Archivos y discursos


En Europa cuesta creer que Ucrania pueda continuar la guerra sin la ayuda de Washington.

En realidad, el Kremlin parece temer el apoyo europeo y confía en la sorpresa divina de la convergencia entre Putin y Trump.

Traducimos una entrevista clave para comprender una hipótesis central para Rusia en esta etapa de las negociaciones.

En vísperas del Consejo Europeo de este jueves 6 de marzo, el primer ministro húngaro se posiciona definitivamente a favor del presidente estadounidense, amenazando la unidad europea sobre Ucrania e intentando descarrilar su preparación.

En continuidad con su alineamiento con la posición del presidente Trump y del Kremlin, amenaza: «Cualquier intento de adoptar conclusiones escritas por el Consejo Europeo sobre Ucrania daría la imagen de una Unión Europea dividida».

Traducimos y comentamos esta toma de posición.

En una escena de una violencia verbal sin precedentes, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y su vicepresidente, J. D. Vance, retomaron los elementos del lenguaje de Vladimir Putin para buscar humillar en directo por televisión a su aliado, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, en el Despacho Oval de la Casa Blanca.

Publicamos la transcripción completa de este intercambio —un punto de inflexión histórico—.

Stephen Miran, la pieza clave del proyecto imperialista de Trump, es probablemente el asesor económico más importante y menos conocido del nuevo presidente estadounidense.

Su programa —provocar la disrupción del orden comercial internacional para resolver las contradicciones internas del capitalismo estadounidense— consta de cincuenta páginas y una idea fija: transformar los acuerdos del Plaza en acuerdos de Mar-a-Lago.

Desde hace un mes, lo está aplicando meticulosamente desde la Casa Blanca: hay que estudiarlo.

Proponemos la primera traducción íntegra y comentada en español.

En apariencia, el «deal» de 11 puntos firmado por Washington y Kiev, que no ofrece ninguna garantía de seguridad, parece un acuerdo de inversión. 

Pero si sabemos leer entre líneas, debemos verlo como un primer paso gracias al cual Donald Trump podría reservarse una puerta de salida para avasallar a Ucrania de facto.

Los especialistas Lee Buchheit y Elena Daly se han sumergido en las brechas del texto para estudiar las posibilidades de interpretación que conlleva.

«Nunca pensé que diría esto en televisión…»

En la tradicional confrontación televisiva tras los resultados (Elefantenrunde), el próximo canciller alemán causó asombro.

En una intervención de una dureza sin precedentes, Friedrich Merz decidió cargar contra Estados Unidos, la nueva administración y —nombrando en concreto— contra Elon Musk, al tiempo que apeló a la «independencia» de Europa frente a la «injerencia» estadounidense.

Lo traducimos.

Tras el giro de 180 grados de Donald Trump en la Casa Blanca, Vladimir Putin quiere recoger los frutos de su apuesta imperial.

En el último Consejo de Ministros de la Federación Rusa, el amo del Kremlin puso en escena una poderosa narrativa movilizadora, cuyo alcance no debe subestimarse: vivir bien en casa, hacer la guerra en el exterior.

Lo traducimos.

Al frente del país más sancionado del mundo y mientras la nueva administración estadounidense parece plegarse a todas sus exigencias, el amo del Kremlin pone en escena su regreso a la escena internacional.

En su última gran entrevista, Vladimir Putin anuncia una nueva realidad: el reparto de Ucrania marcará el regreso de la época de los imperios —la «normalización» con Washington marcará la definitiva vasallización del continente—.

Para negociar sobre el futuro de Ucrania, Putin envió a uno de sus antiguos colegas del KGB: Serguéi Narishkin.

Hombre clave del primer círculo del Kremlin, preside la Sociedad Histórica Rusa.

Su obsesión recurrente: la desmembración total de Ucrania. Y un método: recurrir a las fuentes que le proporcionan las extremas derechas europeas.

Lo traducimos.