Tras el accidente nuclear de Fukushima el 11 de marzo de 2011, el Gobierno japonés había anunciado que pondría fin al uso de la energía nuclear para la generación de electricidad «para la década de 2030»1. En aquel momento, existía un consenso entre los partidos políticos japoneses para favorecer el desarrollo de las energías renovables.

  • La cuota de la energía nuclear en la generación de electricidad cayó del 26% en 2010 al 6% en 2021. Entre 2012 y 2016, la energía nuclear representó menos del 1% de la electricidad generada en Japón.
  • Tras alcanzar su punto máximo en 2013, las emisiones de CO2 han empezado a disminuir gradualmente, sobre todo las procedentes del gas y el petróleo.
  • En 2021, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) constató «avances significativos en la reforma de sus mercados nacionales de electricidad y gas natural» y destacó el «continuo crecimiento de las energías renovables en el sector eléctrico»2.

Desde la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero de 2022, los precios de la energía han subido considerablemente y las cadenas de suministro de hidrocarburos se han visto permanentemente interrumpidas. Además, la importante reducción de las exportaciones rusas de gas a Europa ha provocado un fuerte aumento de las importaciones de gas natural licuado (GNL). En consecuencia, es probable que la demanda mundial de GNL supere a la oferta en los próximos años.

  • Las perturbaciones en las cadenas de suministro energético repercuten directamente en Japón, que depende en gran medida de las importaciones, sobre todo de hidrocarburos.
  • En 2022, Tokio recuperó su posición como mayor importador mundial de GNL -desbancando a China- con casi 72 millones de toneladas métricas de GNL, frente a los 63 millones de Pekín3.
  • Con un 35% en 2021, el gas natural es la principal fuente de energía utilizada para generar electricidad en Japón, lo que convierte la seguridad del suministro de gas natural en una cuestión de soberanía nacional.

Para reducir la exposición de Japón a las fluctuaciones del mercado energético, el Primer Ministro Fumio Kishida presentó en diciembre una hoja de ruta de diez años para la «transformación verde» del país, que incluye medidas para reactivar la industria nuclear. Se permitirá que los reactores funcionen más de 60 años y se concederán permisos para sustituir las infraestructuras obsoletas por otras nuevas4.

La «vuelta» de Japón a la energía nuclear también cumple los objetivos de lograr la neutralidad climática para 2050 y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 46% para 2030.

  • Según la AIE, «volver a poner en marcha los reactores nucleares existentes en Japón que superen las revisiones de seguridad sería una forma rentable de reducir rápidamente las emisiones y mejorar la seguridad del suministro eléctrico».
  • En su hoja de ruta de cero emisiones netas, la Agencia prevé la construcción de nuevos reactores nucleares en Japón para cumplir los objetivos de 20505.
  • Sin embargo, existe el riesgo de que la vuelta a la energía nuclear retrase el desarrollo masivo de las energías renovables necesario para alcanzar la neutralidad de carbono6.
Notas al pie
  1. Risa Maeda y Aaron Sheldrick, « Japan aims to abandon nuclear power by 2030s », Reuters, 14 de septiembre 2012.
  2.  Innovation and market reform needed to drive Japan’s clean energy transition, IEA policy review finds, Agencia Internacional de la Energía, 4 de marzo 2021.
  3. Shardul Sharma, « Japan again becomes world’s biggest LNG importer », Natural Gas World, 19 de enero 2023.
  4. « Japan to extend 60-yr nuclear reactor life, build advanced reactors », The Mainichi, 22 de diciembre 2022.
  5. Net Zero by 2050 A Roadmap for the Global Energy Sector, Agencia internacional de la energía, octubre 2021.
  6. « Japan pivots back to nuclear power », The Economist, 12 de enero 2023.