• La importante región de Andalucía se definió electoralmente este domingo garantizando una mayoría absoluta al Partido Popular bajo el liderazgo del centroderechista Juanma Moreno Bonilla. Aunque la mayoría de las encuestas advertían una holgada victoria del PP español, la sorpresa ha sido el margen de votos (58 diputados, frente a 30 escaños del Partido Socialista) que le abona al partido alfa de la derecha española la posibilidad de gobernar en solitario sin las muletas de la extrema derecha. Un dato importante para un partido que, tras la elección del nuevo presidente Alberto Núñez Feijóo, necesita demostrar que está en condiciones de gobernar con fuertes mayorías y sin respaldo de Vox. La nueva mayoría en Andalucía ahora responda el mensaje de la marca Feijóo: un partido conservador que no necesita mimetizar a la extrema derecha de Vox para conseguir el voto confianza de las grandes mayorías autonómicas1. Esto se ha logrado y no es poca cosa.
  • En efecto, la candidatura de la extrema derecha con el perfil de Macarena Olona (Vox) no llegó a convencer al electorado andaluz, y aunque Vox asciende algunos escaños, ciertamente su postura es de clara parálisis, mientras que casi el 40% de sus votos se transfieren a votantes del Partido Popular2. Cuando en las elecciones de finales de 2018 hablábamos de la irrupción de la hegemonía de Vox en Andalucía lo hacíamos desde la percepción de que el PP necesitaba de su insumo para una nueva gobernabilidad que ponía fin al bastión socialista en el sur de España3. La crisis territorial del PSOE ahora se agudiza – ya no solo por la precariedad oscilante de sus aliados en el gobierno de coalición – sino también por la pérdida territorial de las más recientes contiendas (hace unos meses fueron los resultados insuficientes para garantizar una victoria en la autonomía de Castilla y León)4
  • Por su parte, las izquierdas (la coalición “Por Andalucía”, integrada por diversas formaciones como Izquierda Unida, Podemos, Más País, Equo y otras fuerzas, y por separado “Adelante Andalucía” de Teresa Rodríguez) liderada por Inmaculada Nieto no logró animar en tiempos de baja movilización en una coalición poco definida en aspiraciones o ideas claras. Como se viene haciendo patente en los últimos años de la política española, pareciera que los progresismos a la izquierda del PSOE pierden protagonismo en la nueva etapa de desmovilización lo cual termina por acentuar el regreso del bipartidismo. Otro de los grandes perdedores de la noche es la formación Ciudadanos, el partido “constitucionalista” y nacido de la crisis del procés catalán, que ahora se queda fuera del parlamento y el actual vicepresidente Juan Marín anuncia su renuncia tras darse a conocer los resultados. 
  • A pesar de los altos rangos de calor en el sur durante estos comicios, la participación solo estuvo a dos puntos por debajo de la cifra del 2018 que registró un 46.47%5. En un presente atizado por diversas crisis sociales – la creciente inflación y el precio de los carburantes; la guerra en Ucrania y el respaldo del Pedro Sánchez; la crisis diplomática en el norte de África con Alergia y el Sahara Occidente con la mediación de Marruecos – el electorado andaluz pone sobre la mesa un interés nítido por el orden y la administración. ¿Giro tecnocrático en la centroderecha española? Es una tesis que debe atenderse no solo por la fuga de votos de Vox hacia los Populares, sino también por la falta de los temas geopolíticos a lo largo de las semanas de campaña6. Andalucía mira hacia adentro y apuesta por una autoafirmación prudente y ordenada. En cierto sentido este el horizonte político que viene a ofrecer el nuevo liderazgo popular Núñez Feijóo, quien ahora puede invocar los resultados andaluces para seguir perfilando su próxima candidatura a las presidenciales. Tras la victoria en Andalucía aparece otro elemento no menor para el Partido Popular: hacer creíble que los niveles autonómicos y nacionales marchan a un mismo ritmo, algo sobre lo cual Pablo Casado (PP) tenía enormes dificultades. 
  • Como lo demostraba el propio Núñez Feijóo en una entrevista radial, la agenda inmediata del Partido Popular es la de hacer viable un gobierno a largo plazo, sin sobresaltos ni contradicciones internas como las que cruzan en la coalición gobernante de Pedro Sánchez7. También es cierto que los liderazgos más sobresalientes del Partido Popular – Nuñez Feijoo y Díaz Ayuso en Madrid – demuestran que el partido puede moverse en dos velocidades y direcciones siempre y cuando sea necesario. Ya lo han demostrado con la crisis interna del partido y la salida de Casado. Esta aspiración cobra un sentido material con la apabullante victoria de Moreno Bonilla quien ha insistido sobre este punto en su discurso de victoria: “vengo a gobernar con responsabilidad y sentido común”. En un discurso prudente y cargado de pathos de humildad, Moreno Bonilla acentuó su prudencia con ánimo de “gobernar para todos” en el mejor estilo tecnocrático de ‘getting things done’. Este es un elemento que entroniza con la pragmática de Díaz Ayuso en Madrid. 
  • La renovación del Partido Popular en dos velocidades – una versión más populista con Díaz Ayuso y su movimiento; y otra ala más prudente y administrativa, liderada por Feijóo y Moreno Bonilla – es un intento por dejar atrás la competición virtuosa con la extrema derecha de Vox que insiste de manera programática en la confrontación entre estado nacional y las dinámicas autónomas en un claro desprecio del federalismo. Por otro lado, el “nuevo” Partido Popular de Núñez Feijóo quiere dejar en evidencia los déficits de gobernabilidad de la coalición de Sánchez a partir una nueva apuesta tecnocrática e incluyente de los varios niveles de gobernación (autonómica y estatal). Si esta estrategia llegara a resultar sobresaliente, estaríamos ante una transformación pasiva de los conservadores de cara a las próximas elecciones nacionales de la mano de Núñez Feijóo. ¿Qué pudiera hacer el PSOE ante este panorama de renovación? Para responder apropiadamente a esta interrogante debemos ver su recomposición después de esta contienda andaluza.
Notas al pie
  1. Lola García. “Gana Feijóo, ¿pierde Ayuso?”, La Vanguardia
  2. Fernando Valls. «Moreno gana a lo Feijóo, frena a Vox y deja al PSOE y a Díaz tocados para 2023», La información: https://www.lainformacion.com/espana/elecciones-andalucia-moreno-feijoo-mayoria-absoluta-psoe-espadas-vox-olona-diaz/2869076/
  3. Gerardo Muñoz. “Vox et la nouvelle hégémonie des droites en Espagne», Le Grand Continent, abril de 2019: https://legrandcontinent.eu/fr/2019/04/28/vox-et-la-nouvelle-hegemonie-des-droites-en-espagne/
  4. “Elecciones de Castilla y León”, El País: https://resultados.elpais.com/elecciones/2022/autonomicas/08/index.html
  5. «La participación en las elecciones de Andalucía supera el 58», RTVE: https://www.rtve.es/noticias/20220619/elecciones-andalucia-2022-resultados-participacion/2384466.shtml 
  6. Enric Juliana. «Los andaluces señalan hoy el rumbo de la politica española», La Vanguardia: https://www.lavanguardia.com/politica/20220619/8350231/antenas-andalucia.html
  7. “Alberto Núñez Feijóo: «Con Pedro Sánchez el procés no se habría frenado», Onda Cero: https://www.ondacero.es/programas/mas-de-uno/audios-podcast/entrevistas/alberto-nunez-feijoo-pedro-sanchez-proces-habria-frenado_2022060262986f681d1a9700019ca10d.html