La producción de municiones, un reto para la asistencia continuada a Ucrania

Andriy Yusov, portavoz de la Dirección General de Inteligencia del Ministerio de Defensa ucraniano, declaró el lunes (20 de marzo) que la inteligencia militar ucraniana había observado «un aumento de los intervalos entre los ataques con misiles»¹.

• Esta disminución de la frecuencia e intensidad de los ataques rusos incluye los misiles 3M-54 Kalibr, 9K720 Iskander y Kh-47М2 Kinjal.
• En cambio, los antiguos misiles tierra-aire S-300 se verían menos afectados porque Rusia dispone de un mayor número de ellos.
• Estos últimos siguen siendo una amenaza importante, especialmente para la población civil y las infraestructuras, que suelen ser atacadas del mismo modo que los objetivos militares.

Un estudio del número de alertas aéreas (que indican ataques inminentes con misiles o drones) notificadas por oblast y a escala nacional ofrece una imagen más matizada de las afirmaciones de la inteligencia ucraniana. Aunque no es posible distinguir entre ataques reales y amenazas de no ataque (misiles interceptados, problemas técnicos, variaciones de ruta, etc.), así como alertas de misiles o drones, se ha producido un aumento del número de alertas aéreas en las últimas semanas.

Por ejemplo, durante el mes de febrero se registraron en Ucrania 1.100 sirenas antiaéreas, frente a las 1.048 registradas entre el 1 y el 21 de marzo.

• En la semana del 20 al 26 de febrero hubo 275 alertas de ataques con misiles, frente a las 448 de la semana del 13 al 19 de marzo.
• Debido a la intensificación de los combates en el frente oriental -especialmente en torno a Bajmut-, la provincia de Donetsk es, con diferencia, la más afectada por los ataques (149 alertas desde el 1 de marzo, frente a 103 en la provincia de Járkov).

Para socavar las capacidades rusas, Kiev ataca regularmente las reservas y los convoyes. Ayer, la inteligencia ucraniana anunció que había destruido una reserva de misiles de crucero Kalibr en Crimea, diseñados para ser lanzados desde barcos en el Mar Negro².

Al igual que los proyectiles y la munición, los misiles también se ven afectados por el agotamiento de las existencias y tienen dificultades para producir a un ritmo suficiente para compensar su uso.

• En enero, el ministro de Defensa ucraniano, Oleksii Reznikov, afirmó que Rusia había consumido el 81% de sus existencias de misiles estratégicos entre el 24 de febrero de 2022 y el 3 de enero de 2023.
• Moscú, sin embargo, sólo habría consumido el 17% de su arsenal total de misiles tierra-aire S-300. De los 750 drones iraníes Shahed 131 y 136 que Rusia tenía antes de la guerra, se habrían utilizado 660, de los cuales 486 fueron destruidos por la defensa antiaérea ucraniana³.

Ante la intensidad de los combates, ambos bandos intentan movilizar sus industrias de defensa para aumentar la producción de proyectiles, municiones, misiles, vehículos, etc. Sin embargo, a nivel de la Unión, a pesar de las sumas dispuestas a invertir, los fabricantes tienen dificultades para aumentar sus ritmos de producción, debido sobre todo a la falta de disponibilidad de materias primas.

• Ciertos componentes como la nitrocelulosa (utilizada en particular para la fabricación de misiles en forma de fulmicotón) no se producen en cantidades suficientes en Europa para aumentar la producción⁴.
• El fabricante checo y principal proveedor de explosivos de las fábricas de municiones, Explosia, ha declarado que no será posible aumentar la tasa de producción de propulsores de proyectiles de artillería de 155 mm antes de 2026.
• El lunes 20 de marzo, 18 países (incluidos 17 Estados miembros y Noruega) firmaron un acuerdo para establecer un procedimiento acelerado de suministro de proyectiles de 155 mm al ejército ucraniano y proporcionar «un marco de siete años para que los Estados miembros adquieran conjuntamente varios tipos y calibres de munición (de 5,56 mm a 155 mm) para reponer las existencias nacionales»⁵.

Sin embargo, la adquisición y el suministro conjuntos no resuelven los problemas en las líneas de producción, sobre todo porque gran parte del material básico se produce fuera de Europa. En el año 2022, China produjo dos tercios del acero mundial, mientras que sólo Alemania se encuentra entre los 10 mayores productores (con 36,8 millones de toneladas).