• Antes de ser adoptada, esta nueva Constitución debe ser aprobada por el pueblo chileno en un referéndum que se celebrará el 4 de septiembre. Este proyecto de Constitución responde a varias cuestiones que surgieron durante las grandes protestas que estallaron en octubre de 2019, tras la subida del precio del billete de metro.
  • Compuesto por 388 artículos que se refieren principalmente a la garantía constitucional de nuevos derechos sociales, este texto aborda un número importante de puntos que han sido fuente de tensión, como los derechos y el reconocimiento oficial de las poblaciones indígenas, el coste de la educación, la paridad de género en el gobierno y el acceso al agua1.
  • Por el momento, las encuestas indican que el proyecto de Constitución no obtendría la aprobación del pueblo chileno. Los que están a favor ven en el nuevo texto una forma de superar las costumbres heredadas de la dictadura de Pinochet, ya anticuadas. Por otro lado, una parte de la población y de la escena política chilena se muestra escéptica ante el proyecto, ya que el texto ha sido calificado como demasiado radical y estatista por una parte del centro-derecha y de la derecha.
  • Aunque los chilenos votaron con una mayoría de 78% en 2020 a favor de la redacción de una nueva Constitución, el camino recorrido hasta ahora ha dado paso al surgimiento de una oposición al proyecto de la Asamblea Constituyente, que ahora tiene mayoría. Convencido por el nuevo texto, Gabriel Boric se declaró abierto a la conversación y emprendió una importante misión informativa para dar a conocer el contenido del proyecto de Constitución a la población chilena3. Hay mucho en juego, ya que el referéndum se basará en el sufragio obligatorio, otra gran novedad en la historia del país.