- Desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania, la Unión Europea, el G7, varios organismos financieros y un gran número de estados han puesto en marcha sanciones destinadas a debilitar la economía rusa, con el fin de que la guerra sea imposible de sostener para el Kremlin. En la mayoría de los países, las sociedades civiles consideran que estas sanciones están justificadas, por lo que gozan de un amplio apoyo para su continuidad, a pesar de las consecuencias económicas que puedan causar — aunque de forma más marginal que las consecuencias de la propia guerra.
- Sin embargo, los economistas y un número importante de investigadores han advertido, desde que se introdujeron las primeras sanciones a finales de febrero y principios de marzo, que pueden tardar en tener algún efecto concreto, y que algunas pueden no ser muy eficaces. En marzo, Karel Lanoo, el director del Centre for European Policy Studies, escribió en nuestras columnas que « el efecto a corto plazo de las sanciones financieras es limitado. Dada nuestra dependencia de la energía rusa, no han hecho más que aumentar los precios, proporcionando así más ingresos para Rusia ».
- Más de cinco meses después del inicio del conflicto y de la aplicación de multitud de sanciones dirigidas principalmente a los sectores energético, financiero, industrial y tecnológico rusos, ¿cuál es la situación real? Varios estudios científicos, así como el análisis de las cifras económicas, financieras y comerciales oficiales rusas (aunque Rusia ha dejado de publicar ciertas estadísticas desde el inicio de la invasión), permiten hacer un primer balance, aunque parcial, de estos primeros meses de sanciones.
- A pesar de todos los debates que se han reavivado desde el comienzo de la guerra sobre la dependencia energética de Europa con respecto a Rusia, conviene recordar que esta depende mucho más de Europa por sus exportaciones de gas natural que Europa por sus importaciones de gas. Además, el hecho de que la mayor parte del gas ruso se transporte por gasoducto no permite a Moscú realizar un « pivote hacia Asia » efectivo con la suficiente rapidez como para compensar el daño causado por la pérdida de un gran número de mercados, la gran mayoría en países europeos1.
- La producción rusa también se encuentra muy perjudicada por la drástica caída de las importaciones de productos y materiales que no es capaz de sustituir en cantidades suficientes, ni de producir en su propio territorio2. Las importaciones rusas de los países asiáticos cayeron significativamente en junio en comparación con el año pasado, mientras que las exportaciones turcas aumentaron un 46 % en el mismo periodo.
- Algunas producciones, como la del sector del automóvil, han caído a niveles no vistos en las últimas décadas. El informe de mayo del Servicio de Estadísticas del Estado ruso (Rosstat) indica que en mayo la producción de coches particulares se desplomó hasta el – 96,7 %, continuando una caída de la producción del -56,4 % en los últimos cinco meses3. Al mismo tiempo, las ventas de coches cayeron más de un 80 % en mayo debido a la suspensión de la producción de los fabricantes de automóviles y a la importación de coches extranjeros vendidos en los concesionarios.
- Como señala el investigador Ilya Matveev, la economía rusa es la más globalizada de todos los BRICS, lo que significa que depende del mercado internacional tanto para las exportaciones como para las importaciones. Además, las sanciones impuestas no solo afectan a los principales países occidentales, sino también a un importante número de países asiáticos. En total, estos países « hostiles » a Rusia representan más de la mitad de las importaciones rusas4.
- Las sanciones plantean problemas a corto plazo para la economía rusa (el FMI prevé un descenso del crecimiento ruso del 6% para este año, y del 3,5% para 2023), pero también pueden tener un impacto significativo en las cadenas de producción a medio y largo plazo5. Podemos esperar tanto un mayor proteccionismo como un mayor papel del Estado en la economía en los próximos años, pero también una « desconexión » de la economía occidental que empujará a Moscú mucho más cerca de China, Irán, Turquía o los países del Golfo, como ya empieza a notarse.
Notas al pie
- Sonnenfeld, Jeffrey y Tian, Steven y Sokolowski, Franek y Wyrębkowski, Michal y Kasprowicz, Mateusz, « Business Retreats and Sanctions Are Crippling the Russian Economy », 19 de julio de 2022.
- Heli Simola, « Trade sanctions and Russian production », Bank of Finland Institute for Emerging Economies Policy Brief 2022 n°4, 10 de mayo de 2022.
- Социально-экономическое положение России, Rosstat, mayo de 2022.
- Ilya Matveev, « Sanctions against Russia: No Blitzkrieg, but a Devastating Effect Nonetheless », Russian analytical digest n°285, 30 de junio de 2022.
- Janis Kluge, « Russia’s Economy under Sanctions: Early Impact and Long-Term Outlook », ibid.