Capitalismos políticos en guerra

Tras las Doctrinas de la China de Xi Jinping, lanzamos una nueva serie semanal. Cada miércoles estudiaremos el punto nodal de la geopolítica contemporánea, el enfrentamiento entre China y Estados Unidos, en función de la capacidad política de ambos sistemas para liderar, transformar, desarrollar la innovación, la industria, las tecnologías digitales y la ciencia. Así nos preguntaremos, ¿qué hay que hacer?

Jake Sullivan y el legado de las bidenomics

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Frente a Estados Unidos y China, «tendremos que crecer más rápido y mejor. Y la principal forma de lograr un crecimiento más rápido es aumentar nuestra productividad.» Desde el monasterio de Yuste —el retiro del emperador Carlos V— Mario Draghi acaba de pronunciar un discurso clave. Lo traducimos por primera vez al español.

Con música repetitiva y bailes infantiles, el Partido Comunista Chino ha invadido las pantallas de nuestros iPhone.

En una investigación de largo plazo sobre la guerra de los capitalismos políticos, Alessandro Aresu cuenta la historia de una plataforma que ha cambiado nuestras vidas —y el punto de inflexión de un mundo cuya tiktokización total parece inevitable—.

«China nos da un aeropuerto. Estados Unidos nos da una lección de moral.»

Frente a Washington, Pekín quiere poner en marcha una reorganización del capitalismo mundial centrada en China. Su programa no es frontal: requiere el despliegue de un vasto proyecto contrahegemónico con varias dimensiones. En un estudio detallado, Benjamin Bürbaumer propone que se tomen en serio la estrategia de China y los límites para comprenderla en una Europa que no logra bifurcarse.

«Nuestra respuesta ha sido limitada porque nuestra organización, toma de decisiones y financiación se diseñaron para el mundo de antes —antes del Covid-19, antes de Ucrania, antes de la conflagración en Oriente Próximo, antes del retorno de la rivalidad entre grandes potencias—. Pero necesitamos una Unión que esté a la altura del mundo de hoy y de mañana. Y por eso lo que propongo es un cambio radical —porque un cambio radical es necesario—.»

Este año, en el Reino Unido, el Partido Laborista de Keir Starmer está llamado a ganar las elecciones por un amplio margen. Su gabinete en la sombra ya está listo: está afinando su programa. En el frente económico, la próxima ministra de Hacienda, Rachel Reeves, tiene un plan: inspirada en las bidenomics, quiere restaurar el papel central del Estado. Pero su doctrina podría toparse con límites objetivos. Por primera vez, traducimos y comentamos íntegramente su discurso programático.

Economía contra diplomacia.

Irán se construyó a base de sanciones. Mientras sus dirigentes se congratulan ahora por haber creado una economía sui generis de resistencia, desde la industria automovilística hasta la armamentística, este modelo oculta un problema fundamental: los europeos ya no quieren invertir. Sin esta herramienta clave de negociación, las posibilidades de alcanzar un acuerdo parecen cada vez más frágiles.