Sin tabúes, sin formalidades, sin «plan B».
¿Sigue siendo posible ser diplomático en tiempos de guerra? Durante más de dos años, la diplomacia ucraniana ha desafiado y trastocado los canales habituales de la conversación westfaliana, definiendo un estilo y una dirección singulares que han permitido a Kiev lograr resultados concretos. En 7 puntos, el ministro de Asuntos Exteriores, Dmitro Kuleba, define su método.