• En 2020, Rusia era el sexto productor mundial de carbón (y el cuarto exportador), muy por detrás de China o India. Sin embargo, debido a su proximidad geográfica y a sus precios, el carbón ruso representó el 46,7 % del total de las importaciones de la Unión Europea en 2020, muy por delante de Estados Unidos, con un 17,7 %, y de Australia, con un 13,7 %.
  • El carbón en Europa Occidental se considera una energía del pasado. La mayoría de los países empezaron a abandonar el carbón en los años setenta y se decantaron por otros combustibles fósiles (gas natural, petróleo) en su consumo primario o por las energías renovables. Sin embargo, varios países de Europa Central y Oriental conservan un nivel de consumo de carbón muy elevado, que ascendió al 16,73 % del consumo primario alemán en 2021, al 32,4 % en la República Checa y al 42,37 % en Polonia.
  • Algunos análisis sostienen que la prohibición no provocará un abandono unánime del carbón, sino que estimulará la demanda de importaciones de otros países, como Indonesia y Australia. A corto y medio plazo, la demanda de carbón de los países europeos contribuirá a un aumento de los precios del carbón, que ya se han duplicado desde el inicio de la guerra en Ucrania1. Además, otros países como India y Corea del Sur, previendo la subida de precios, ya han firmado acuerdos de suministro con los principales exportadores de carbón, lo que situará a Europa en un mercado muy competitivo.
  • El objetivo de las sanciones europeas es obstaculizar la economía rusa para que el Kremlin se vea obligado a poner fin a su guerra en Ucrania por falta de recursos. Sin embargo, hasta ahora, las cifras de exportación de carbón ruso no solo se han mantenido estables en comparación con el año pasado, sino que han aumentado. Según la empresa de inteligencia de datos Kpler, las exportaciones marítimas de carbón aumentaron un 3,5 % en junio y un 3,8 % en mayo, en comparación con las cifras de 20212.
  • ¿Tendrán las sanciones al carbón un efecto significativo? Según los estudios más recientes, las sanciones occidentales están teniendo un efecto innegable en la economía rusa, sobre todo en lo que respecta a las líneas de producción, algunas de las cuales se han visto gravemente perturbadas o paralizadas por la imposibilidad de Rusia de importar determinados productos y materiales. 
  • Sin embargo, el caso del carbón es diferente. Con el aumento global de los precios y la posibilidad de transportar el carbón por vía marítima —que ofrece una gran flexibilidad en comparación con estructuras permanentes como los oleoductos—, Rusia podría compensar a medio plazo las pérdidas asociadas al fin de los mercados europeos. Sin embargo, las exportaciones de carbón a la UE representan el 25 % del total de las exportaciones rusas de carbón y suponen unos ingresos de unos 8.000 millones de euros al año para el Kremlin.
Notas al pie
  1. Dan Murtaugh, « Coal’s Skyrocketing Prices Could Last Years on Russia Disruption », Bloomberg, 10 de agosto de 2022
  2. Clyde Russell, « Russia boosts coal exports as Western sanctions yet to bite », Reuters, 5 de julio de 2022