Desde principios de año, Rusia ha utilizado su derecho de veto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en cuatro ocasiones:
- El 25 de febrero contra un proyecto de resolución que pide el cese de los ataques a Ucrania y la retirada de las tropas rusas del territorio ucraniano.
- El 26 de mayo, contra una resolución para reforzar las sanciones contra Corea del Norte tras el lanzamiento de un misil balístico intercontinental el 24 de marzo.
- El 8 de julio, contra la renovación de una misión de Naciones Unidas en el noreste de Siria para proporcionar ayuda humanitaria a 4 millones de personas.
- Por último, el 30 de septiembre contra una resolución para reafirmar la integridad territorial de Ucrania tras la celebración de referendos y la anexión formal de cuatro regiones ucranianas por parte de Moscú1.
Desde 1946, Rusia ha utilizado su veto 152 veces en total, casi tantas como los otros cuatro miembros del Consejo de Seguridad (Francia, Reino Unido, China y Estados Unidos) juntos.
Las Naciones Unidas son, por naturaleza, una organización pacífica cuyo objetivo es «mantener la paz y la seguridad internacionales». Sin embargo, la presencia de un Estado como miembro permanente de su Consejo de Seguridad que lleva más de seis meses librando una guerra abierta contra otro Estado soberano va en contra de la carta firmada en 1945 por la Unión Soviética2.
En su discurso ante la Asamblea General de la ONU en septiembre, Volodymyr Zelensky dijo: «Mientras el agresor participe en la toma de decisiones en las organizaciones internacionales, debe ser aislado de ellas, al menos hasta que dure la agresión. Negar el derecho al voto. Eliminar los derechos de delegación. Retirar el derecho de veto si es miembro del Consejo de Seguridad de la ONU, para castigar al agresor dentro de las instituciones»3.
No sería la primera vez que la ONU toma medidas excepcionales para adaptarse al contexto geopolítico.
- En 1971, fue una votación que permitió a China entrar en el Consejo de Seguridad de la ONU, y fue la misma resolución 2758 la que provocó la expulsión de Taiwán de la organización.
- Por el contrario, en 1974 la Asamblea General declaró que el gobierno sudafricano ya no tenía derecho a sentarse o votar en la ONU debido a su política de apartheid.
Aunque la sede de la URSS está ocupada desde 1991 por un representante de la Federación Rusa, tanto Ucrania como Bielorrusia podrían haber reclamado este derecho. Sin embargo, desde que Bielorrusia apoyó la agresión rusa, Ucrania es ahora la única ex república de la URSS que también es miembro fundador de la ONU que se ha mantenido fiel a los principios de la organización.
En términos prácticos, para el jurista internacionalista Thomas D. Grant, Ucrania podría reclamar la sede de la URSS4.
- Un diplomático ucraniano tendría que recibir credenciales. Rusia se opondría, pero otros miembros del Consejo serían libres de oponerse a la presencia rusa.
- Una objeción daría lugar a una cuestión que requiere una resolución y el reconocimiento de la violación de la Carta de la ONU por parte de Rusia.
- Como resultado de la invasión de un Estado soberano, Moscú ha perdido ahora la base legal para conservar su lugar en el Consejo de Seguridad, lo que lleva a su expulsión.
Notas al pie
- Albania and United States of America : draft resolution S/2022/720, Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, 30 de septiembre de 2022.
- United Nations Charter.
- « Zelensky UN General Assembly Full Speech », Kyiv Post, 22 de septiembre de 2022.
- Thomas D. Grant, « Expelling Russia from the UN Security Council — a How-to Guide », Center for European Policy Analysis (CEPA), 26 de septiembre de 2022.