«¿Quién ayudará a Occidente a resolver el problema ruso?» es la pregunta que plantean Lev Ponomarëv, Elena Kotënočkina y Oleg Elančik. Aunque algunos sectores de la oposición rusa en el exilio apoyaron el motín de Prigozhin, piden una transición más moderada.
Oleg Elančik
Hay una Rusia después de la guerra de Ucrania, después del putinismo. ¿En qué términos podemos hablar de ella? Al darles la palabra a las voces disidentes en la revista, proponemos levantar un tabú, sin ingenuidad.
Aquí, cuatro figuras de la oposición proponen un «programa condicional para democratizar Rusia» -a marchas forzadas-.