New Start es el único tratado de control de armas nucleares aún en vigor entre Estados Unidos y Rusia. El tratado, que fue firmado en 2010 entre Obama y Medvédev y entró en vigor en 2011, limita a 700 el número de misiles balísticos intercontinentales (ICBM) y misiles balísticos estratégicos mar-tierra (SLBM) desplegados entre Estados Unidos y Rusia, a 1.550 el número total de cabezas nucleares desplegadas y a 800 el número de lanzadores desplegados y no desplegados1.

  • La suspensión de New Start no significa que Rusia abandone el tratado y pueda decidir reincorporarse.
  • Es principalmente el intercambio regular de información entre las dos partes lo que se verá afectado, aunque técnicamente Washington puede seguir haciéndolo unilateralmente, como ocurrió entre 2007 y 2011 en el marco del tratado sobre Fuerzas Convencionales en Europa (FCE).
  • Las 18 inspecciones anuales in situ previstas en el marco del New Start ya habían sido suspendidas desde 2019, inicialmente a causa de la pandemia y después por Moscú por «razones políticas»2.

El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso dijo que la decisión se tomó «como resultado de las acciones destructivas de Estados Unidos en el marco de este acuerdo, así como en general por la línea que está siguiendo hacia un debilitamiento general de la seguridad de la Federación Rusa y la ‘asfixia’ política y económica de nuestro país […] La extrema hostilidad de Washington, la confrontación que está intensificando y su claro curso de escalada maliciosa del conflicto en Ucrania y sus alrededores han creado un entorno de seguridad fundamentalmente diferente para nosotros.»3

La Secretaria de Estado estadounidense calificó la decisión de «desafortunada e irresponsable»4.

  • Durante su discurso, Putin también pidió al Ministerio de Defensa ruso y a Rosatom -la empresa estatal de energía nuclear- que «se preparen para realizar pruebas nucleares si es necesario»5.
  • Para «reanudar las discusiones sobre el tratado», Moscú pide que los arsenales nucleares francés y británico se incluyan también en la limitación del tratado.

Esta decisión es más un símbolo político que una señal real de cambio en la limitación del arsenal nuclear ruso. Rusia ya tiene más cabezas nucleares que Estados Unidos (aunque algunas no están desplegadas) y el tiempo y los recursos necesarios para aumentar sus capacidades parecen estar reñidos con los objetivos a corto y medio plazo del Kremlin en la guerra contra Ucrania. En las declaraciones del presidente ruso, la disuasión nuclear se utiliza principalmente como palanca diplomática.