Política

Gran formato

Hace un mes, Nicolás Maduro anunció su reelección como presidente de Venezuela tras las elecciones del 28 de julio cuyos resultados impugna la oposición.

Para comprender este contexto de gran tensión, las violencias internas y las diferentes repercusiones internacionales —con la creciente incertidumbre sobre las posibilidades de expansión de esta crisis a escala regional—, Florencia Rubiolo se reunió con Paulina Astroza, Andrés Malamud y Martín Shapiro.

Dos años antes de invadir Ucrania, la Rusia de Putin fijaba por decreto su estrategia deportiva hasta 2030. Sometido a las corrientes de la política exterior, el Kremlin oscila entre el deseo de reintegrar las grandes competiciones deportivas mundiales y la aspiración a crear otras paralelas. Antes de la ceremonia de clausura en París, a sugerencia de Lukas Aubin que, al comienzo de los Juegos Olímpicos, firmó 10 puntos sobre la geopolítica del deporte a partir de Rusia, traducimos este documento oficial, que revela una relación ilusoria con el deporte como herramienta de soft power para un país paria.

Este verano, Rusia no retransmite los Juegos Olímpicos de París 2024, y los 15 atletas rusos en París juegan sin pancartas ni himnos.
Pero en junio, la ciudad de Kazán acogió los Juegos de los BRICS, una de las alternativas para conseguir que el deporte ruso exista fuera de los marcos internacionales de los que habría sido «cancelado» tras el escándalo de dopaje y la invasión de Ucrania. En la fábrica rusa del deporte «del futuro», traducimos un texto clave de uno de los pensadores de este modelo, al servicio del proyecto político de Putin.

Para el primer ministro húngaro, el mundo se encuentra en un punto de ruptura provocado por la decadencia y la descristianización de Occidente. Para sortear con habilidad esta fase de declive, Orbán aboga por reconocer el nuevo dominio de China y estrechar los lazos europeos con Putin. En la visión spengleriana de la historia expuesta en su discurso del 27 de julio en la Universidad de Verano de Bálványos, Europa debe vincular su futuro geopolítico a la victoria de Trump.

El contrato social nórdico nos parece extrañamente lejano —igual que ahora nos parecen lejanas la pandemia y sus secuelas—. Sin embargo, en la autonomía de lo tecnológico respecto a lo político que caracteriza a Escandinavia, hay un modelo de buena gobernanza que puede exportarse. Fabrizio Tassinari se reunió con Anders Tegnell, epidemiólogo y artífice de la respuesta sueca al Covid-19. Tres años después, extrae lecciones de una resiliencia singular.

Bloqueo, repetición, huida hacia delante. La nueva ecuación de lo político está ejerciendo una peligrosa presión sobre la infraestructura más crítica de Europa —la democracia—.
Para construir un arco continental de seguridad democrática, Alexandre Escudier y Nicolas Leron presentan una propuesta en 7 puntos.

A sus 36 años, Thórdís Gylfadóttir encarna una nueva generación de mujeres políticas europeas comprometidas con el apoyo a Ucrania y la ampliación de Europa hacia el Este. Ministra de un Estado insular que no es miembro de la Unión Europea, pretende no obstante influir en el próximo ciclo a través del lugar de Islandia en el mercado único. Para entender su estrategia, hemos mantenido con ella una entrevista a profundidad.

«La campaña que busca borrar la religión estadounidense de la plaza pública es simplemente una continuación de la lucha de clases por otros medios.»

Cercana a Trump y a J.D. Vance, la figura de Josh Hawley nos sumerge en una mística particular, a la vez conservadora y social, que encarna una nueva generación de la extrema derecha estadounidense —mejor articulada, mejor preparada, quiere ganar los votos de los electores pobres con un programa simple: el nacionalismo cristiano—. Traducimos su último gran discurso y lo comentamos, párrafo por párrafo.

Desde el inicio de la Presidencia húngara del Consejo de la Unión, Viktor Orbán sueña con ser un «hacedor de paz». Tras reunirse con Xi, Putin y Trump, escribió una carta al Presidente del Consejo Europeo, Charles Michel —un informe de diez puntos en el que detalla su plan—. Entre provocación y desafío, su lectura ayuda a comprender por qué la gira diplomática de Orbán fue también un ejercicio de geopolítica interna.