Jacques Réda, el gran poeta de París, acaba de morir.
A través de sus paseos urbanos, suburbanos y rurales, Jacques Réda pinta un retrato de los lugares que conoce como si fueran personajes. El jazz, la danza y el ritmo nunca están lejos de su ensueño errante… como una forma de sobrevivir o aceptar «nuestra desaparición entre los incansables tentáculos de la ciudad».
Una entrevista brillante, para releer hoy.