En la nueva tectónica continental a la que nos ha arrojado la guerra de Ucrania, nuestra dependencia se convierte en un obstáculo a superar a largo plazo, pero también en algo casi insuperable a corto plazo. Parafraseando tanto a Keynes como a Woody Allen: si el corto plazo dura demasiado, es en el corto plazo donde todos estaremos muertos. La contribución de Massimo Amato al coloquio del 17 de mayo en la Sorbona.
Massimo Amato