10 puntos sobre los salarios de los docentes en Francia

Entre los temas dejados sobre la mesa del nuevo Ministro de Educación Nacional, Pap Ndiaye, por el antiguo titular del puesto, Jean-Michel Blanquer, está la cuestión de la remuneración de los docentes como una de las prioridades. Durante las elecciones presidenciales de 2022, los distintos candidatos hicieron muchas promesas, más o menos precisas, de aumentar los salarios. El programa de Yannick Jadot y EELV (Europe Écologie les Verts) proponía un aumento del 20% para los profesores y profesoras en un periodo de cinco años, concentrado prioritariamente en el inicio y la mitad de la carrera, mientras que el de Jean-Luc Mélenchon y LFI (La France Insoumise) proponía un aumento del 30% (15% de aumento inmediato del punto de índice y 15% de revalorización del índice a negociar con los sindicatos). Pocos días antes del final de la campaña, el propio Emmanuel Macron acabó proponiendo un aumento de los salarios de los docentes en torno al 10%, sin que quedara claro en un principio si ese aumento afectaría a todos los docentes o sólo a los que están al principio de su carrera, y si sería a cambio de algo.

Para aclarar y poner en perspectiva estas promesas, nos proponemos hacer un resumen en diez puntos de la evolución de los salarios de los docentes. Comenzamos situando esta cuestión en su contexto político y a la luz de las comparaciones internacionales, antes de presentar datos nacionales inéditos sobre la evolución de los salarios a largo plazo.

1 – ¿Por qué el tema de los salarios de los docentes es central?

Las diversas promesas de los candidatos presidenciales se realizan en un contexto en el que la cuestión de los salarios de los docentes aparece regularmente en el debate público y político. En 2019, la cuestión saltó al primer plano durante el proyecto de reforma de las pensiones, que hubiera podido provocar una reducción masiva de las pensiones de jubilación del personal de la educación nacional. En las últimas semanas, la cuestión ha vuelto a la agenda política debido a las importantes dificultades de contratación en los exámenes de ingreso a la enseñanza. Desde hace diez años, la educación nacional francesa se enfrenta a una escasez de candidatos en determinadas disciplinas (más del 20% de los puestos de matemáticas no se han cubierto en los últimos diez años en la enseñanza secundaria) y los aumentos salariales parecen ser una herramienta central para atraer a nuevos candidatos. Sin embargo, esta solución tiene un coste, y las implicaciones financieras para el Estado de cualquier política de revalorización son importantes, ya que los docentes constituyen el grupo más numeroso de funcionarios de la Función Pública del Estado (« FPE »), representando alrededor del 45% de la plantilla de la FPE. El Estado se encuentra, por tanto, en parte ante un dilema, ya que los anteriores anuncios de « mejora histórica » prometida por el ex ministro Jean-Michel Blanquer no tuvieron ningún efecto para frenar la fuerte disminución de los salarios de los profesores en los últimos cuarenta años y las consecuencias que conlleva.

2 – Un nivel salarial inferior a la media de los países europeos y de la OCDE

Esta degradación de los salarios de los docentes franceses se observa en las comparaciones internacionales realizadas por la OCDE. Tanto en la enseñanza primaria como en la secundaria, el salario legal de los docentes en Francia es inferior a la media internacional, sobre todo al principio y a la mitad de su carrera. Los docentes franceses comienzan su carrera con un nivel salarial alrededor de un 10% inferior al de sus homólogos de la Union Europea y la OCDE. Después de 15 años de servicio, la brecha se ha ampliado aún más y los docentes franceses reciben un salario medio reglamentario que es un 20% inferior a la media de otros países de la Unión y la OCDE. A modo de comparación, los profesores alemanes reciben el doble de salario legal que los franceses en cada etapa de su carrera por un menor número de horas de trabajo legales al año (720 horas en la educación secundaria y 900 horas en la educación primaria en Francia frente a 640 y 610 horas en la educación secundaria inferior y superior en Alemania y 691 horas en la educación primaria).

En los últimos 15 años, esta brecha ha tendido a aumentar: mientras que entre 2005 y 2019 los salarios de los profesores han aumentado una media del 11% en los países de la OCDE, en Francia han caído entre un 2 y un 6% en el mismo periodo (y entre un 7% y un 10% desde el año 2000).

3 – En los últimos 40 años, todos los salarios han bajado

En Francia, los economistas Btissam Bouzidi, Touria Jaaidane y Robert Gary-Bobo ya hicieron esta observación de la disminución a largo plazo de los salarios de los docentes para el periodo 1960-2004¹. Mediante la simulación de la evolución de los salarios brutos y netos, mostraron un descenso de entre el 10 y el 15% en el salario bruto de los profesores de secundaria y del 20% en los salarios netos entre 1981 y 2004.  Para seguir la evolución desde esa fecha, proponemos utilizar su metodología simulando la evolución de los salarios reales brutos y netos de los profesores en función de los cambios en las tablas de los índices y del valor del punto índice, la inflación y las cotizaciones a la seguridad social. Este enfoque permite estudiar a largo plazo, y en tiempo real, la evolución del salario percibido por un profesor en cada momento de su carrera, realizando una comparación intertemporal de los salarios de dos grupos de profesores que estarían situados en el mismo momento de su carrera pero en momentos diferentes.

Los resultados son claros: mientras que el PIB francés ha aumentado casi un 80% desde 1982, el salario bruto real de los profesores titulados, que es la base de su remuneración², ha descendido de más de 200 euros al mes para los aprendices del nivel 1 a 800 euros al mes para los profesores titulados del nivel 11, es decir, con más de 25 años de antigüedad. Desde 1990, año de la creación del cuerpo de profesores de escuela, el descenso ha sido de 300 euros (los aprendices que pasan al nivel 2 después de tres meses) a 600 euros (en el nivel 11) para los certificados y los professeurs de secundaria.

La explicación de esta importante caída del poder adquisitivo de los profesores y profesoras en los últimos 40 años es, en primer lugar, la desindexación del punto de índice de la inflación desde 1983 y su congelación a partir de 2010 (Figura 1). El poder adquisitivo del punto de índice ha disminuido un 24% desde 1983, lo que ha supuesto un descenso de entre el 10 y el 20% de los salarios brutos de los profesores (según la etapa de su carrera). Al final, en 2022, una profesora con 15 años de antigüedad (nivel 8) tiene un salario bruto equivalente al de una profesora con 4 años de antigüedad en 1982 (nivel 4) y una profesora con 26 años de antigüedad (nivel 11) tiene un salario bruto equivalente al de una profesora con 11 años de antigüedad en el nivel 8 en 1982.

4 – Esto no ha sido compensado por las revalorizaciones

La disminución del salario bruto por nivel es un poco menos importante que la del punto de índice debido a las revalorizaciones del índice que han tenido lugar en los últimos 40 años y que han afectado a todos los docentes o a determinados niveles de la carrera. La disminución del poder adquisitivo de las carreras de los profesores se ha compensado parcialmente, para algunos profesores titulados, con la creación de un fuera de categoría a partir de 1990. A continuación, los docentes certificados y los profesores de secundaria tuvieron la posibilidad de acceder a un nuevo grado (fuera de categoría) que contaba con dos y luego tres niveles salariales adicionales (niveles 5 y 6 y luego 7 del fuera de categoría). Sin embargo, se observa que, con el paso del tiempo, los efectos positivos de este fuera de categoría en la carrera de los docentes se han visto anulados por la caída del poder adquisitivo del punto de índice. El salario bruto real del último nivel del fuera de categoría para certificados y maestros de escuela en 2022 es ahora unos 100 euros inferior al salario bruto real del último nivel de la categoría normal para certificados en 1982.

La creación de un nuevo grado, la categoría excepcional, como resultado de los acuerdos del PPCR (Desarrollo profesional, carreras y remuneraciones) firmados en 2016, ofrecerá la posibilidad de acceder a cuatro niveles de índice salarial más altos, pero finalmente solo afectará a un máximo del 10% de los profesores de cada cuerpo (frente al 20% del fuera de categoría y el 70% de la categoría normal).

5 – … ni por las bonificaciones

Esta disminución de los salarios brutos de los profesores se refleja lógicamente en la evolución de sus salarios netos reales. A diferencia de otras profesiones de la administración pública francesa, y en particular de los profesionales no docentes, los profesores no han visto compensada colectivamente la caída del punto de índice con primas o retribuciones adicionales colectivas. Si bien es cierto que la revalorización de 1989 creó, a partir de septiembre de 1992, la parte fija del complemento de seguimiento y orientación de los alumnos (ISOE)³, éste es el único complemento colectivo que reciben todos los profesores de secundaria, independientemente de su nivel o lugar de trabajo (con el complemento informático anual de 176 euros brutos creado en enero de 2021)⁴.

Como consecuencia de la caída del salario bruto real, pero también del aumento de las cotizaciones a la seguridad social, el salario neto real de un profesor titulado ha pasado de unos 1850 euros a 1450 euros para un profesor en prácticas, es decir, una caída del 20%, de 2850 euros a 2150 euros para un profesor en la mitad de su carrera (15 años de antigüedad), es decir, una caída del 25%, y de 3.600 euros a 2.600 euros para un profesor en la segunda parte de su carrera (nivel 11), es decir, una caída del 27%. En el caso de los catedráticos, el descenso del salario neto estatutario se sitúa entre el 15% y el 30% desde 1982.

Este descenso del salario mensual neto real de los catedráticos sitúa el nivel de remuneración de los catedráticos en 2022 por debajo del nivel de remuneración de los profesores certificados en 1982. Un catedrático o una catedrática en el último nivel del grado normal recibe hoy un salario neto equivalente al de un o una docente certificados en el nivel 9 en 1982.

6 – La última « revalorización », ya atrapada por la inflación

Al final del quinquenio, y tras el « grenelle de l’éducation » NOTE lanzado en octubre de 2020, se concedió una « prima grenelle » a partir de mayo de 2021. Limitada a los profesores que empiezan y luego a la mitad de su carrera, su pequeña cantidad ya ha sido absorbida por la inflación en 2021 y principios de 2022. Los profesores en prácticas, que no están cubiertos por esta bonificación, han visto cómo sus salarios han seguido bajando, pasando de 1.550 euros a finales de 2017 a 1.400 euros en mayo de 2022. En el caso de los profesores de los niveles 5, 6 y 7, el salario neto real en mayo de 2022 (incluida la prima Grenelle) ya había descendido a un nivel inferior al percibido en septiembre de 2017, al inicio del quinquenio. Al final, la anunciada « revalorización » sólo permitió a los profesores que se encontraban en el inicio de su carrera (niveles 2 y 3) mantener un nivel salarial real equivalente al de principios de 2017 (alrededor de 1800€).

7 – Un descenso del salario neto percibido, teniendo en cuenta todos las remuneraciones

Una segunda forma de ver la evolución de los salarios de los docentes no es observar la evolución de los salarios de cada docente en un momento determinado de su carrera, sino trazar la evolución de los salarios del grupo de profesores de primaria, profesores de secundaria, profesores certificados y catedráticos desde 1982. Este enfoque no utiliza las mismas fuentes que los anteriores. Mientras que el enfoque anterior simulaba un salario neto teórico en un nivel determinado, este enfoque utiliza los datos del INSEE sobre los salarios en la administración pública estatal⁵, lo que permite conocer la remuneración neta real de los profesores (se tiene en cuenta toda la remuneración, incluidas las horas extraordinarias y las primas individuales). Este enfoque tiene la ventaja de integrar todas las retribuciones percibidas por los profesores, pero también de permitir la comparación con los empleados y directivos del sector privado, así como con el resto del personal de la administración pública estatal.

La evolución del salario neto real percibido por los profesores de secundaria desde 1982 es coherente con las simulaciones realizadas anteriormente. En el gráfico 5 se observa que la evolución del salario medio neto mensual de los profesores certificados y los catedráticos sigue bastante bien la evolución de los salarios netos simulados anteriormente. Resumiendo los datos del INSEE, podemos decir que, en los últimos 40 años, el salario medio neto mensual de los profesores de secundaria ha disminuido en unos 400 euros mensuales en euros constantes, lo que representa una caída de entre el 10% y el 15% de su poder adquisitivo.

Se observa un descenso del salario medio algo menos acusado que en nuestras simulaciones, debido a la diferente evolución entre 1982 y 1990 y, en particular, a un aumento bastante claro de los salarios de los profesores entre 1988 y 1990, según los datos del INSEE.  Varias hipótesis pueden explicar este menor descenso de los salarios en el conjunto del grupo. La evolución del salario medio mensual neto percibido puede explicarse por un aumento de las primas individuales y de las remuneraciones complementarias durante el período en cuestión (sobre todo de las horas extraordinarias), pero también por una modificación de la composición del colectivo docente a lo largo del tiempo (sobre todo en términos de edad o de sexo). Ambas explicaciones probablemente influyan en las diferencias entre el salario mensual neto percibido y el salario mensual neto simulado. Por ejemplo, los docentes certificados trabajaron una media de una hora extra entre 1997 y 2007, mientras que desde 2011 han trabajado una media de 1,4 horas extra, lo que puede explicar la menor caída del salario medio neto mensual observada en comparación con las simulaciones desde esa fecha. Del mismo modo, mientras que la edad media de los profesores de la enseñanza secundaria pública era de 41 años a principios de la década de 1980, ahora se acerca a los 45, lo que repercute en el salario medio de los docentes.

8 – Una diferencia salarial en comparación con otros directivos y con el conjunto de los empleados

La gran ventaja de los datos del INSEE es que permiten comparar la evolución salarial de los profesores con la de los demás empleados y funcionarios. Por lo tanto, se observa que la fuerte caída del poder adquisitivo de los docentes a partir de los años 90 no afectó a todos los funcionarios. A partir de finales de los años ochenta, el salario real de los directivos no docentes de la FPE experimentó un fuerte aumento, mientras que su evolución había sido relativamente similar a la de los docentes en los años ochenta⁶. Esto se debe a un fuerte aumento de su tasa de bonificación: pasó del 33% de su salario bruto en 1994 al 54% en 2009, mientras que, al mismo tiempo, la tasa de los profesores y de las profesiones científicas y culturales del sector público bajó del 14% al 12% (en relación con el descenso de las horas extraordinarias).

Por lo tanto, vamos a asistir a una marcada disminución de los salarios de los docentes en comparación con los de otros directivos, y en particular los de los funcionarios. Mientras que en 1984 los profesores certificados ganaban un 28% menos que los directivos del sector privado o de las empresas públicas y un 15% menos que los directivos de la FPE no docente, en 2008 un profesor certificado ganaba de media un 34% menos que un directivo de la FPE no docente y, en 2018, un 37% menos que un directivo del sector privado. Al mismo tiempo, el salario medio del conjunto de los asalariados aumenta, debido al incremento del salario medio de las diferentes categorías socioprofesionales, pero también a los cambios en la composición del empleo, con un aumento de la parte de las ocupaciones directivas e intermedias con respecto a los empleados y los obreros⁷. Como resultado, mientras que en 1982 un profesor certificado ganaba un 61% más que el salario medio, ahora gana un 13% más que el salario medio.

9 – La evolución de los salarios de los docentes de primaria es más compleja de analizar

La evolución salarial de los profesores de primaria y de secundaria es más difícil de interpretar, debido a la creación del cuerpo de docentes en 1990. Cuando se creó en 1990, estaba formado únicamente por profesores de primaria que entraban por lista de aptitud, por lo que el salario medio de los docentes en 1990 no es revelador. La fuerte caída del salario medio de los docentes entre 1990 y 1996 (gráfico 6) está relacionada con un efecto de composición en esta categoría. La integración de los nuevos laureados de la oposición de maestro de escuela hace que la edad media de los miembros de esta categoría sea progresivamente más joven, lo que hace que el salario medio descienda.  Al mismo tiempo, la categoría de profesores de primaria y personal asimilado sigue una tendencia opuesta, ya que la edad media de los profesores y profesoras aumentará progresivamente a medida que cese su contratación, aumentando así su salario medio. Esto explica que, a pesar de la caída del punto del índice que afecta a los demás profesores, el salario medio de los profesores de primaria, hombres y mujeres, haya aumentado ligeramente en los años 90 (gráfico 6).

Del mismo modo, desde 1996, la relativa estabilidad a largo plazo de los salarios de los profesores de escuela puede explicarse por la introducción de primas y aumentos salariales, pero también por el aumento de la edad media de la población de profesores de escuela (de unos 40 años a finales de la década de 1990 a 43 años en la actualidad).

10 – Promesas, siempre promesas

En conclusión, podemos preguntarnos sobre el efecto de las promesas hechas por los candidatos presidenciales. El aumento salarial del 10% prometido por el presidente Macron, si se aplica a todos los profesores, llevaría los salarios de los docentes a un nivel cercano al de mediados de la década de 2000 para los profesores al principio de su carrera, y a un nivel cercano al de 2010 para la mayoría de los profesores, lo que corregiría en parte la congelación casi continua del punto de índice desde 2010, pero no podría compensar la disminución general del salario de los profesores en los últimos 40 años.

Las promesas de Jean-Luc Mélenchon y de LFI se traducirían en una recuperación mucho mayor para los profesores. Un aumento generalizado del 30% en los salarios de los profesores haría que los salarios netos reales de los profesores volvieran a un nivel cercano al de mediados de los años 80 para los profesores de la primera y la segunda mitad de su carrera y al de principios de los años 90 para los profesores de la segunda mitad de su carrera.

Sin embargo, como se ha demostrado en los últimos años, a veces hay una gran distancia entre las promesas y los anuncios de mejora y la realidad. Esta vez, las dificultades de contratación de la profesión cambiarán las cosas?