Europa

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La decisión de restringir temporalmente la aplicación insignia de Open AI en Italia no es política. Para entender las razones que hay detrás, hay que remontarse a la letra del Reglamento Europeo de Protección de Datos y a su estricta aplicación. Mientras cada vez más Estados cuestionan la regulación de la IA, el ejemplo italiano puede haber allanado el camino.

El Presidente de la República Italiana reina por el silencio. Cuando habla, rara vez, hay que descifrar los signos y leer entre líneas.

A poco más de un año de unas elecciones europeas en las que las fuerzas neonacionalistas italianas y polacas tomarán por asalto la Unión, Mattarella habló en la Universidad de Cracovia. Lo traducimos y comentamos por primera vez en español.

Aunque a menudo marca la convergencia, la fraternidad abre tanto como cierra. En un rodeo a través de la literatura, Alexandre de Vitry, que publica Le droit de choisir ses frères ? («El derecho a elegir a los hermanos», Gallimard), repasa la historia de una noción compleja, tan íntima como política y sagrada -y propone una clave-: la lengua de la fraternidad es quizás la del delirio.

En esta larga reflexión, el asesor político de Josep Borrell, que interviene a título personal en nuestras páginas, repasa las transformaciones que han tenido lugar en el continente desde la invasión del territorio ucraniano y las formas en que la Unión debe preparar el futuro.

Una contribución introspectiva, retrospectiva y prospectiva a la transición geopolítica europea.

«Durante más de setenta años ha habido momentos difíciles, pero nunca hemos estado en una situación en la que pensáramos que la construcción europea no tenía sentido. Hoy se plantea la cuestión.»

En una nueva entrevista concedida a la revista, Pascal Lamy analiza lo que la secuencia actual nos dice sobre el futuro de una Unión que corre el riesgo de disolverse en un mundo marcado por la fragmentación y la guerra de los capitalismos políticos.

Mientras la obra de Suzie Miller llega a Broadway tras un éxito mundial, Agathe Cagé y Elsa Guippe cuestionan la falta de reacción que Prima Facie ha generado en Francia. Piden que se siga el ejemplo de Suecia y España para cambiar el sistema judicial y garantizar los derechos de las mujeres a liberar a la víctima de violación de la carga de la prueba -un cambio que implicará necesariamente a la sociedad civil-.