La cuestión de la apertura del paso fronterizo de Rafah entre Egipto y la Franja de Gaza ha sido un punto clave de tensión en la diplomacia de la guerra de Sucot desde su inicio.

  • El miércoles 1 de noviembre se alcanzó un acuerdo para la evacuación de la Franja de Gaza de «7.000 personas de más de 60 nacionalidades» a través del paso fronterizo de Rafah, según las autoridades egipcias. Entre el miércoles y el jueves fueron evacuados más de 300 extranjeros y personas con doble nacionalidad y más de 70 palestinos heridos.
  • La Unión Europea, a través de declaraciones de la Presidenta de la Comisión y del Alto Representante Josep Borrell, agradeció a Egipto la apertura del paso y la evacuación de sus nacionales.
  • El paso fronterizo se ha abierto varias veces desde el 21 de octubre para permitir el paso de convoyes de ayuda humanitaria -los primeros veinte camiones el 21 de octubre-.
  • Sin embargo, Naciones Unidas sigue advirtiendo de que la ayuda humanitaria que ha llegado hasta ahora a la Franja de Gaza es en gran medida insuficiente, y las autoridades egipcias señalan con el dedo a Israel por su responsabilidad en la ralentización del envío de ayuda humanitaria a Gaza.

Egipto se apresuró a fijar «líneas rojas» en relación con su papel regional y sigue afirmando su oposición a la idea de desplazar a su territorio a la población civil de la Franja de Gaza.

  • En una reunión del Consejo de Seguridad Nacional convocada por el presidente Al-Sissi el 15 de octubre, que también brindó la oportunidad de anunciar la organización de una cumbre internacional sobre la cuestión palestina, Egipto reiteró que su seguridad nacional era una «línea roja» y que no se haría ningún compromiso sobre la situación a su costa.
  • En un documento del Ministerio de Inteligencia israelí fechado el 13 de octubre -calificado de documento conceptual y no vinculante por el primer ministro Netanyahu, que confirmó su autenticidad-, el desplazamiento de la población civil de la Franja de Gaza al Sinaí aparecía como una opción considerada y preferida para la continuación de la guerra. Según el FT, Netanyahu también intentó persuadir a los países de la Unión Europea para que presionaran a Egipto para que aceptara a los refugiados palestinos.
  • Egipto mantiene una línea clara al negarse a permitir el desplazamiento de civiles de la Franja de Gaza a su territorio. En particular, el Presidente egipcio ha declarado que tal desplazamiento podría ser un posible preludio de un desplazamiento similar de palestinos de Cisjordania a Jordania: «el Estado palestino del que hablamos y del que habla el mundo sería imposible de poner en práctica».

La situación interna en Egipto sigue siendo especialmente tensa, marcada por una grave crisis económica y social que el gobierno no ha conseguido frenar.

  • Con la guerra en Ucrania como telón de fondo, Egipto ha experimentado una fuerte subida de los precios, sobre todo de los productos alimentarios. La inflación interanual alcanzó el 38% en septiembre de 2023. La inflación de las frutas y verduras alcanzó el 108% interanual en ese mes, según datos del Banco Central de Egipto.
  • La deuda también está sometiendo a las finanzas públicas a fuertes presiones. En el presupuesto de 2022-2023, más del 50% del gasto público se habría dedicado al pago de la deuda. En diciembre de 2022, Egipto y el FMI llegaron a un acuerdo sobre un programa por valor de 3.000 millones de dólares.
  • El 25 de octubre, el Director Gerente del FMI advirtió del impacto «ya visible» de la guerra de Sucot en las economías regionales, incluido Egipto.

Antes de que estallara la guerra, la actual sucesión de acontecimientos se presentaba sobre todo como una oportunidad para que Al-Sissi consolidara de nuevo su poder, con las elecciones presidenciales previstas para diciembre. Se presenta a un tercer mandato, sin ningún candidato realmente creíble que pueda poner en peligro su reelección. Esta nueva candidatura ha sido posible gracias a una reforma constitucional llevada a cabo por Al-Sissi en 2019, aprobada en referéndum. La reforma le permite presentarse a la reelección y hace legal su permanencia en el poder hasta 2030.