Al parecer, la Comisión Europea se dispone a imponer derechos de aduana provisionales a las importaciones de vehículos eléctricos chinos. Aunque se desconoce el importe, la mayoría de los expertos esperan aranceles de entre el 15% y el 30%. Sin embargo, en un informe publicado el martes 29 de abril, el Grupo Rhodium considera que cualquier arancel inferior al 40-50% —o incluso superior para fabricantes como BYD con una estructura integrada verticalmente1— no sería suficiente para «hacer que el mercado europeo deje de ser atractivo para los exportadores chinos de vehículos eléctricos»2.

  • Los datos recopilados por los expertos del Grupo Rhodium muestran que los márgenes de los fabricantes chinos, y en particular de BYD —que posee casi un tercio del mercado chino de vehículos eléctricos3—, son muy superiores a los de sus competidores europeos.
  • El Seal U Comfort, un SUV fabricado por BYD, se vende por una media de 41.990 euros en Alemania, frente a los 21.769 euros del mercado chino, lo que supone una diferencia del 92,9%.
  • Por cada coche de este modelo vendido en China, BYD obtiene un beneficio de 1.300 euros. En el mercado europeo, esta cifra se multiplica por once: 14.300 euros.

Es este margen, sustancialmente superior al de la competencia europea y estadounidense, el que está permitiendo a los fabricantes chinos de vehículos eléctricos invertir en nuevas capacidades de producción, que acabarían inundando el mercado mundial. El bajo coste de la energía y la mano de obra en China también ofrece una ventaja significativa frente a la competencia.

  • Los datos recopilados por Brad W. Setser, Michael Weilandt y Volkmar Baur sugieren que el superávit manufacturero de China4 es ahora mayor que los superávits combinados de Japón y Alemania cuando alcanzaron su máximo en las décadas de 1970 y 19805.
  • El «exceso de capacidad» de China preocupa tanto a países concretos (sobre todo a Estados Unidos y sus Estados miembros) como a instituciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional6.
  • Este último teme que la sobreproducción de acero o coches eléctricos aumente las presiones deflacionistas y «provoque fricciones comerciales», un diagnóstico negado por Pekín7.
  • Si la imposición por parte de la Unión Europea de aranceles a las importaciones de vehículos eléctricos chinos no basta para disuadir a los exportadores, el Grupo Rhodium recomienda varias opciones adicionales que podrían considerarse, entre ellas la introducción de sistemas de incentivos a la compra de vehículos fabricados fuera de China sobre la base de criterios de sostenibilidad.

Incluidos los Estados miembros de la Unión Europea, 57 países han iniciado investigaciones o adoptado medidas antidumping contra las exportaciones chinas entre abril de 2023 y 2024. Para combatir los riesgos que plantean las prácticas industriales y comerciales chinas, Brian Deese, antiguo director del Consejo Económico Nacional bajo el mandato de Joe Biden, sugiere que Estados Unidos cree una coalición internacional para armonizar los derechos de aduana sobre las exportaciones chinas8.

Notas al pie
  1. Edward White, « The ambitions of China’s BYD stretch well beyond electric vehicles », Financial Times, 25 de abril de 2024.
  2. Gregor Sebastian, Noah Barkin y Agatha Kratz, Ain’t No Duty High Enough, Rhodium Group, 29 de abril de 2024.
  3. « Chinese EV Makers Post Strong March Sales After Slow Start », Bloomberg, 2 de abril de 2024.
  4. Diferencia entre el valor de los productos manufacturados exportados e importados.
  5. Brad W. Setser, Michael Weilandt y Volkmar Baur, China’s Record Manufacturing Surplus, Council on Foreign Relations, 10 de marzo de 2024.
  6. Tamayo Muto, « IMF warns of China overcapacity amid improved economic outlook », Nikkei Asia, 30 de abril de 2024.
  7. « Concerns over China’s overcapacity not backed by data : Bloomberg », Xinhua, 4 de abril de 2024.
  8. Brian Deese, « China already manufactures too much. Now it wants to make more. », The Washington Post, 25 de abril de 2024.