Durante el referéndum constitucional del verano de 2020, Vladimir Putin propuso modificar el artículo 81 del capítulo cuarto de la Constitución rusa, que prohibía al presidente permanecer en el poder más allá de 2024. Con esta revisión constitucional (aprobada, junto con otras medidas, por casi el 78%), Vladimir Putin puede permanecer teóricamente en el poder hasta 2036.

Hace cuatro años, Putin tenía 68 años. En aquel momento, había superado con creces la edad media de jubilación, 61.5 años.1 A sus 71 años, el presidente ruso ha superado en siete años la esperanza de vida media de un hombre en Rusia.

  • Según una encuesta del Centro Levada realizada en enero de 2020, cinco meses antes del referéndum constitucional, el 25% de la población rusa quería que Putin se retirara al final de su mandato en 2024.2
  • Algo más de una cuarta parte de los encuestados (27%) quería que fuera reelegido presidente de Rusia, y el 33% deseaba que siguiera implicado en política a través de diversos cargos (presidente del gobierno, líder de su partido Rusia Unida, secretario del Consejo de Seguridad, etc.).

El referéndum de 2020 no es la única herramienta que está utilizando Putin para consolidar su poder. Según la ONG rusa Golos, especializada en la observación electoral, varias leyes promulgadas entre 2018 y 2023 han contribuido a restringir los derechos electorales de los ciudadanos rusos.

Las normas que regulan la recopilación de firmas necesarias para presentarse a las elecciones presidenciales se han endurecido para facilitar que el Kremlin invalide el apoyo a un tercer candidato. La creación de un «registro de personas afiliadas a agentes extranjeros» ha facilitado obstaculizar la capacidad de los particulares para hacer campaña a favor de candidatos o apoyarlos.3

  • Cuatro años después de ese sondeo, Putin está a punto de ser reelegido para un nuevo mandato que concluirá en 2030.
  • Este año, sólo tres candidatos de dentro del sistema pudieron perder frente a Vladimir Putin: Nikolai Jaritonov, Leonid Slutski y Vladislav Davankov.
  • Aunque se le considera más «liberal», Davankov no deja de ser un «opositor desde dentro». Aunque se le atribuye el 9% de las intenciones de voto en el último sondeo disponible, el propio Davankov ha expresado sus dudas sobre su capacidad para ganar las elecciones.4 Un resultado demasiado alto podría costarle su carrera política, como le ocurrió a Pavel Grudinin en 2018.5

A falta de una figura opositora capaz de aglutinar y organizar un movimiento anti-Kremlin desde la muerte de Alexei Navalni, la sociedad rusa anti-Putin parece resignada ante la perspectiva de una guerra prolongada en Ucrania y la continuidad de Vladimir Putin en el poder. En sólo cuatro años, el presidente ruso se ha hecho a sí mismo inevitable; desde 2022, la guerra le ha permitido consolidar aún más su dominio, «un paso decisivo en la construcción del putinismo eterno».6

Notas al pie
  1. Pensions at a Glance 2021, OCDE.
  2. Роль Владимира Путина После 2024, Levada Center, 30 de enero de 2020.
  3. Key changes in Russian Presidential Election Laws: 2018 vs. 2024, Golos, 17 de enero de 2024.
  4. «Putin’s Election Win Is Almost Certain. What Can Anti-Kremlin Russians Do?», The Moscow Times, 15 de marzo de 2024.
  5. Mijail Vinogradov, Russia’s Predetermined Elections Are Still Enough to Rattle the Elites, Carnegie Endowment for International Peace, 22 de noviembre de 2023.
  6. Michael Kimmage y Maria Lipman, «Forever Putinism. The Russian Autocrat’s Answer to the Problem of Succession», Foreign Affairs, 13 de marzo de 2024.