La economía alemana se contrajo un 0,3% en 2023, según las últimas cifras de la Oficina Federal de Estadística.
- Los elevados precios de la energía siguieron afectando negativamente a la economía alemana en 2023 y a los sectores industriales intensivos en energía, que volvieron a ver caer su producción y su valor añadido.
- El consumo de los hogares cayó un 0,8% interanual.
- El Instituto considera «probable» que esta caída haya sido causada principalmente por la inflación, que se espera que alcance una media anual del 5,9% en 2023.
- La inversión (medida por la formación bruta de capital fijo) también se contrajo un 0,3%.
- Al mismo tiempo, Alemania ha logrado una reducción significativa de su déficit público, que ha pasado de 147.700 millones de euros en 2020 (4,3% del PIB) a 82.700 millones de euros en 2023 (2%), por debajo de la cifra del 3% establecida en las normas presupuestarias europeas.
Más allá de la subida cíclica de los precios de la energía, la primera economía europea se enfrenta a una serie de retos estructurales.
- Alemania se enfrenta a una competencia cada vez mayor, en particular de las empresas chinas en el sector clave de la automoción, incluso en el mercado de la exportación.
- En el primer semestre de 2023, las ventas en el mercado chino del fabricante de vehículos eléctricos BYD superaron por primera vez a las de Volkswagen, la marca más vendida en China desde hace al menos 15 años.
- Aunque se trata sobre todo de un movimiento simbólico, BYD también sustituirá a Volkswagen como «patrocinador de la movilidad» de la Eurocopa 2024, que se celebrará en Alemania entre junio y julio.
- La desaceleración demográfica y el envejecimiento de la población plantean otro reto estructural a la futura capacidad productiva. El número de ocupados aumentó un 0,7% en 2023 (330.000 personas), incremento que el servicio estadístico alemán atribuye tanto a la llegada de trabajadores extranjeros como a un aumento de la participación de la población nacional en el mercado laboral.
Desde el 8 de enero, el gobierno de Scholz sigue haciendo frente al movimiento social lanzado por los agricultores, opuestos al fin de las exenciones fiscales sobre el gasóleo. A ellos se han unido los trabajadores del ferrocarril que reclaman mayores salarios.