El Estado federal somalí lleva luchando contra los shebab, grupo terrorista islamista afiliado a Al Qaeda, desde 2007.

  • En junio de 2022, el nuevo presidente somalí, Hassan Sheikh Mohamoud, anunció una «guerra total» contra los shebab, apoyándose en las milicias locales además del ejército regular. Su lucha cuenta con el apoyo de la Misión de Transición de la Unión Africana en Somalia (ATMIS), así como de los ejércitos estadounidense y turco.
  • Mohamoud quiere que la ONU levante el actual embargo sobre las importaciones de armas somalíes. El embargo se estableció para impedir que los shebabs importaran material militar, pero Somalia considera que tiene dificultades para equipar a sus propias tropas1.

El Estado federal somalí ha conseguido librar gradualmente a las ciudades de la presencia de los shebab, principalmente rurales. Sin embargo, cada nueva victoria suele dar lugar a ataques del grupo en las ciudades.

  • El 17 de enero, el gobierno federal somalí anunció la captura de tres ciudades -Haradhere, Gal’ad y El Dher- en el estado de Galmudug, que habían estado bajo control de Al-Shabaab durante más de una década. Las operaciones ofensivas aún no han comenzado en el sur del país, donde el grupo islamista aún mantiene una fuerte presencia.
  • Entre agosto de 2022 y febrero de 2023, la misión de la ONU en Somalia registró 1.524 de los llamados «incidentes de seguridad» (ataques a civiles, bombardeos, enfrentamientos armados), incluidos 501 incidentes terroristas.
  • La mayoría de ellos fueron reivindicados por Al-Shabaab y tuvieron como objetivo al gobierno, las fuerzas de seguridad y la población civil en los centros urbanos del país, incluida la capital federal, Mogadiscio.

Desde 2017, Somalia está inmersa en un proceso de revisión constitucional para adoptar una nueva constitución federal. Aunque se esperaba que este proceso finalizara en dos años, aún está en curso.

  • El 23 de diciembre de 2022, estallaron enfrentamientos en Baidoa, capital del estado suroccidental, entre partidarios de la oposición y las fuerzas del orden tras la decisión de la Asamblea de prorrogar un año el mandato del gobernador Abdiaziz Laftagareen.
  • El 9 de enero, la administración de Puntlandia declaró que sólo cooperaría con Mogadiscio en cuestiones humanitarias hasta que se redactara una constitución somalí provisional. El anuncio se produce tras el rechazo de Puntlandia a un comunicado entre el gobierno y los estados federados emitido a finales de diciembre (Puntlandia acusa a Mogadiscio, entre otras cosas, de pretender centralizar poderes).

También han aumentado las tensiones con Somalilandia, región separatista que declaró su independencia (no reconocida) en 1991.

  • Tras el asesinato, el 26 de diciembre de 2022, de un opositor a la independencia de Somalilandia en Las Anod (situada en una zona disputada entre la región separatista y el gobierno federal), estallaron violentas manifestaciones contra el gobierno de Somalilandia, que dejaron al menos 12 muertos y 59 heridos, y obligaron a las fuerzas de seguridad a retirarse de la región.
  • Aunque se intentó calmar las tensiones con la participación de los líderes de los clanes, la situación volvió a recrudecerse a principios de febrero, cuando éstos declararon que la zona en disputa debía ser administrada por el gobierno federal somalí.
  • La declaración desencadenó enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad de Somalilandia y las milicias de los clanes los días 6 y 7 de febrero que, según informes, dejaron al menos 37 muertos y 131 heridos.

El gobierno somalí ha redoblado recientemente sus esfuerzos en la lucha contra Al Shabaab reuniendo a una coalición formada por Kenia, Yibuti y Etiopía, que el 1 de febrero emitió un plan conjunto en el que se instaba a la «búsqueda y destrucción» del grupo terrorista.2 A ello contribuyó la llegada al poder de William Ruto el pasado mes de septiembre en Kenia -quien ha hecho de la lucha contra los shebabs una de sus prioridades-, así como la conclusión de un acuerdo de paz entre el gobierno etíope y la región de Tigray el mes siguiente, que puso fin a dos años de guerra civil. Esto debería permitir al primer ministro etíope, Abiy Ahmed, centrar más esfuerzos en la lucha contra Al-Shabaab.3.

En su reunión del miércoles 22 de febrero, el Consejo de Seguridad de la ONU debatió la puesta en marcha de un plan de ayuda humanitaria. Según la ONU, el país sufre actualmente «la sequía más larga y grave de su historia, tras cinco temporadas consecutivas de escasas lluvias que han devastado el país»4.

La corta temporada de lluvias en Somalia, de octubre a diciembre, registró precipitaciones entre un 25% y un 55% por debajo de la media anual. Desde principios de 2022, la sequía ha desplazado a 1,3 millones de personas.

  • Aunque los esfuerzos de socorro han evitado la hambruna, un informe del Secretario General de la misión de la ONU en Somalia afirma que «sigue siendo una fuerte posibilidad» de abril a junio si no se mantiene la ayuda humanitaria y si hay menos precipitaciones de las esperadas en la próxima temporada de lluvias5.
  • La ONU y las ONG con sede en Somalia lanzaron el 8 de febrero de 2023 un plan de respuesta humanitaria con el gobierno federal del país, que pretende movilizar 2.600 millones de dólares para ayudar a 7,6 millones de personas. Se calcula que 8,25 millones de personas -casi la mitad de la población somalí- necesitan ayuda humanitaria inmediata y protección.