La administración Biden negocia elevar el techo de deuda estadounidense

Faltan menos de dos semanas para el 1 de junio, fecha en la que el Tesoro estadounidense ha advertido de que el gobierno federal podría ser incapaz de pagar sus deudas. 

• Al confirmar la fecha límite del 1 de junio en una entrevista con la cadena NBC el domingo, la Secretaria del Tesoro, Yanet Yellen, dijo que se esperaban importantes pagos de impuestos a mediados de junio, «el problema [es] llegar a esa fecha». 
• En una nota a los clientes, los economistas de Goldman Sachs Group Inc. estimaron que el saldo de caja del Tesoro estadounidense caería por debajo de lo que necesita para pagar sus deudas el 8 ó 9 de junio¹, al tiempo que pronosticaron una probabilidad de impago para el 1 de junio.

Los republicanos presionan para que se recorten drásticamente los gastos de muchos programas nacionales a cambio de elevar el límite de endeudamiento público del Gobierno, que se eleva periódicamente para cubrir los costes de los recortes de gastos e impuestos aprobados previamente por los legisladores.

• El techo de la deuda se sitúa actualmente en 31,4 billones de dólares; cualquier aumento del umbral deberá ser votado por ambas cámaras, mientras que la Cámara de Representantes está controlada por los republicanos y el Senado por los demócratas.
• El viernes 19 de mayo, los negociadores republicanos de la Cámara de Representantes rechazaron la oferta de la Casa Blanca de congelar el gasto público en el presupuesto de 2024² y, en su lugar, exigieron profundos recortes del gasto y requisitos laborales para los programas de prestaciones sociales (Medicare, Medicaid, Seguridad Social), algo a lo que se oponen los demócratas.
• Los republicanos también piden un aumento del gasto en defensa, como parte de un plan aprobado por la Cámara de Representantes el mes pasado para recortar el gasto público en un 8% de aquí a 2024.

El domingo 21 de mayo, Biden afirmó que ahora depende de los republicanos revisar sus exigencias. El presidente estadounidense insistió en que no aceptaría un acuerdo que protegiera las exenciones fiscales a los ricos así como a las industrias de combustibles fósiles y farmacéutica, al tiempo que recortara la financiación de la sanidad y la educación.