En julio de 2017, el Consejo de Estado (国务院) estableció el objetivo de convertir a China en «el principal centro mundial de innovación en inteligencia artificial» para 20301. Se basa en dos elementos fundamentales: la financiación y la recogida de datos.

  • Se espera que China duplique con creces su inversión en inteligencia artificial (IA) hasta casi 27.000 millones de dólares al año, o el 9% de la inversión mundial en 2026.
  • La recopilación de datos es necesaria para mejorar los algoritmos utilizados en inteligencia artificial.

En la actualidad, la IA tiene aplicación en muchos ámbitos en China, y los sectores de las finanzas, el comercio minorista y la alta tecnología representan más de un tercio del mercado nacional de IA.

  • En cuatro sectores clave -automoción, fabricación, sanidad y software empresarial- el uso de la IA podría crear más de 600.000 millones de dólares de valor económico al año2.
  • La fabricación de vehículos autónomos podría generar 335.000 millones de dólares al año, en parte debido a la reducción de los costes de mantenimiento y averías imprevistas de los vehículos.

La contribución de las tecnologías basadas en la IA podría remodelar el entorno inversor chino, hasta ahora dominado por las empresas estatales. Por ejemplo, el panorama chino de la IA combina gigantes tecnológicos -Tencent, Huawei, Bytedance- con muchas startups privadas respaldadas por el Estado.

El objetivo fijado por el Consejo de Estado en 2017 se basa en asociaciones firmadas entre gobiernos locales y grandes empresas.

  • Por ejemplo, la Universidad de Nanning, en la provincia de Guanxi, ha firmado una alianza con el gigante tecnológico iFlytek para crear un programa universitario de IA para 340 estudiantes3.
  • En Hohhot (Mongolia), el gobierno local firmó un acuerdo de inversión con Face++ en 2019 para invertir 100.000 millones de yuanes (14.400 millones de dólares) en un centro de datos en la nube4.

Los avances tecnológicos que combinan la inteligencia artificial también se están utilizando para vigilar a la población china, aspecto central del Proyecto de Unidad de China promovido por Xi Jinping.

  • El reconocimiento facial se ha combinado con actuaciones policiales autoritarias en una campaña de vigilancia generalizada y detención de uigures en campos de «reeducación» de Xinjiang.
  • Estos sistemas pueden basarse en 60 puntos de datos para determinar si una persona necesita «reeducación», lo que implica la definición de las características faciales y físicas que constituyen una «identidad uigur» para que los algoritmos las identifiquen5.