de una democracia post-salazarista
Porque es el acto fundacional de la democracia portuguesa, «O 25 de Abril», la Revolución de los Claveles de la primavera de 1974, el objetivo de André Ventura y de la vieja guardia que le rodea, como Diogo Pacheco de Amorim, diputado desde 2022, antiguo militante contrarrevolucionario y terrorista en 1975.
Ventura ha desarrollado un discurso de victimización, haciéndose pasar por mártir ante los grandes medios de comunicación, herederos del 25 de abril: «Al final, ¿dónde está el 25 de abril de 1974 en el que podíamos expresarnos libremente?» (Asamblea de la República, sesión plenaria 8 de abril de 2022), repitiendo la antífona de las libertades recortadas o desaparecidas desde el 25 de abril. Y reclamar una Cuarta República aboliendo la Constitución de 1976.
Fecha fundacional de la democracia, «día de la libertad», fecha icónica, para Chega el 25 de abril es ante todo el punto de partida de un proceso orquestado por comunistas e izquierdistas. André Ventura señala que «nadie habla del 25 de noviembre de 1975, pero la gran verdad que la izquierda y la extrema izquierda quieren ocultar a la gente es que gracias a ese día Portugal se libró de una dictadura comunista. Nunca olvidaremos esta fecha y no dejaremos que la borren de nuestra historia«. (Facebook, 25 de noviembre de 2022). El 25 de abril es el enemigo, ¡viva el 25 de noviembre! repetía Chega una y otra vez. Y a mediados de enero de 2024, en su discurso de clausura de la VI Convención Nacional de Chega en Viana do Castelo, André Ventura declaró que «la elección es entre el país de Chega de 2024 y el país de 1974 de Pedro Nuno Santos [el nuevo Secretario General del PS], el país del PREC. En torno a este binomio se votará el 10 de marzo y espero que Portugal elija el futuro«. La movilización excesiva de esta referencia histórica es motivo de preocupación cuando se trata de la conmemoración del 50º aniversario de la Revolución de los Claveles, con 48 diputados de Chega en el hemiciclo de la Asamblea de la República el 25 de abril de 2024.
Al terminar con la excepción portuguesa que parecía proscribir el populismo como heredero cada vez más lejano de la Revolución de los Claveles, la conmemoración de ésta del 50° aniversario el 25 de abril tendrá un tono totalmente diferente. Con sus 48 diputados hostiles a cualquier celebración de los claveles de abril y de Grândola, vila morena, himno a la fraternidad y a la igualdad inmortalizado por Zeca Afonso –un «comunista»–, no cabe duda de que Chega tendrá mucho interés en romper el ecumenismo –a veces de fachada– que rodea al 25 de abril.
Notas al pie
- Michel Foucault, Les Anormaux Cours au Collège de France, 1974-1975, Paris, EHESS, Gallimard, Seuil, 1999.
- Steven Forti, Extremas derechas 2.0: de la normalización a la lucha por la hegemonía, el Grand Continent, 14 de junio de 2022. Véase también el artículo muy detallado de Ana Sofia Meneses Silva, “As metáforas no discurso de/sobre André Ventura : as metáforas que constrói André Ventura e as que constroem sobre ele », Revista de Estudos do Discurso, n°12, 2023.
- Projet POLAR, “Back to the future ? Populism and the Legacies of Authoritarian Regimes”, FCT, ICS-UL, marzo de 2023-septiembre de 2024. Véase Luca Manucci, “Chega entre legados autoritários e nostalgia”, Expresso, 5 de marzo de 2024.