Hanna Corsini


Heredero del nazismo, desgarrado en sus inicios entre la lealtad al nacionalismo alemán y el liberalismo conservador, el partido ahora dirigido por Herbert Kickl ha experimentado una serie de cambios y finalmente ha metamorfoseado su discurso.

La particular historia de este partido de extrema derecha lo hace un caso único en Europa: no sólo por su importancia en el panorama político austriaco de posguerra, sino también por su estrategia.

Después de las elecciones italianas, todas las miradas estaban puestas en el resultado de Fratelli d’Italia y la llamada coalición de centro-derecha. En esta recomposición de la vida política, pasó desapercibida una variable crucial por la emergencia climática: el voto «verde». Mientras los partidos verdes europeos conocen resultados electorales notables, ¿cómo explicar la marginalidad del movimiento verde italiano?